|Capitulo 5|

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N/A: ¡Hola!
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Capítulo 5

—Tengo tanta hambre.

Alce la vista cuando escuché a Adela quejarse. Me reí, por lo realmente deprimida que se veía con la brocha de pintura entre las manos. Ni siquiera hacía lo que se suponía debía de estar haciendo.

—Tú decidiste estar aquí —le recordé, miré lo que estaba haciendo y fruncí los labios dándome cuenta de que me faltaba un color, —ahora no puedes quejarte.

Ella hizo un puchero, que hubiese vuelto loco a cualquier chico. Es decir, Adela era linda, lo había mencionado en muchas ocasiones, pero cuando se ponía en plan de parecer un angelito lo era aún más. Se veía tierna e inalcanzable.

—Como presidenta de la clase debo estar aquí —ella me recordó, dejó caer su cuerpo sobre la silla y añadió, —pero pensé que al menos el instituto se apiadaría de nosotros y nos daría de comer.

—La cafetería está en el mismo lugar de siempre —fue lo que le dije, prestándole más atención a las letras que estaba dibujando que a ella misma.

—Y ese lugar es bastante lejos de donde estamos —se quejó de nuevo. Hice un movimiento restándole importancia a sus palabras, alce la vista buscando con la mirada la caja donde estaban los demás crayones de colores.

Yo no era buena con las artes, de verdad que no, pero cuando la mismísima directora se apareció en nuestro curso, y en todos los demás para informar que aquella semana se celebraría la fundación del instituto, y que para dicha celebración se debía decorar, la primera idea que cruzó por mi mente fue: «pues que sean felices los que se apunten para esa mierda», Adela, como presidenta del curso debía de estar presente, y así todos lo demás presidentes.

La cosa era que, para motivarnos la directora había prometido puntuación extra en la materia donde tuviésemos la calificación más baja para el que estuviese dispuesto a ayudar. Y digamos, que mi calificación de geometría descriptiva no era muy buena. Vi eso como una oportunidad que no podía dejar pasar, y de hecho, el montón de estudiantes que estaban allí ayudando a decorar el instituto pensaron lo mismo que yo.

— ¿Qué haces aquí? —Adela me preguntó de pronto, la miré con rareza porque era bastante obvio, ella añadió, —es decir, puedes estar descansando en casa, viendo alguna película, pero estás aquí.

—Ya te dije que necesito la puntuación extra —murmuré. Tomé entre mis manos una de las letras que formarían al final: «Semana de fundación», se veía bastante bien, es decir, no era mi fuerte pero a mi parecer me habían quedado bastante bien lo moldes, y ahora solo me faltaba darles color.

Solté un bostezo porque, de igual forma que Adela tenía bastante hambre. Eran casi las cinco de la tarde y no había comido nada desde el almuerzo. Solté otro bostezo y me dejé caer con la letra entre las manos en la silla a mi lado.

Me fijé en Adela, había dejado de quejarse y se había concentrado en seguir pasándole la brocha con pintura verde a un pedazo largo de cartón donde pondrían unas fotos del instituto. Miré hacia todos los lados, mis compañeros parecían bastante entretenidos con cada cosa que hacían. Se ríen, bromeaban y demás.

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