Axel: El universo te escucha.

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Para ganar hay que arriesgarse, nadie se hace millonario sin saber como invertir, una relación estable y  formal no se da de la noche a la mañana. A pesar de que desde el primer momento en que el destino nos pusiera frente a frente diversas situaciones hicieron que tuviera que transcurrir un tiempo para poder estar juntos como pareja. Cada paso que dimos para formalizar la relación se encargo de hacer mas fuerte nuestra unión y poder estar seguros de lo que queríamos para nuestro presente y futuro juntos.

Si bien los estudios eran favorables y ya me encontraba en tratamiento aún debía esperar al fin de semana, pues Marco me pidió que me dejara sorprender ya que no quería que solo pasará por el deseo que sentíamos, quería que fuera una ocasión especial y que se quedara guardada por siempre dentro de nuestro corazón, por mucho que deseaba estar con el no me pude negar pues la idea del romanticismo combinado con la sexualidad siempre me pareció la mejor opción.

Por más que contaba los minutos en la oficina el tiempo no pasaba más a prisa, nunca había deseado tanto que la semana terminará. Mi estrés por la lentitud del tiempo era notoria por lo que Sofy me preguntó a que se debía mi apuro por que llegara el fin de semana, me sentí avergonzado a pesar se que éramos mejores amigos desde que nos conocimos no podía admitir fácilmente que la calentura nublaba mis demás pensamientos, pues nunca fui un chico urgido por satisfacer sus deseos carnales y solo le respondí que tenía planes con Marco pero al ser una sorpresa no sabía muy bien todos los detalles.

Sabía perfectamente lo que tenía que ocurrir el fin de semana y mis nervios empezaron a aumentar, quería complacerlo realmente y luego de pensarlo detenidamente decidí ir a comprar algo de ropa interior para la ocasión. Mis amigos con los que en esporádicamente llegaba a ir a algún antro gay me recomendaron algunas tiendas especializadas en el tema. No estaba muy seguro de que le gustaría a Marco pues nunca habíamos hablado de esas cuestiones y a pesar de que en mas de una ocasión habíamos dormido juntos, siempre lo hacíamos utilizando una bermuda, pues después de unas semanas me logro convencer de quitarme la playera y poder sentir nuestros cuerpos mas cercanos.

Era ilógico y poco probable que logrará un resultado notorio con tan pocos días de ejercicio, si bien aún tomaba mis clases de baile quería lucir lo mejor posible para el fin de semana y seguí una dieta a la par de entrenar con los gemelos, mi cuerpo estaba algo tonificado pero al ser delgado quería verme lo más fuerte posible para el y me esforcé al máximo durante la semana para verme lo mejor posible.

Como no estaba seguro de lo que había planeado Marco para el fin de semana compre un par de camisas que pudiera utilizar si era necesario. Agende una cita para arreglar un poco mi cabello el cual estaba un poco mas largo de lo que solía acostumbrar. Corrí al salir para dirigirme al dentista y hacerme un blanqueamiento dental, me preocupaba no poder gustarle lo suficiente, sabía que me quería pero una mala experiencia y todo podía terminar de manera catastrófica.

Pedí permiso para poder salir un par de horas antes del trabajo el viernes, pues partiríamos ese mismo día, el también se las arreglo para poder salir antes de su trabajo. Me di un baño rápido y me arregle lo mejor posible, al no saber a donde nos dirigíamos me sentía un tanto mas inquieto pues prefería poder controlar lo que sucedía  o al menos estar prevenido sobre que debía esperar. Ir a ciegas nunca fue lo mío.

El automóvil iba a una velocidad media y me di cuenta que saldríamos de la ciudad, había pensado en algunas posibilidades, pero en ese momento deseche las ideas que implicaban estar dentro de la ciudad. La carretera nos mostraba el atardecer y me sentí feliz, podía estar así por siempre. Los dos juntos sin saber lo que nos deparaba el destino parecía una buena idea hasta que me entrego una venda para que cubriera mis ojos, la ola de nervios que me cubrió no era lo suficientemente fuerte para hundirme y negarme pero al no ver nada mis fuerzas por mantener el control se vieron comprometidas.