Capítulo 1

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7 de Marzo de 1970

Sentía la suave y fría brisa de invierno chocando en mi rostro. Estaba cansado y lo único que quería era llegar a casa y descansar varias horas, "por suerte es viernes" pensé. 

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no noté que un peculiar chico se acercaba a mí a pasos rápidos. Probablemente estaba igual de distraído que yo porque ninguno notó a la persona contraria hasta que nos chocamos fuertemente.

–¡Santa mierda!–lo oí exclamar–. Lo lamento, ¿te encuentras bien, cariño?

Mi cabeza daba aún (si eso era posible) más vueltas, apenas pude darme cuenta de que seguía tirado en el suelo cuando manchas negras empezaron a nublarme la visión.

  "Lindo" fue mí último pensamiento antes de que todo se volviera negro.
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Poco a poco fui despertándome, estaba en una cómoda cama pero no era la mía, lo que me asustó un poco.
Noté un menudo cuerpo a mi derecha, lo que hizo que mi miedo y el color en mis mejillas incrementara un poco más. Me giro a ver su rostro y lo recuerdo vagamente, planeo despertarlo pero rápidamente me retracto al ver su bello y relajado rostro durmiendo, al parecer muy plácidamente, parecía un ángel.

"¿Bello?, ¿Ángel?" me reprendí a mí mismo, apenas lo conocía, es más, ¡Ni siquiera sabía su nombre!
Antes de que pudiera seguir con mi pequeña discusión conmigo mismo, me alarmé al ver que las pestañas del chico se estaban empezando a mover lentamente, se talla los ojos y se sienta en la cama, haciendo quedar nuestros rostros cerca.

Mis mejillas se tiñen de carmín y antes de que pueda apartarme el chico toma mis hombros con sus -suaves- manos

–¡Despertaste! ¿Cómo te encuentras? me preocupé mucho cuando te desmayaste en frente mío y obviamente no te iba a dejar tirado en medio de la calle así que te traje a mí casa. –Noto un pequeño sonrojo de su parte.–Espero que no te haya molestado que yo, eh, te, mh, quitara la c-camiseta, estabas transpirando anoche y pensé que tenías calor.

–No p-pasa nada, mh, muchas gracias por cuidar de mí, eh...

–Freddie, Freddie Mercury.

–Es un gusto, mi nombre es John Richard Deacon, pero prefiero que me llamen John.

–Perfecto, entonces, querido, ¿Tienes hambre? Podemos ir a desayunar si gustas.

–Me encantaría, gracias.

Ya casi no me dolía la cabeza y la compañía de Freddie resultó ser muy agradable, era un chico muy gracioso en ingenioso.

"Y hermoso" pensé inconscientemente, pero esta vez no podía retractarme porque, carajo, era verdad, Freddie era  terriblemente atractivo.

Cerca de las 6 de la tarde decidí que ya era tiempo de volver a mi departamento.

–Freddie creo que ya me tengo que ir.

–¡John!, ¿no puedes quedarte un ratito más?–Me rogó haciendo un jodidamente tierno puchero, "éste chico me va a volver loco–. Eres genial, no quiero que te vayas.

–Lo siento Freddie, déjame tu dirección y tu teléfono y prometo que volveré a visitarte mañana después de clases.

–¿Clases?, ¿Cuántos años tienes Johnny?
Me pusé nervioso, no quería que Freddie me alejara de él porque aún iba a la secundaria, pero no podía mentirle.

–T-tengo 18, ¿Cuántos años tienes tú, Freddie?

–23.

"Oh por Dios es 5 años mayor que yo."

–Mh, entonces, no crees que debería volver a venir, ¿verdad?–Cierro fuertemente mis ojos, la respuesta probablemente me dolería.

Siento una mano acariciando mi mejilla izquierda.

–John, mírame–Abro los ojos lentamente–. Claro que quiero que vuelvas. Eres muy lindo, ¿sabes?

Me volví a sonrojar y miré a un costado, pero sin rechazar la mano de Freddie en mi mejilla.

–Entonces volveré mañana, Freddie.

–Perfecto, cariño

Mantuvo su mano en mi rostro un segundo más y la bajó lentamente, y antes de que reaccionara, estampé mis labios en la comisura de los suyos, sin que se llegue a concretar un beso y luego corro hacia la puerta de su casa mientras me despido con mi cara ardiendo.

"Querido John, estás jodido" me dije.

Rayitos de Sol (Deacury)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora