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El cielo estaba despejado con sus intervalos nubosos, a lo lejano de las colinas podías apreciar el hermoso amanecer dorado cubierto de destellos rojizos que daban a entender que tu mañana iba a ser fabulosa, sin importar que pasara a los costados del mundo.

Su caminar era pacífico y tranquilo y más si portaba sus casuales audífonos introducidos en sus oídos, la música que estaba sonando era una de sus favoritas por el simple hecho de que su antigua pareja se la dedicó en un día sumamente importante y especial. Una sonrisa apretada de melancolía se figuró en aquel rostro delgado provocado por aquel recuerdo que le golpeó desprevenido.

Los mechones de su cabellera rubia cubrían un poco su vista, era consciente de que necesitaba un corte de cabello alrededor de esta semana.

Sus labios rojizos se abultaron y sus pupilas se ensancharon al observar aquella reja de metal color azul que rodeaba su nueva universidad, el tamaño de ese centro educativo era fenomenal; aún más grande que en el que anteriormente estudiaba, si su vista no le fallaba podía mirar el campus enorme con pasto sintético muy bien mantenido. En el portón de la universidad se ubicaban dos policías con caras no muy amigables, pero eso no le importaba ahora. El estacionamiento era también algo para quedarse con la boca abierta, las hileras de los automóviles estaban ordenadas y ninguno de los vehículos violaban el espacio especial para las personas discapacitadas. Haciendo su cálculo muy rápido podía deducir que había más de cincuenta árboles pasando la banqueta amarillenta.

Sin despegar su vista de enfrente y sin quitar esa cara de asombro acomoda muy rápido su mochila celeste, jalando de las tiras que cuelgan para asegurarla más a su espalda. La música de su móvil se corta abruptamente ocasionando que alce una ceja y despegue la mirada de la universidad.

Con su regordeta y pequeña mano saca su celular de la bolsa izquierda de su pantalón, observando que tiene tres mensajes de su madre y una llamada entrante de ella. Sin tener nada en mente la descuelga y habla utilizando el manos libres de sus bocinas.

Hola, mamii, ¿Qué pasa?.— dice con su tono de voz chillona sorprendiendo a algunas personas que van pasando por su costado.

Hola, cariño ¿Estás ya en la universidad?.— pregunta la mujer de la otra línea con voz cálida.

- Voy a entrar apenas ¿Por qué?- habla escuchando unas cuantas risas por parte de la línea contraria.

- Mmm.. olvidé recordarlo, cielo...- suelta una risa tímida - tu profesor nuevo que te dará literatura te asignó a un tutor para que te pongas al corriente con las clases.

- ¿Si? ¿Y cuál es su nombre? Necesito saberlo para encontrarlo más rápido, las instalaciones de esta universidad se ven que son grandes.- habla en rubio, dejando por un momento su boca abierta al mirar un auto deportivo color rojo con fachada bastante nueva, sus ojos más se expanden al observar como las puertas de ese vehículo se abren hacia la parte de arriba quedando como si el automóvil tuviera alas. De él se baja un chico con lentes oscuros y pelo ¿Rojo? Si, su cabellera era pelirroja y se miraba bastante cool para el criterio de Jimin, el uniforme que portaba era azul; ese mismo que el también tenía que utilizar, el saco que traía puesto venía muy bien planchado al igual que sus pantalones y de sus zapatos el mate negro lucía.

-¿Jimin, me estás escuchando!?- se exaspera su madre al no escuchar respuesta por varios minutos- ¡Park Jimin! ¡Es de muy mala educación ignorar a tus mayores y más yo siendo tu madre!.

La voz de su progenitora retumba en sus odios ocasionando que pegue un brinco y se sobresalte en el lugar en el cual se encuentra parado.

- P-perdónn es que.. creo que ya me...- susurra muy bajo y corta sus palabras para dar una negación.

The Jeon Twins ➸2 JJK,1 PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora