Un hermoso regalo de Navidad (HARCO)

Un hermoso regalo de Navidad

La oscuridad de la noche comenzaba a desaparecer, con la aparición del sol, el cual daba inicio a un hermoso día de verano.

A pesar de ser temprano en el lugar ya se podía ver mucho movimiento, esto se debía a que muchas personas comenzaban a salir de sus casas con destino a sus trabajos.

En el hogar del matrimonio Potter, el cual se encontraba ubicado en el Valle de Godric, Harry se encontraba muy cómodo en el lugar en el que se encontraba, con algo de fastidio abrió sus ojos cuando los rayos solares llegaron hasta su rostro, pero su enojo se esfumó al sentir algo cálido sobre su pecho, bajó su mirada y sonrió, allí se encontraba Draco su esposo, en aquel momento el rubio dormía con tranquilidad.

Las sábanas de la cama se encontraban un poco dispersas y dejaban ver las hermosas piernas del joven. En aquel momento el de ojos grises solo vestía la parte superior del pijama de su esposo, el cual le cubría un poco más abajo de sus muslos. El moreno rió al darse cuenta de que él solo llevaba los pantalones de su pijama. Recordó que el día anterior había sido su aniversario de bodas, y habían organizado junto a Hermione una fiesta para celebrar los cinco años que llevaban de casados, la celebración fue todo un éxito, y al final de la noche hicieron el amor como si fuera la primera vez.

Harry se acercó un poco al rubio y lo besó, luego de algunos segundos Draco despertó.

—Buenos días —saludó el moreno.

—Buenos días —dijo el rubio con una sonrisa. Mientras se sentaba en la cama.

El de ojos esmeraldas volvió a besar al rubio y sonrió para luego dirigir sus labios al cuello de su marido, el cual al recibir aquellas caricias solo rio.

—¿Quieres desayunar? —preguntó.

—Sí. —Se separó finalmente de él.

—Ok, me daré un baño y luego le ordenaré a uno de los elfos que prepare algo —Draco sonrió. Se acercó hasta su esposo le dio un beso y luego comenzó a caminar hacia el baño, pero de repente un mareo lo hizo perder el equilibrio, por suerte Harry fue más rápido y pudo sostenerlo antes de que cayera al suelo.

—¿Estás bien? —preguntó.

Draco asintió.

—Sí, estoy bien, fue solo un mareo —respondió.

Harry no estaba muy convencido, pero igual creyó en las palabras de su esposo.

—De acuerdo.

Luego de media hora la pareja se encontraba en la cocina desayunando, cuando terminaron unos de los elfos apareció en el lugar, hizo una reverencia y retiró todo lo que se encontraba en la mesa, mientras tanto el moreno subió a su cuarto se cambió y volvió a bajar.

—Hoy llegaré un poco tarde —avisó el moreno.

—De acuerdo —Draco se acercó a él y acomodó la corbata de Harry—. Yo trabajaré hasta la tarde en el hospital.

—Esta bien.

Harry era uno de los mejores Aurores de Ministerio de Magia. Mientras que Draco era medimago y trabajaba en San Mungo.

—¿Sabes que te amo? —dijo el rubio.

Harry rió.

—Sí, lo sé —susurró—. Yo también te amo.

La pareja se despidió con un beso y luego el moreno desapareció por la chimenea que se encontraba en la sala, el rubio subió al cuarto, se cambió y también se marchó al trabajo, al llegar fue recibido por algunos de sus colegas y amigos. Llegó hasta su consultorio y saludó a su secretaria.