ㅡPequeño, recuerda que eres sólo mío Bee nadie más tiene derecho de verte como yo lo hago, me perteneces. No permitiré que ningún Decepticon vuelva a quitarte tu voz, no permitiré que te hieran nuevamente. Desde que vi agonizar a tu padre a manos d...
*** Estamos acostumbrados a que en nuestro planeta se acostumbre la inestabilidad, claro está en algunas ciertas épocas del año ocurren masacres. Cuando la Luna aparece y nadie se percata de ello y creo que a la mayoría de la gente no le importa a menos que sea familiar cercano y/o un pariente lejano a la mayoría de la gente les preocupa recuperar esa estabilidad que nos caracteriza como sociedad.
A diferencia del planeta Tierra; Cybertron era un pueblo muy calmado, la mayoría de la gente desempeñaba funciones galácticas como mantenimiento de naves, también desempeñaban funciones de ejército y por sí fuera poco las pocas mujeres que habitaban ese pequeño rincón del universo se encargaban de patrullar, atender a los pequeños bebés robots y una mayor cantidad mantenía funciones militares y de comandancia. En cada pared que te encontrabas del lugar había al menos una pantalla inteligente que usaba energía atómica o recursos de neutrones para estar funcionando, también era común ver aviones especializados patrullar la entrada principal que conectaba el planeta con los demás de la galaxia. Hasta aquí podemos ver que las cosas marchaban bien, la mayoría de hogareños convivían, se conocían entre sí y por si fuera poco eran ejemplos que se les daba a los más pequeños.
De todos los habitantes de ese planeta destacaban 2 robots de categoría élite, para ser más claros ambos eran padres del pequeño Bee y ambos eran encargados de cuidar a su líder Óptimus. El padre de Bee se encargaba de comandar el ejército y que se siguieran las leyes del emperador al pie de la letra, mientras la madre de Bee se encargaba de ser guardaespaldas y comandante de la liga que permitía el paso de paz entre muchas naciones galácticas. Para ser más específicos nadie se percataba que en los suburbios muy por debajo de los cimientos del planeta X, se encontraba levantándose una coalición entre algunos traidores de los cuales Óptimus tenía conocimiento y creyó que darles escarmiento en prisión cambiaría la manera de pensar, de vivir y de expresarse. Sabía que eran de poderes ultra avanzados, y tenían a varios piratas que vagaban de una vía láctea a otra en busca de gente que se les uniera y eran famosos por sus saqueos y mayormente lo degenerados que eran al matar a sus rivales. Toda esa información llegaba a los oídos de Optimus, pero nunca le dió una solución rápida.
*** Hablemos un poco de la vida de Bee. Bee, el apodo que sus padres le habían puesto al pequeño torpe robot que se destacaba por ser tímido y apartado de la gente. Aunque es cierto, para ese entonces Bee apenas alcanzaba los 16 años de edad. Él soñaba también con ser un soldado de alto comando y tener un armamento como el máximo emperador tenía, mayor estatura, mayor complexión, mayor fuerza de ataque, mayor audacia y sobre todo mayor agilidad a la hora de combatir a un adversario. Pero a Bee le fallaban algunas cosas debido a su genética robótica que le habían heredado sus padres o algún fallo en la tarjeta madre que lo regía. A Bee le faltaba un poco de altura para poder pertenecer a una escuela en donde los formaban físicamente y hacían pruebas para que fuese un robot de alta calidad, sin embargo debido a ello recibía algunos comentarios hirientes que lo hacían dudar de sus propias habilidades.
ㅡNunca podré ser un orgullo para mi familia. Bee murmuraba para sí mismo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esas palabras seguían a Bee todo el tiempo, haciéndolo inseguro y de vez en cuanto él frecuentaba deprimirse por la presión que sus papás, maestros oponían en él. Bee acostumbraba a quedarse en su cápsula para poder sacar sus conexiones y así retomar energía que la vida misma le estaba quitando.
ㅡMamá... Exclamaba mientras sus pupilas se tornaban de un azul celeste. ㅡQuiero un abrazo tuyo, ¿Por qué siempre tienes que estar trabajando para tu planeta y nunca para tu hijo? Suspira pesadamente en lo que lleva su mirada hacia las pequeñas partículas de estrella que lo bordeaban tratando de aplastar una con sus dedos de metal.
