Recíproco

~2~

Música pop sonando en la habitación, una fragancia a rosas invadiendo la habitación, un paquete de folios blancos y un gran número de bolígrafos de colores esparcidos por la mesa de su escritorio. "Perfecto", pensaba Elsa mientras veía el ambiente tranquilo que había logrado que su habitación tuviera. "No hay ambiente más romántico que este", volvió a decirse a sí misma con una sonrisa surcando sus labios.

Aún le costaba asimilar lo que estaba haciendo. A su antigua yo jamás se le hubiera pasado por la cabeza escribir una carta para declararse, es más, era probable que incluso se hubiera burlado por tan solo pasársele tal pensamiento por la cabeza. Tal y como haría Jack cuando se enterara...

Bufó molesta, incluso en sus pensamientos más profundos aparecía él molestando. ¿Tan buen rival lo consideraba? Negó con la cabeza frenéticamente. Era un buen contrincante para ella porque era al único que consideraba como tal. Mérida tenía muchos pretendientes detrás de ella aunque no lo supiera, pero en su opinión solo él era su rival en el amor, porque solo Jack y ella conocían lo suficiente a la pelirroja para poder "pelear" por ella. Aunque claro, sus supuestas peleas jamás iban más allá de fulminarse con la mirada y algún que otra burla entre ellos. El odio que sentían por el otro era recíproco.

Tomó un bolígrafo azul entre sus dedos y frunció el ceño, dispuesta a concentrarse de ese instante en adelante en su labor. ¡Escribiría una carta de amor y se le declararía a Mérida como diera lugar!