Capítulo único

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Es un asco, todo es un asco.

Pensó Kibum, mientras pasaba de canal en canal, todo estaba lleno de publicidad navideña, de familias llenas de amor, de parejas besándose bajo los muérdagos, de cuentos donde todo tenía un final feliz, estúpida publicidad, quien rayos había decidido que la navidad era todo eso.

Era veinte de diciembre y ya todo estaba lleno de la magia de la navidad, magia que no existía y que solo terminaba con el dinero de todos aquellos que se creían ese estúpido cuento, y sí puede que él fuera un amargado, después de todo no tenía razones para celebrar esas fechas.

Sus padres se habían divorciado cuando él solo tenía ocho años y desde entonces las navidades ya no habían sido iguales, los regalos siempre aparecían debajo del árbol pero ya no había más cena caliente, no había abrazos, ni besos de buenas noches, ya no había una familia. Dejó de celebrar la navidad momentáneamente hasta que ingresó a la universidad y conoció a sus amigos; Taemin, Jinki y Minho, eran los mejores amigos de su vida y por un tiempo pasó los veinticinco de diciembre con ellos, cantando villancicos, comiendo hasta hartarse y quizás bebiendo hasta perder la conciencia. Fueron las mejores noches de navidad.

Pero actualmente ya no podía pasarlo con ellos, Jinki se había casado y ahora vivía en un pequeño pueblo de Jeju junto a su bella esposa, Taemin y Minho quienes habían sido novios desde sus años de universidad eran unos recién casados disfrutando de su luna de miel en Hawái, y sus padres... bueno ellos seguían enviando los regalos de siempre.

Así que él estaba ahí haciendo compras navideñas aún en contra de sus propias palabras, porque en verdad no le gustaba pero al menos quería tener un poco de esperanza en su departamento, después de todo era el único de sus amigos que seguía soltero.

Cuando sus compras terminaron subió todo a su pequeña camioneta y se encaminó de vuelta su departamento, la radio iba encendida y como era de esperarse una canción navideña sonaba, de manera inconsciente rodó los ojos y estiro su mano para apagar la radio, la nieve ya había comenzado a caer y las calles estaban tapizadas de blanco, el frío era infernal.

Estaciono su auto en el pequeño porche y bajó con cuidado las cosas que había comprado, ya tenía un árbol de navidad, regalo de Taemin. Así que solo había conseguido pequeños adornos para el árbol, incluso terminó comprando un poco de muérdago, no sabe cuál fue su razón si al final no planeaba pasar las navidades con nadie. Subió los escalones que lo separaban de su casa y entonces algo lo sorprendió ahí.

Un pequeño cachorro blanco lloraba y rascaba con sus patas la puerta de su departamento casi con desespero, el pobre animal parecía estar congelándose por el frío, a Kibum se le encogió el corazón ante la vista y se apresuró hasta el animal que comenzó a mover la cola de forma alegre ante su presencia. Era todo una monada.

En cuanto la puerta fue abierta el cachorro se apresuró a entrar y escaneo todo a su alrededor antes de dar unas cuantas vueltas y tirarse sobre la alfombra a un lado del sillón donde parecía estar más tranquilo. Kibum rio ante la acción y se acercó al cachorro acariciando con cuidado su pelaje que era tan suave.

Se preguntó cómo es que un cachorro había llegado hasta su casa, como es que habiendo más puertas este solo lloraba frente a la suya, casi como si lo conociera como si esa fuera su casa. Kibum llegó a la conclusión de que ese cachorro estaba perdido, así que simplemente más tarde le sacaría una foto y la publicaría en sus redes.

El cachorro siguió durmiendo y él solo pudo observarlo antes de caer dormido.

Esa noche Kibum soñó con un chico de ojos color avellana, con labios gruesos y una voz encantadora que lo arrullaba.

Una Navidad con Kibum ↪ JongKeyWhere stories live. Discover now