-la calladita-

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Su trabajo solía ser bastante monótono, ser guardia de una fábrica de ataúdes no era tan interesante como se lo había imaginado después de todo, esa noche era espesa y fría, sus ojos se cubrieron de niebla por el vaho de su suspiro y entonces la vio, solo supo quedarse inmóvil mientras una mujer con un vestido blanco y largo se perdía atrás de algunas cajas fúnebres que estaban paradas en proceso de fabricación, su linterna callo al suelo mientras Eunhyuk se repetía mentalmente "otra vez no..." 

Creepypastas de Super JuniorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora