El Indicado - Omegaverse Chriserick

Capítulo 2

Por más que intentaba recordar su nombre no lo lograba, entre los nervios y el miedo quedaba completamente tonto.

- No te esfuerces en recordar - hizo una pausa penetrando mi mirada - pequeño Omega.

- Necesito volver por mi amigo.

- ¿Tú amigo? Ese de seguro anda de zorrita igual que tú - dijo a lo que me ofendí, eso no era cierto.

- No nos ofendas, no nos conoces.

- ¿Tú piensas que se acuerda de ti? Si ni le importó que te fueras - rió burlón - mi amigo está próximo al celo, créeme que no lo soltará.

- Con mayor razón debo ir - dije con la mirada baja.

- Que estresante - apoyó ambas manos en la pared - para eso están ustedes, para prestar lo único que les sirve, sus traseros - miró una vez más mi cuerpo - bueno, tú eres un caso aparte.

Comenzó a burlarse, yo era flaquito y sabía que no tenía mucho que enseñar, tampoco era que me gustara mostrar pero se sentía feo que se burlen de ti.

- Permiso - intenté caminar pero su cuerpo volvió a presionarme contra la pared.

- ¿Tus padres no te enseñaron que a un Alfa no se le hace desprecio?

Claramente lo sabía, me lo advirtieron desde pequeño, a veces hubiera querido no ser un Omega, solo existe humillaciones para nosotros.

Cuando dijo Alfa se me vino a la mente su nombre, Joel me había hablado de un tal Christopher, pero ¿por qué no me dijo que estábamos frente a uno de los Alfa más deseados y autoritarios?

- Y-ya sé quién eres - lo miré asustado - mierda...

- Muy bien, muy bien - se acercó a mi sintiendo mi respiración - cálmate.

- Si.

- ¿Cómo te llamas?

- Me llamo Erick - respondí.

- Nombre demasiado tierno para un puto como tú - rozó mis labios con los de él.

- Solo déjame, necesito irme.

- ¿Por qué? - sonrió de lado - puedo oler tu miedo, sentir tu miedo.

- Lo tengo, enserio, me quiero ir.

- Perfecto - tomó mi brazo con fuerza - camina.

- Espera, espera - intentaba detenerme pero no lo lograba, tenía el doble o quizás el triple de fuerza que yo.

Caminé a su lado sin decir nada, a veces me quedaba atrás y me jalaba para que avance con él.

El frío me estaba matando, tuve la intención de ponerme el poleron de Joel pero fue en vano. Tomó aquella prenda lanzandola lejos.

- Tengo frío - me quejé.

- Sacaremos calor, te sacaré llamas pequeño.

- Espera - me detuve - ¿a dónde me llevas?

- Solo camina - ordenó.

Nos aproximamos al lugar donde estaba primeramente, esperaba encontrarme con Joel y pedirle que nos vayamos.

- Por acá - me tiró del brazo metiéndome al callejón que daba a otra calle - tranquilo y callado.

Llegamos a una calle con solo un par de personas, sentí la mirada de algunos y no me di cuenta cuando me afirmé en el brazo del autoritario Alfa, mi instinto me hizo hacer eso, quería sentirme protegido, pero no sabía dónde corría más peligro.

- Súbete al auto - ordenó - ¿o prefieres que te miren?

- No quiero.

- Súbete o te subo - empuñó su mano. No me quedó de otra que obedecer, un Alfa enojado era lo peor para un Omega, sobre todo para uno tan miedoso como yo.