¿Estoy muerto?
- Ash... Estará bien, ¿verdad?- Esa voz... Eiji, no puedo verte pero sé que sos vos. Tendrías que estar en Japón...
- Lo estará. El cuchillo no dañó ningún órgano vital, debería despertar pronto.
- Menos mal...
No iba a morir por una herida tan absurda y menos después de haber leído esa carta.
Me diste vida, Eiji, y quiero vivirla con vos.
Escuché que la puerta se cerró y alguien agarró una de mis manos entre las suyas.
La suavidad de esas manos podría compararla con la sensación agradable de la seda.
¿Pero qué estoy diciendo?
- No puedo esperar a que despiertes, quiero decirte tantas cosas.
Eiji... Realmente deseo despertar en este mismo instante, también tengo muchas cosas de que hablarte.
- Creo que empezaría agradeciéndote...
Lo escuché reírse.
- No, de verdad no tengo idea de lo que diré cuando despiertes. Tal vez esté tan feliz que comenzaría a hablar sobre mis sentimientos.
La oscuridad profunda de mi mente se empezó a aclarar, vi su rostro, noté como se fueron iluminando sus ojos al verme, su agarre se volvió aún más firme en mi mano y su sonrisa me indicó que todo estaba bien.
- Ash...
- ¿Qué pasa? ¿No ibas a decirme algo cuando despertara?- Le sonreí burlón y sus mejillas se sonrojaron.
- Le avisaré al doctor.- Pensé que se levantaría de su silla, en cambio esta se deslizó, es una silla de ruedas...
Seguramente notó mi expresión.
- Es temporal, tranquilo.- Me dijo con una sonrisa.
- Eiji, tenemos demasiado de que hablar.
- Tenemos tiempo, vendrás conmigo a Japón, ¿No es así?
- Claro que sí. Ahora andá, te estaré esperando.- Asintió y salió del cuarto.Una semana después...
El exterior del hospital, las calles, los ruidos; todo se veía familiar a la vez que extraño.
- Con cuidado...
- Si, si...- Eiji me agarró del brazo.
Ibe nos estaba esperando en su auto. Al llegar, Eiji insistió en subir a los asientos traseros conmigo y logró su cometido.
En un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos en el avión esperando el despegue.Varias semanas más tarde...
Eiji y yo acordamos que tendríamos una cita, nuestra primera cita.
Me siento muy nervioso al respecto...
Iremos a un parque de cerezos. Me dijo que somos afortunados de poder ir en esta época ya que los cerezos estaban floreciendo.
Ya en camino hacia ese "mágico" lugar, me maldije a mi mismo por no haber preparado nada para el picnic. Eiji llevaba una cesta llena de comida y bebidas para nosotros mientras que yo caminaba a su lado con las manos en los bolsillos. Buen inicio de cita, idiota.
- ¿Puedo ayudarte a llevarla?- Le pregunté.
- Oh, ¡no te preocupes! Yo puedo con esto.- Me respondió con una sonrisa.
- Mm... Como quieras...- Tomé su mano y caminamos así hasta el parque.
Acomodamos nuestras cosas abajo de uno de los árboles. Debo admitir que son preciosos.
- No debí reírme cuando dijiste que eran mágicos, perdón.
- ¡Tonto, no te disculpes! Podes apreciarlos el doble.
- Lo haré, ya entendí. Goumenasei...- Eiji se rió, ¿lo habré dicho mal?
- Go - me - na - sai...- Me corrigió.
- Gomenasai...?- Asintió sonriente.
Sacó una cámara de fotos y se puso a fotografiar nuestro alrededor. Recordé que me dijo que le gustaba la fotografía y quería dedicarse a eso.
- Ash, no te muevas...- Click. Fue cambiando de lugar para sacarme más fotos. Click, click.
- ¿Qué tal así?- Puse una pose sensual.
- ¡Perfecto!- Click.
- ¡Sos muy raro, Eiji!- Rompí en carcajadas y él se unió a mi risa.
La estábamos pasando muy bien y su comida japonesa no tenía un sabor tan horrible.
Nos apoyamos en el árbol, creí que ese era el mejor momento para hablar...
- Eiji.
- Ash.- Hablamos al unísono.
- ¿Qué pasa?
- No es nada... ¿Qué ibas a decirme?
- Yo... Eh...- Me quedé en blanco.
- Podemos decirlo al mismo tiempo...
- Parece una buena idea.
- A la cuenta de tres. Uno...- Eiji empezó a contar...
- Dos y...
- ¡Tres!- Respiré hondo.
- Me gustas, Eiji.- Terminé hablando yo sólo. Pude ver como él se sonrojaba.
- ¡Perdón! Dejé que vos solo hablaras... Y...- Suspiró aliviado.- También me gustas...- Ambos sonreímos.
- Ya sabía que estabas loco por mi, no hacía falta que lo digas.- Dije y se sonrojó aún más.
- ¡A vos también se te notaba!
- Lo hice a propósito, baka.- Me fui acercando de a poco a él.
Nos quedamos un buen rato callados observándonos. Cuando me harté, di el paso.
Uní nuestros labios en un beso. Eiji acarició mis mejillas y yo enredé mis dedos en su cabello.
Volví a sentir la suavidad de sus labios después de tanto tiempo, esta vez más relajado, sabía lo que hacía, y no tenía un propósito en específico, sólo quería hacerlo.
Ese beso fue algo nuevo para mi, estaba lleno de amor, me di cuenta enseguida. Eiji me quiere y me enseñó a amar.
Odié tener que separarme por el jodido oxígeno.
Ambos respiramos agitados mientras nos mirábamos. Eiji sonrió levemente y lo imité.
Estoy viviendo. Soy feliz. Nunca creí que podría ser libre y acá estoy, bajando la guardia en Japón con mi novio.
Mi novio... Se me hace raro decirlo pero ¿qué otra palabra nos definiría?
En fin, me alegra haber confiado en él, jamás perdí las esperanzas y después de trabajar duro obtuve mi recompensa. La merezco.
Arigato, Okumura Eiji.
ESTÁS LEYENDO
Another Ending. { Banana Fish AU } ♡
FanfictionUn final feliz para Ash y Eiji. Nada más que decir. ♡ (Aclaración: Utilicé vocabulario argentino.) Espero que disfruten leerlo! 💕🌸