Zamasu se acerco a Black y lo golpeó tan fuerte en el hombro que realmente le dolió, no como los golpes que Trunks le propinó en la "batalla" que habían tenido minutos atrás.
—¡¿Qué demonios te sucede?! —la voz molesta de Zamasu llegó a sus oídos. —¿Porqué dejaste ir a la mocosa hermana de Trunks?
—Yo no lo se, mi cuerpo se congelo cuando vi el miedo en su rostro —sincero, pero eso sólo hizo enfurecer más al de tez verde.
El peli-blanco permaneció en silencio durante algunos minutos antes de murmurar algo de lo que Black aún no se hacía percatado.
—Estas enamorado de ella.
El peli-negro negó con la cabeza y golpeó fuertemente la pared que estaba a su derecha.
—¿Pero qué estupidez estas diciendo, Zamasu?
La negación en su voz hacía que la pregunta se contestara sola.
—Bien —mumuro el dios. —Entonces ve y matala.
Black no tardo más de dos segundos en darse cuenta que no podria hacer eso.
Zamasu tenía razón. Él estaba enamorado de esa positiva chica de cabellos azules que a pesar de todo siempre sonreía. Estaba enamorado de su forma de pelear y hasta estaba un poco orgulloso de que se hubiera vuelto tan fuerte.
—No.
El peli-palmera sonrío de manera engreída y extendió la palma de su mano en dirección al kaio-shin frente a él.
—El único que morirá ahora serás tú, Zamasu —aseguró, lanzando una esfera de energía que terminó por consumir al peli-blanco. —Yo me encargaré de destruir a los demás mortales sin tu ayuda y de protegerla a ella.
Emprendió vuelo rápidamente en busca de la chica y no tardo demasiado en encontrarla de pie en medio del caos buscando sobrevivientes.
—¡¿Qué es lo que quieres?! —gruñó molesta la joven de ojos azules al verlo, adoptando una posición de batalla.
Él no le presto atención a eso sino que se acerco más a ella hasta acorralarla contra las ruinas de lo que fuere un enorme edificio.
Ella colocó sus manos sobre el pecho de su enemigo para crear un espacio entre ambos lo cual no funcionó. La mano de Black se enredo en el largo cabello de la chica para poder acercar su rostro al suyo.
—¿Qué demonios quieres ahora, Black? —preguntó de nuevo, pero ahora el valor que tenía al principio se había esfumado.
