Ella me dirá con intriga, si, suena horrible, pero ¿que mierda puedo hacer?.—Los demonios no son....—le interrumpo para terminar la oracion—
— Si, no lo somos, no estamos para proteger a nadie, bueno, excepto a los narcotraficantes y a los illuminatis.
Suelto una risa de burla, ella muestra una mirada de miedo, empieza a llorar y yo me aparto de ella al sentarme nuevamente en el sillón.
— Q...qui...quiero que te vayas
Dice el sollozos mientras yo me paró en frente suyo a través de una transportación fugaz.
— ¿Quien te dijo que porque no me quieras aquí yo me voy a ir?.
Digo con una mirada encantadora y una sonrisa en mi cara, ella me mira fijamente a los ojos mientras su corazón va a mil por horas, tiene miedo, mucho miedo.
— Yo...yo no he cometido ningún pecado, incluso me quería ser monja.
Río a carcajadas, no puedo creer que una chica tan linda prefiera ser "Monja".
— ¿Acaso crees que la iglesia está libre de pecado?
Ella asiente mientras yo vuelvo a el sillón.
— Te digo que te equivocas, los peores actos de maldad se realizan entre esas paredes "sagradas". —Hago comillas con mis dedos— rompen las principales reglas del ser supremo de arriba, usan imágenes y figuras para adorarlas donde bien claro dice que no se debe de hacer.
Ella se sienta en el piso mientras llora, yo aclaro mi garganta.
— Eso es...
La interrumpo
— Si, se lo que vas a decir. — Por supuesto que se, su mente está volando en pensamientos que no logró entender perfectamente, quiere salir corriendo e incluso ya ha pensado que mi sonrisa es encantadora. — Las iglesias querida amiga, es un templo para ocultar secretos.
Ella pone su cara en sus rodillas, intenta pellizcar se para ver si está dormida, pero no, sigo aquí.
—¿Por que yo?
Dice empezando a llorar nuevamente, creo que ya he perdido la cuenta de cuantas veces a llorado. ¿No se cansa?
—La verdad no tengo la mínima idea de eso, la pregunta es ¿Por que yo?. He sido tan malo como para ser el amo del infierno, pero no, me castigan siendo un estúpido protector.
—Esto debe de ser una broma— Dice parándose y mirando para todas partes— ¿Dónde están las cámaras?
Vuelvo a reír.
—¿Cámaras?, no mi amor, aquí toda esta mierda es real, que más quisiera que fuera mentira y estar en un sauna infernal.
—Necesito respirar, esto no debe de ser cierto.
— Pues acostumbra te, esto es más real que el infierno
Ella saca un vestido de su armario y entra al baño, yo tomo una revista y empiezo a ojearla, luego de unos minutos sale con un vestido de abuela.
Estallo de la risa, ni mi abuela que posee a su cargo más de quince mil años se pone esa mierda. Es un vestido largo, tapa sus pies, cubre sus brazos y le queda ancho, No puedo creer que desperdicie ese cuerpo en algo tan horrendo.
—Necesitas cambiar de ropa, si sigues así te juro que ni de monja te querrán.
—Si vas a estar aquí, cállate
¡Uy!, eso sonó con rabia, si vamos a compartir juntos, yo pondré las reglas.
Grayce
Salgo de mi casa, intentó despejar la mente, ¿cómo me van a mandar a un demonio a protegerme?, se supone que ya me he ganado el cielo, ¡Dios!, ¿que he hecho para merecer esto.
Voy a cruzar la calle principal cuando aparece el demonio ese a mi lado, no puedo creer que esto sea cierto.
—¿Que quieres?
—Pues tengo que protegerte
— Vete, no quiero que te vean.
Digo mirando para todas partes.
—Nadie me ve mi amor, sólo tu. Pero si quieres que me vaya.
Dice sonriendo, ni siquiera lo miro y sigo mi trayecto, giro hacia atrás y ya desapareció, noto miradas encima de mi, los hombres me miran con cara morbosa, jamás me habían mirado así, y menos dicho esas cosas.
—Mamasita, que rica estas.
Dice un viejo que pasa a la par mía.
— Como quisiera ser ese trasero para estar cerquita de ti.
Dice el otro.
— Ricuraaa. Fuifuiu.
Sigo mi camino sin atender a esas personas, al pararme en frente de la cafetería en donde quede en verme con María noto que traigo un vestido rojo muy ajustado a mi cuerpo, tan cortó que si me bajó a coger algo del piso se me ven las nalgas.
Inmediatamente entro a la cafetería, tomo asiento a la par de María.
—Wow, ¿que te ha pasado?
Pregunta mirándome de arriba hacia abajo.
—No preguntes por favor
—como no preguntar, es un cambio radical., ¿Y esas mechas rubias?
¿QUEEEE?, mechas rubias, ¿Dónde?.
Tomo el porta servilletas y empiezo a ver mi pelo, está cubierto de mechas rubias por todas partes. Tomo el abrigo de María , lo envuelvo en mi cintura, no digo nada y salgo del lugar, me va a tener que escuchar.
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Demonio Protector © FINALIZADA
Фэнтези~EL DEMONIO ME PERSIGUE~ 8/2/2020 - #30 en relato corto. 8/2/2020 - #19 en protector. 10/2/2020 - # 22 en relato corto. 10/2/2020 - #13 en protector 10/2/2020 - #18 en Ángel negro.