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Nuevamente al salir Marco acudió a recogerme, sabía que estaba preocupado por mi, nunca había sabido como disimular o fingir mis emociones así que seguramente notaba que algo me preocupaba y sabía que no diría nada al menos de que me tocara el tema. Quizá debía esperar un poco para ver si la sensación de peligro se disminuía antes de decirle que no podíamos estar juntos más tiempo, que las cosas no resultarían bien y que lo mejor era separarnos antes de resultar heridos o de que no fuera capaz de alejarme de el.

Al llegar a mi departamento me abrazo y lo invite a que pasará, esa noche se quedaría conmigo, si en una semana más no veía que me sintiera mejor hablaría con él y le explicaría porque no podía hacerlo feliz, pues merecía a alguien que no tuviera miedo de demostrar su amor y con quien salir al mundo mostrándose como era.

Cuando nos preparamos para dormir y luego de darme un tierno beso, me tomo entre sus brazos y me pidió que no me preocupara, que entendía que tuviera miedo pero que las cosas estarían bien, juntos lograríamos salir adelante y tomados de la mano enfrentaríamos al mundo. Intente no salir corriendo en ese momento, a pesar de que había intentado ocultar mis miedos y disimular lo mas posible, sin saberlo Marco había descifrado mis pensamientos sin ningún problema, lo que implicaba que me podía entender a la perfección sin necesidad de que yo le contará las cosas.

Me pidió que intentara descansar y durante el fin de semana podíamos hablar a fondo sobre la situación pues creía saber como me podía ayudar pero era un tema complicado y quería que tuviéramos tiempo para poder hablar de manera tranquila. No pude protestar al ver su sonrisa, sabía que estaría cuidando de mi y no me dejaría hasta asegurarse de que me sentía completamente bien, volví  a recargar mi cabeza en su pecho para tratar de descansar. La intriga de saber a que se refería me distrajo y no supe cuanto tiempo paso antes de quedarme completamente dormido.

El fin de semana estaba casi por comenzar, solamente unas horas de trabajo y podría interrogar a Marco sobre que era lo que creía que me ayudaría. El misterio me había mantenido totalmente distraído durante la semana y al fin conocería la verdad que me ocultaba. Supuse que se trataba de algún tipo de terapia psicológica que había conocido o de la que en algún momento leyó, al principio sospeche que se podría tratar sobre algún asunto de su pasado con el que me pudiera identificar, pero era imposible que alguien en algún momento pensara en lastimar a alguien tan lindo como Marco, deseche la idea y pensé en alguna cuestión psicológica.

Estaba en la oficina cuando mi asistente me informo que tenía una visita, por un momento pensé que se trataba de Marco pero mi entusiasmo de desvaneció por completo al ver que una vez más era Ricardo quién había ido a verme. Quería hablar pues no podía dejar de pensar en mi, nuevamente se disculpo por la manera en que habían resultado las cosas entre los dos. Después de escucharlo pensé en pedirle amablemente que se retirará cuándo me percate de que aún tenía algo mas que decir, lo interrogue con la mirada y después de unos cuantos segundos en silencio y total incomodidad siguió hablando.

Algunas personas parecen creer que una cantidad de palabras amables repetidas en diversas ocasiones solucionan sus errores y reparan el daño que han hecho, a pesar del tiempo que había transcurrido desde nuestro rompimiento debido a su engaño, esperaba que pudiera darle una segunda oportunidad pues estaba seguro de que sentía algo fuerte por mi mas allá de la atracción física. Al ver mi negativa me pidió que dejara que intentara reconquistar mi corazón. Hay casos en los que es necesario ser directo y le mencione que no podía, el daño estaba realizado y no podía cambiar el pasado. Cuando la gente nos decepciona y rompe nuestra confianza es casi imposible volver a creer y además yo había continuado con mi vida y no pensaba regresar al pasado. Le pedí que me dejara y no volviera a buscarme y le indique la salida.

Unos segundo después de su partida llego Alberto para averiguar lo que ocurría, le conté brevemente las intenciones de Ricardo y mi negativa a volver a involucrarme con él. Le dio gusto saber de mi rechazo y aprovecho la oportunidad para hablar sobre nosotros, entendía que no estaba listo pero quería que supiera que deseaba tener una relación conmigo a pesar de lo que anteriormente habíamos hablado. Me prepare para negar su petición y antes de que pudiera decirle algo me pidió que lo pensará y que después podíamos hablar del tema y salió de mi oficina. No sabía si realmente había estado pensando en pedirme que tuviéramos un noviazgo o si los celos por la visita de Ricardo hacían que se comportara de esa manera, pues no podía negar que ambos tenían una historia complicada y de alguna manera rivalizaban.

Axel: El universo te escucha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora