Aunque había visto cientos de veces la fachada del colegio de Nish, verla físicamente me dejó aún más deslumbrado.
En los muros laterales dos enormes leones de mármol se miraban fijamente apoyados en sus patas traseras y mostrándose mutuamente sus largos colmillos y sus garras desenfundadas como si estuviesen en medio de una batalla campal retándose el uno al otro. En la parte superior un alto arco de concreto con las palabras STEVEN BENSON UNIVERSITY grabadas en color dorado daba un ligero aire de superioridad. Parpadeé un par de veces tratando de no parecer demasiado contrariado por todas las cosas humanas que me rodeaban y Nish me miró unos segundos.
—¿Qué pasa?—me cuestionó la chica a mi lado. Llevé mis ojos hasta ella y negué lentamente.
—Es...impresionante—dije simplemente y ella se rio un poco.
—¿Es que no habías visto las fotografías en la página web de la escuela?—enarqué una ceja y luego negué de nuevo aferrándome de paso a la mochila que colgaba de mi hombro derecho.—Bueno, pues si te gusta la entrada, en verdad deberías ver como es por dentro—murmuró ella.
—¡Nish!—Nish a mi lado se giró rápidamente y yo imité su acto para encontrar a un par de chicos caminar con mucho entusiasmo en dirección a nosotros. Una chica rubia de rizos y ojos verdes con una bonita sonrisa: Abby; me miró con una ceja enarcada y después me dedicó una bonita sonrisa que de inmediato correspondí.
A su lado; un chico como de mi estatura, con cabello castaño y ojos avellanados: Noah, se quedó quieto mirando a su novia, a Nish y después a mí de manera despreocupada. Daba la impresión de que Noah no tenía ni la más mínima idea de porque estaba ahí, que hora era o que día estaba viviendo. Y la verdad, es que yo tampoco la tenía, aunque tenía una ligera sospecha.
—Buenos días, Abby—saludó Nishdali con una bonita sonrisa.
—¿Cómo estuvo tu fin de semana?—preguntó la niña rubia a Nish mirándome fugazmente—aunque no sé porque lo pregunto si por lo que veo, has hecho nuevos amigos—le dediqué media sonrisa sin comprender muy bien a lo que se refería y las mejillas de Nish se volvieron rojas en menos de un momento.
—Basta Abby. Este es Erick Brian Colón—respondió ella en voz baja.
—Un gusto conocerte, Erick Brian Colón—anunció Abby y me tendió su mano automáticamente. La tomé sin borrar la sonrisa de mi rostro.
—Y este de aquí, es Noah, su novio—añadió Nishdali y el chico me miró con una ligera sonrisa e imitó el acto de su novia.
—¿Eres nuevo, eh?—cuestionó en cuanto terminamos con la unión de nuestras manos.
—Uh, si.—respondí.
—¿En qué semestres estás?—me cuestionó nuevamente.
¡Como lo ensayaste, Erick!—Eh, en el último—respondí simplemente y eso pareció bastarle. Lo agradecí mentalmente y llevé mis ojos hasta Nishdali brevemente.
—¿Ya tienes tus horarios, Erick?—me preguntó Abby con renovado interés. Moví mi cabeza de manera afirmativa y me dispuse a buscar en mi papeleta el horario que había estado leyendo la noche anterior. Cuando pude localizarlo, se lo entregué.—Oh dios mío, estás en nuestro salón—la miré de nuevo.
—El trono—susurré y tres pares de ojos curiosos se posaron en mí. De un momento a otro sentí mis mejillas calentarse y les sonreí un poco—¿En serio?—pregunté sorprendido por la habilidad de Fanuel tratando de cambiar el tema. Ella asintió haciendo que sus rizos se movieran un poco.—Estupendo—dije con media sonrisa.
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EL ÁNGEL GUARDIÁN|Erick B. Colón.|Completa.
FanficLA CURIOSIDAD NO ES BUENA CUANDO ERES UN ÁNGEL GUARDIÁN.