I.IV. Frolic.

169 14 1
                                    

Madison.
Mayo 5, 2017.

Pasaron pocos días y llegó el viernes.
El día favorito de Jeon Jungkook.

—Ya es demasiado tarde para negarte, ya invité a mis amigos. Bueno, no a todos, solo a los que hablan inglés para que te puedas ligar a un coreano. —Me dijo Jungkook, lo último mientras me guiñaba un ojo. Abrí la boca para hablar de nuevo, pero él tomó la palabra. —También invité chicas, necesitas nuevas amigas. Te has quedado demasiado enfrascada con Hailey.

—Deja a Hailey, Jungkook. Tú y ella son los únicos que no me abandonaron cuando enfermé y dejé de salir a fiestas. Sabes que después de eso, todos los "amigos" —hice un gesto de comillas con ambas manos —que tenía me dejaron. Son amigos falsos, ya no quiero esas cosas en mi vida.

—Ay, no digas tan literalmente que "Has cambiado". —Imitó mi gesto anterior. —Sigues siendo Madison. Vamos, solo será por esta noche. Ni siquiera tienes que salir a un club, la fiesta será aquí en la casa.

—Oye, he avanzado con Namjoon. No quiero retroceder emborrachándome como solía hacerlo antes, y estando en su casa.

—Namjoon también estará en la fiesta, tonta. Y además, yo me encargaré de que baile contigo.

—Ay, por favor. —Dije con sarcasmo y rodé los ojos.

—No lo conoces tan bien como piensas. De hecho le gusta mucho la cerveza, y sus fiestas favoritas son las que yo organizo. —Me dijo recalcando el pronombre "yo", y alzando las cejas de arriba a abajo.

—Ya. ¿A cuántas personas invitaste?

—Como a cuarenta.

—¿¡Cuarenta!? Jeon, ¿Por qué?

—Yo no iba a invitar a tantos, pero Jimin...

Como si tuviera un oído súper desarrollado, el susodicho gritó desde la cocina.

—¡ESCUCHÉ MI NOMBRE!

—¡NO! —Gritamos Jungkook y yo al unísono.

Jimin caminó hacia la sala con nosotros. Se sentó en el sofá que estaba al lado.

—¿De qué hablan y por qué mencionan a Park Jimin en su conversación? —Dijo con una sonrisa.

—De que invitaste a mucha gente a la fiesta de esta noche. -Respondió Jungkook.

—¡OH SÍ! —Dijo sonriente. —Invité a Soojin. ¡Madison, conocerás a Soojin!

Le sonreí y me enternecí al ver el brillo que había en los ojos de Jimin cada vez que mencionaba a su novia.
Jimin y Soojin salen desde hace poco más de 8 meses, y realmente se quieren mucho. A veces envidio su relación, que ha sido muy bonita desde el inicio. Jimin es un chico muy dulce, y sin duda está lleno de amor, por eso me encanta ver como Soojin realmente le hace feliz. Sin embargo, no fue fácil que Big Hit aceptara que uno de sus idols más preciados estuviera en una relación con una chica que no es famosa.
Sin embargo, para ese momento Soojin ya se había ganado el corazón completo de el mundialmente famoso idol Park Jimin.

—¿Y qué hay de Joohyun?

—Sí, también vendrá.

Joohyun, la novia de Yoongi.
Al igual que la relación de Jimin y Soojin, los fans están enterados, y de hecho fue más fácil para ellos y Big Hit aceptar a Joohyun, pues ella sí es una idol y forma parte de un famoso grupo de chicas. A cualquier empresa le gusta la publicidad, así que Big Hit les pidió que hicieran pública la relación en cuanto supieron que iban en serio. Yoongi y Joohyun no se quejaron al tener que hacer su relación pública. Se quieren bastante, y sé que su amor es muy puro, pero no son tan afectivos públicamente como lo son otras parejas; no publican tantas fotos abrazados y esas cosas. Ellos tienen una relación más privada en cuanto a la fama, prefieren guardar su amor para ellos y eso es algo igualmente hermoso.

—Soojin no habla inglés pero de cualquier manera me encargaré de que se lleven bien. —Me dijo Jimin con una sonrisa.

—Seguro que sí.

—Vas a disfrutar tu fiesta al máximo, Maddie. —Me dijo Jungkook.

—Hey, hey, alto ahí. Esta no es mi fiesta, yo no te pedí ninguna fiesta.

