Es una habitación amplia, se trata del living de una casa, hay un sofá y dos sillones rodeando una mesa ratona que se encuentra orientada frente a un televisor, múltiples fotografías familiares decoran las paredes, los pisos son de un tono caoba y las paredes son blancas, hay mucha luz, principalmente proveniente de dos grandes ventanas que dan al patio de la casa.
Una chica está sentada en el sofá con el celular en la mano, otra se acerca y se le sienta al lado:- ¿Qué haces?- pregunta la recién llegada espiando la pantalla del móvil por encima del hombro de su amiga.
-Miro Instagram.- contesta la susodicha, mientras con el pulgar desliza el inicio de su cuenta en la red social.
En la pantalla podemos ver una foto de una chica esbelta, rubia, extremadamente flaca y con musculatura ligera pero marcada, está en ropa interior y luce un bronceado caribeño, su rostro se ve adornado con una sonrisa perfecta, responde a una cuenta llamada "Victoria's Secret". La dueña del celular toca dos veces la pantalla, dándole me gusta.
Seguida de esta, hay una foto de comida, es una pila de waffles bañados en Nutella, una pasta de chocolate con sabor a avellana, junto a la pila, vemos un Milkshake (batido de leche) de chocolate y crema.-Que rico.- exclaman las amigas al mismo tiempo. Otro me gusta.
Tres chicas flacas, dos luciendo maya enteriza y la tercera una bikini, están en una pileta pero de fondo se ve un paisaje amplio, casi paradisiaco, se trata de la cuenta de una marca de ropa promocionando los conjuntos del verano. Me gusta.
El inicio continúa así, marcas comerciales promocionando sus productos, alguna que otra foto de algún amigo o conocido mostrándose pasando un buen rato y comida.
-Qué raro, ¿No?- pregunta la muchacha que no controla el celular.
-¿Qué cosa?- contesta la otra, sumida en la observación de las fotos de su inicio.
-Como que tenés una foto de modelos de Victoria's Secret seguida de un montón de comida, ¿No te la baja un poco?
-¿Bajarmela? ¿Por qué?- interroga dejando el celular a un lado para mirarla a los ojos.
-Y porque es imposible tener las dos cosas, ya de por sí es medio imposible tener un cuerpo como las modelos de Victoria's Secret, tipo, es raro que una chica tenga esa altura, pero encima a vos te aparece una foto de una de ellas, que es algo inalcanzable, seguido de una foto de comida, que lo vuelve todavía más inalcanzable.
Un segundo de silencio.- Qué se yo.- contesta la dueña del celular.
-Yo dejé de seguir a esas páginas.
-¿Cual de las dos?
-Las dos, la de comida me daba hambre y si comía algo parecido, ni siquiera igual porque claramente no tengo churros de Nutella en mi casa, después me sentía culpable porque engordaba, y la de Victoria's o esas páginas así me hacían sentir mal conmigo misma, eran un poco la razón por la que no quería engordar. Desde que dejé de seguirlas me siento mejor.
-A mi no sé si me afecta tanto.
-¿Entonces por qué te la pasas haciendo dietas?
Silencio.
-No estas gorda, al contrario, estas re flaca, y creo que estás bien de salud, no necesitas ninguna dieta, y sin embargo estás todo el tiempo cuidándote, y cada vez que comes algo más o menos grasoso después me contas que no cenas.
-No es tan así.- la contradice la dueña del celular removiéndose incómoda.
-Ah, ¿No? Entonces, ¿Cómo es?
-Hago dieta para cuidarme, para estar bien.
-Yo no te veo bien cada vez que evitas comer algo o que te agarra la culpabilidad por comer.- la acusa la otra, dándose cuenta de que quizá está siendo demasiado dura con su amiga, agrega:- Te lo digo por vos, porque me preocupa, pero igual sé que no sos vos sola, somos todas que estamos en la misma, y la sociedad no ayuda, porque tu inicio de Instagram es el inicio de casi todas, y la verdad que no es real eso que vemos ahí. Nadie sube una foto a Instagram todo arruinado, o en donde se le ven los rollos o en donde lo vemos como es todos los días, al contrario, subimos fotos de cosas particulares, cuando estamos arreglados y en lugares piolas.
