parte única.

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-¡Mira Jaebumie!- El castaño apuntaba por la ventana, mostrándole al mayor los copos de nieve que caían sobre el jardín de su casa.- Vamos a jugar afuera ¿Si? ¡Vamos, vamos!- insistió tirando de la manga del suéter de lana del chico de 17 años.

-No quiero, déjame ver la película.- El peliazul se quejó mientras se acomodaba en el sofá tapándose con una manta.

-¡Bumie!- Un puchero adornó los bonitos labios del más bajo.- Por favooooor

-Ay. no hagas eso, Jae.- Jaebum tapó su rostro con sus manos, dejando sólo sus pequeños ojos a la vista.

-¿Hacer qué, Bumie?- Preguntó fingiendo inocencia mientras continuaba abultando su labio inferior, sabiendo que de esta manera el más alto no podría negarse a su petición.

-Deja de hacer eso con tus labios. Haces que quiera besarte.- Fingió enojo.

-¿Quieres un besito?- Soltó en una voz tierna y ligeramente más aguda de lo normal a la vez que sonreía haciendo sus ojos más pequeños.

-Quizás...

-Te lo daré.- Jaebum levantó la mirada feliz y sorprendido al mismo tiempo.- Siempre y cuando vayamos a jugar afuera

-Entonces no lo quiero.

-¡Anda, Jaebumie! ¡Vamos a jugar!- Reclamó haciendo un berrinche como si fuese un niño de 3 años al que le quitaron su juguete favorito.-¡No seas aburrido!- Se lanzó junto al chico de ojos felinos y se afirmó fuertemente del brazo de este poniendo la cara de cachorrito más tierna que pudo. Sin embargo, fue en vano, pues su hyung aparentaba no prestarle atención con su vista fija en el televisor que en ese momento reproducía una película de acción.

Molesto y deseoso de atención de parte del chico del que tanto gustaba, se sentó sobre el regazo de este de brazos cruzados, ceño fruncido y labios abultados. Entonces, el joven de cabellos azules no tuvo más opción que prestarle atención al tierno YoungJae sobre él.

-Bumie.- Dijo alargando la última vocal con un tono triste y sus ojitos llenos de decepción.- ¿Por qué ya no te gusta salir a jugar conmigo como antes? ¡Hace tiempo no caía nieve y así es como me pagas! Sabes que amo esta época, ¡Y la amaría más si el idiota que tengo por novio me hiciera caso!- Tomó las cálidas manos del mayor entre las suyas y soltó un suspiro derrotado mientras tiraba su cuerpo hacia adelante para apoyar su cabeza en el hombro del más alto.

-¿Por qué tanta desesperación por salir, Jae? mañana también caera nieve. Ahora quiero estar en casa, no cagandome de frío allá afuera.

-Es que...- Susurró suavemente y algo avergonzado.

-¿Qué pasa, mi niño?- Acarició las castañas hebras del menor, quién levantó el rostro de su posición anterior y mordió sus labios a la par que sus mejillas se teñían de rosa con furor.

-Es la primera vez en dos años que hay nieve. Y sabes que me gusta mucho la nieve... Y sabes que tú me gustas mucho también. Será nuestra primera vez como novios en un día nevado. Solo quería pasar un día divertido contigo. Las dos cosas que más me gustan juntas me harían muy feliz aunque sea por un ratito, Bumie.

Jaebum miró a YoungJae con sus ojos repletos de amor y casi soltando brillos y arcoiris por los poros. La inocencia y ternura de su pareja lo derretía por completo, y ahora se sentía culpable por arrastrar al menos a esto sabiendo lo difícil que era para este mostrar sus verdaderos sentimientos la mayoría del tiempo. Dios, se sentía como un monstruo.

-¿Por qué me miras así?- Cuestionó YoungJae ladeando su cabeza.- ¡Oye, no te rías de mi!- Se quejó cuando vio una sonrisa asomarse por los labios del peliazul, quién la cubrió con sus manos de inmediato.- ¡No es gracioso! ¡Sabes que me da vergüenza contarte estas cosas!- Gruñó al ver como Jaebum no paraba de mover su rostro de un lado a otro y como su rostro se volvía ligeramente rojo.

SNOW - 2JAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora