24

17 7 0
                                    

El amor es capaz de impulsarnos a cometer cualquier tipo de locura, lo racional se va perdiendo conforme poco a poco nos vamos enamorando más de la persona. Sabía que no todas mis decisiones habían sido las mejor anteriormente, por lo que tenía que enfocarme en actuar correctamente si quería que las cosas marcharan bien.

La cena con Marco me hizo sentir mas relajado después de las cuestiones laborales y el tener que hablar con Ricardo, necesitaba enfocarme en lo que me hacía sentir en calma y paz. Regresamos y nos quedamos en su departamento, sus primas tardarían en llegar por lo que teníamos tiempo para estar solos. Sus labios eran dulces y al sentir que me tomaba en sus abrazos la pasión y tensión entre los dos fue aumentando cada vez mas.

Sabía que deseaba estar con él, a pesar de los besos aún no habíamos llegado a dar el siguiente paso, creía que era por alguna cuestión de su manera de pensar y debía esperar a que fuéramos una pareja oficial. Desde que nos conocimos supe que Marco era todo un caballero y le gustaba el romance a la antigua, algo que agradecía, ninguno trataba de presionar al otro y me sentía protegido por su actitud. A pesar de que mi cuerpo ardía con su contacto y deseaba estar con él, quería que la primera vez que nuestros cuerpos se entregaran fuera especial e inolvidable.

La manera en que sujetaba mi cabeza con la mano derecha y con la izquierda tomaba mi cintura para acercarme a su cuerpo me debilitaba y derrumbaba la pared que trataba de poner para esperar a que todo fuera de una manera totalmente romántica. Mis manos se deslizaban por su abdomen y subí su playera para poder quitársela mientras mis labios recorrían su cuello.

Me entusiasmaba la idea de estar juntos por primera vez, en más de una ocasión lo había imaginado. Recordaba la primera vez que había estado con alguien, mi primer novio se comporto bastante cuidadoso y nervioso, los dos nunca habíamos tenido relaciones sexuales y no estábamos muy seguros de como hacer las cosas. Unos días antes vi algunas películas pornográficas para darme una idea pero al estar en el acto supe que nada sería como lo había visto. A pesar de lo incómodo que resulto se puede decir que la pase bien.

Me beso con mas fuerza de la que acostumbraba y me quito la camisa que traía puesta, mientras me encargue de quitar su cinturón y uno de mis zapatos terminó en alguno de los rincones de su cuarto. Nos vimos a los ojos por un instante y continuamos basándonos, estar a su lado era la sensación mas increíble que había podido experimentar.

Una de las preocupaciones que tenía por estar junto a Marco era que al no conocer realmente sobre su pasado amoroso no estaba muy seguro de las expectativas que tenía conmigo, no quería defraudarlo. A pesar de que mi número de parejas era bajo, había podido disfrutar de las cuestiones físicas con algunos otros chicos, por lo que no era tan inexperto. Deseaba que pudiera ser capaz de hacerlo sentir complacido y que no le resultara incómodo y se alejara de mi.

Sus zapatos estaban en el suelo y mi pantalón pronto les hizo compañía, mientras besaba su abdomen le quite el pantalón y lo arroje cerca de la lámpara de mesa que adornaba su cuarto.
Nos abrazamos y sus besos se sentían cada vez mejor, nunca habíamos llegado tan lejos, solamente nuestros boxer se encargaban de separar nuestros cuerpos, pero era notorio el deseo que sentíamos, pues ambos estábamos bastante excitados, mi idea de planear nuestro primer encuentro se había esfumado por completo, estaba listo para que esa misma noche me entregara por completo a Marco, todo el amor que sentía por el se manifestaba en cada una de mis caricias y al ver sus ojos supe que sentía lo mismo por mi.

En ocasiones hacer las cosas sin planearlas resultan mucho mejor que si seguimos toda una planeación, si bien la primera vez la planifique con mi primer novio los demás encuentros no ocurrieron de esa manera, lo espontáneo también le daba un toque especial a esas situaciones. Con mis novios eran encuentros inesperados pero que había disfrutado bastante. El último chico con el que había estado era Ricardo pero a pesar del tiempo transcurrido sin ningún tipo de interacción física me sentía seguro de mis capacidades. Solo deseaba ser lo suficientemente bueno para lograr cumplir con las expectativas que tuviera Marco de mi, lo amaba y lo que el hiciera me lograría complacer por completo.

Axel: El universo te escucha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora