Cientos de personas saltando, gritando a todo volumen las canciones de aquella banda coloquial a la que, aparentemente, conocía todo el mundo menos yo. No podía parar de observar a la gente sudorosa y pasandoselo en grande, entonces me gire hacia mi amiga, Maggie, que estaba obsesionada porque consiguieramos la primera fila ya que está locamente enamorada del batería, un hombre con enormes brazos y músculos capaces de hacerme trizas con el dedo meñique de la mano. A su lado había un rubio oscuro con pómulos de infarto, encima tocaba la guitarra, ¿Qué más podemos pedir? A su lado estaba el bajista, un pelirojo con el pelo por el hombro, posiblemente teñido que cantaba como un ángel.
Después de fulminar con la mirada a la chica que tenía al lado ya que me había pisado, mi amiga Maggie se acercó a mi.-¿No es guapísimo el batería?- dijo ella sin parar de mover su melena rubia de lado a lado al ritmo de los tambores-
Me limite a sonreir lo más creíble que pude porque era obvio que no era el primero en el que me había fijado.Entonces la música se paró mientras yo miraba asombrada al que tocaba la guitarra, siempre me ha fascinado ese instrumento. El rubio se descolgó la guitarra, se la entregó a un chico que parecía trabajar con ellos y se sentó en el piano situado a la izquierda del escenario. Se acercó al micrófono y comenzó a hablar, metiéndose a absolutamente todo el mundo en el bolsillo.
- La siguiente canción, es una de mis favoritas desde que tengo uso de razón y sigo buscando a una chica con los labios rojos que me haga perder el conocimiento- las niñas que tenía detrás comenzaron a suspirar- se llama "the girl with red lips"
Empezó a tocar las notas del piano con tanta delicadeza que pensé si las teclas estaban hechas de cristal y tenía miedo de romperlas. El único foco mediocre se posó en sus ojos color hazel y comenzó a cantar. Era increíble.
Llegó el estribillo de la canción y la guitarra comenzó a sustituir a el piano, el chico rubio cogió el micrófono y se acercó al público, quedándose a unos centímetros de donde estábamos mi amiga y yo, deteniendose unos segundos en mi pintalabios, de color rojo para luego seguir con la canción.
Cuando terminó de cantar aquella canción volvió a hablar el chico rubio, a mi sorpresa.-Chicos, creo que he encontrado a la chica de los labios rojos- dijo moviéndose nerviosamente por el escenario hasta que se detuvo delante de Maggie y yo.- Castaña, ¿Cómo te llamas?
Mire a mi amiga sonriendo, quizá conseguiría hablar con el batería pero después me di cuenta de que me estaba hablando a mi, claro, mis labios.-Me llamo Hayden, Hayden Jensen- le sonreí mientras él se agachaba de cuclillas para estar más cerca de mi.- y no me llames castaña.
La mayoría de la gente rió ante mi comentario, si supieran que no lo digo en broma.
-Oh, vaya, la señorita tiene carácter- dijo pasándose una mano por el pelo y achinando los ojos- ¿te conozco de algo?
- No, no lo creo- dije negando con la cabeza mientras comencé a sudar como un animal por los nervios, para mi suerte se levantó de nuevo ante la regañina del pelirrojo.
- No te preocupes, nos conoceremos.- dijo y volvió a tocar las siguientes canciones dejándome totalmente anonadada ante sus respuesta.
El resto del concierto se me pasó super rápido y no podía dejar pasar las miradas del chico desconocido asique decidí preguntar a mi amiga mientras salimos del local, dios, que agobio con tanta gente aquí.
-¿Cómo se llama el guitarrista?- dije yo sonriendo a mi amiga, la cual me miraba con una mirada cómplice.
Se paró para abrir la puerta del coche sin parar de sonreír, oh Dios, que miedo daba con esa sonrisa.
- Se llama Hunter y parece que le has gustado- dijo atusandose el pelo rubio platino hasta que se quedó conforme.
- No se acordará de mi en un par de minutos, sólo ha coincidido que llevaba este maldito pintalabios. Dije sacando del bolsillo mi pintalabios rojo.
-A ese chico no se le olvidan las cosas tan fácilmente ¿sabes?- dijo riéndose y arrancando su Renold color rojo fuego y dejando el polvo por el camino y a mi amor platónico.
Hunter.
Suena bien.
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THE GIRL WITH THE RED LIPS
Teen FictionNunca se ve tan obscuro como cuando está a punto de amanecer.