Ambas se quedan pensando un momento.
-Es más,- continua.- si te pones a pensar, es raro ver en Instagram a gente con rollitos en la panza, a pibas con celulitis o estrías, o a personas con cicatrices, cuando en realidad es lo más del mundo, tipo, todos tenemos algo de eso, bueno, al menos que seas una modelo de Victoria's Secret, pero ¿Cuántas modelos tiene Victoria's Secret? ¿Treinta? O sea, son más o menos treinta personas las que tienen ese cuerpo "perfecto"- dice haciendo comillas en el aire.
La dueña del celular, que la había estado escuchando callada, asiente con la cabeza.- Sí, tenes razón, ahora igual hay como una especie de gordofobia, ¿Viste? Entras a Twitter y cada dos por tres hay gente criticando a las chicas con sobrepeso que suben fotos en maya o así, diciendo como que están promoviendo un estilo de vida no saludable, hablan del colesterol y de todas cosas así. Eso es una estupidez, hay un montón de gente flaca que come como el orto y nadie les dice nada, ellos seguro tienen tanto, o incluso más, colesterol que una persona con sobrepeso, pero lo peor es que ni se enteran porque no van nunca al médico, y después hablan de salud...- completa negando con la cabeza.- Aparte de que las personas que sufren de obesidad, por lo que leí, pueden comer re poco y cuidarse un montón e igual seguir sufriendo de sobrepeso, y además de vivir con eso, tienen que soportar a estos tarados que saltan a discriminarlas cuando están empezando a aceptarse a sí mismas, a lograr mostrarse tal como son.
-Sí, totalmente.- asiente con la cabeza la otra muchacha.- También me vuelve loca leer a pibas que dicen que las chicas flacas no deberían quejarse de su cuerpo o tener problemas de autoestima, como si el que te cueste amarte está reservado sólo para un grupo de gente.
-Olvídate, es una locura.
-Además las imposiciones sociales las tenemos todos, independientemente de si somos más flacas, gordas, altas o bajas, los pibes también, aunque capaz uno lo ve un poco menos porque bueno, el cuerpo del hombre no está tan bajo la lupa como el cuerpo de la mujer.
-No te creas eh, mi hermano tiene un montón de complejos, va todos los días al gimnasio, hace dietas, se pone cremas y se pesa cada dos por tres, no toma alcohol porque dice que son calorías vacías, que no le sirven de nada, y hace no sé cuántos meses que no pisa un McDonald's o come una pizza, mis viejos ya están preocupados.
-¿De verdad me decís? Que bajón.
-Totalmente, aparte yo creo que el tiene menos libertad para hablarlo que nosotras, porque si se lo cuenta a los amigos, lo tratan de minita y con nosotros no logra abrirse.
-Es una mierda todo.
Ambas se quedan en silencio.
-En realidad, nosotros deberíamos hacernos cargo si queremos cambiar algo.- reflexiona la amiga de la dueña del celular.
-¿A qué te referís?
-Y sí, ponete a pensar, ¿Qué pasaría si en lugar de subir fotos perfectas, todas editadas a las redes sociales, subieramos fotos reales? Onda, en donde se vean la celulitis, las arañitas, los rollos, las estrías, la panza, todo.
-Eso no va a pasar.- niega la poseedora del móvil.
-¿Por qué no?
-Porque estamos todos demasiado perseguidos, porque el miedo a lo que dicen los demás gana más que mejorar nuestro estilo de vida y el cómo nos vemos a nosotros mismos.
Otro silencio reflexivo.
La dueña del celular lo agarra entre sus manos, frente a los ojos de su amiga, abre Instagram y deja de seguir a Victoria's Secret, las cuentas de comida y las de marcas de ropa.-¿Vamos a tomar un helado?- ofrece cuando termina.
-Dale.- acepta la otra.
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Cuentos de mate y bizcochitos
Короткий рассказMomentos, dialogos y vivencias por los que todos podemos pasar con (o sin) unos mates y unos bizcochitos de por medio. Los invito a leer el prólogo, para comprender un poco más de qué se trata lo que estoy escribiendo, pero cada uno de estos capítul...