Jungkook se limitó a darme un golpe en la cabeza y se levantó diciendo que tenía que ir a comprar "Provisiones" para la fiesta, lo cual solo significa litros y litros de alcohol etílico en diferentes presentaciones.

[...]

Me miré en el espejo por última vez antes de bajar. Estaba bastante placentera con mi apariencia, pues jamás he tenido problemas con mi cuerpo. Creo que después de todo lo que he pasado en la vida, mi cuerpo ha pasado de ser un problema para mi, pues me siento perfecta en él.
Tengo suficiente pecho, suficiente trasero, suficiente altura y suficiente grosor. Todo está bien aquí. Considero mi nariz bonita, mis ojos color verde opaco, y mi cabello largo, castaño oscuro y extremadamente lacio.

Quién diría que detrás de una apariencia tan bonita se esconde semejante desastre de persona. Mi cuerpo y mi voz podrán estar entre los mejores de la industria, pero si evaluaran salud mental, inteligencia emocional y autoestima yo saldría perdiendo por muchísimo, seguro en los lugares más bajos.
Suspiré dando por finalizada mi autoevaluación diaria donde me convencía cada vez más de no tener estabilidad emocional, y bajé al jardín de la casa.

Jin y Jungkook se encontraban organizando bebidas y bocadillos para los invitados, y en pocos momentos todos comenzaron a llegar. También se hicieron presentes los 5 integrantes restantes del grupo, y la fiesta se dio por comenzada.

Jungkook y yo hicimos nuestra tradición de karaoke de cada fiesta a la que asistíamos juntos. Cantamos Marvin Gaye de Charlie Puth y Meghan Trainor a todo pulmón, cantando respectivamente las partes del chico y de la chica.

Esta canción nos ha puesto en problemas muchas veces, pues habla plenamente y absolutamente sobre sexo, lo cuál lleva a las personas a cuestionarse si nuestra relación en ocasiones va a algo más que solo mejores amigos. La respuesta es no.
Jamás me he sentido atraída por Jungkook, a pesar de que puedo afirmar que este hombre luce como una deliciosa comida completa de 5 partes, una que podrías comer noche y día y jamás hartarte de ella; Jungkook y yo en una relación romántica, sexual, o en cualquier contexto relacionado, seríamos un desastre. Nuestras personalidades chocarían de una manera horrible y hemos decidido mejor dejarlo así. Solo amigos.
Seguimos siendo un desastre como amigos, pero uno muy bonito y que no daña a nadie.

Cada vez llegaba más gente al patio y la sala de la casa, las bebidas comenzaron a servirse y en poco tiempo ya cada persona sostenía un vaso rojo en su mano.
Mi ánimo comenzaba a subir, pero me senté en uno de los sofás de la sala, en donde la música era fuerte, las luces estaba apagadas siendo reemplazadas por pequeñas luces de colores.
Todos parecían estar disfrutando la fiesta: Hoseok bailaba como nunca, Jimin estaba bailando animadamente junto a Minseo, Jungkook estaba hablando con algunos amigos, Taehyung coqueteaba con una chica recargado seductivamente en la pared, Namjoon estaba parado, recargando su espalda en una barra y los codos también sobre ella, moviendo su cabeza al ritmo de la música y bebiendo de su vaso rojo, y Yoongi se encontraba en la esquina de la habitación, sentado en otro de los sofás, hablando y mayormente besándose con Seulgi.
Todos disfrutaban de la fiesta a su propia manera. Esperen, ¿Dónde está Jin?

—¡Hey! ¿Qué haces aquí sentada? —Me preguntó el susodicho acercándose a mi y agachándose un poco para estar a la altura del sofá, en un tono un poco alto, por la fuerte música de la habitación.

—Estaba comenzando a preguntarme si en realidad merezco divertirme.

—Agh, deja tu mierda depresiva por esta noche, Maddie. —Trataba de animarme haciendo unos pasos de baile bastante exagerados y ridículos, característicos de su icónica personalidad, pero esto no parecía funcionar y Seokjin no se miraba satisfecho. —Espera... Yo sé cómo animarte.

Jin desapareció de mi vista y después, como por arte de magia, apareció Kim Namjoon frente a mi, viéndose igual de precioso que siempre y me tendió su mano que no estaba ocupada por un vaso.

—¿Quieres bailar?

Asentí sin pensármelo dos veces.
Ah, Seokjin, ¿Qué haría yo sin ti?...

𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟; ᴋɴᴊ [𝘦𝘥𝘪𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora