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Es cierto que los animales tienen sentimientos, no solo sienten gratitud y cariño por sus amos, también pueden sentir amor más puro que el de cualquier ser humano.

Yuri era un gato callejero, desde cachorro se había acostumbrado a vivir solo en las calles, su madre era una gata doméstica y al tenerlo la ama de ésta botó a la basura a Yuri con tan solo unos días de nacido. Aunque parecía imposible logró sobrevivir y ahora era un hermoso y saludable gato.

Sus días los pasaba robando comida de tiendas cercanas, brincando de techo en techo y visitando a su amigo Otanyan, un gato doméstico que se convirtió en su amigo al convidar un poco de su comida con él.

—Yuri, deberías considerar dejarte adoptar, un día de estos un auto puede atropellarte o un humano puede matarte... no hay lugar más seguro que un hogar fijo —reprimió Otanyan mientras compartía su plato de croquetas con Yuri.

—No molestes con lo mismo de nuevo, Ota —gruñó comiendo rápidamente, ese era su primer bocado en dos días y estaba por desfallecer de hambre.

—Simplemente digo lo que es mejor para ti —insistió.

—Los humanos son idiotas, valoro mucho mi libertad.

—Eres demasiado necio... —suspiró resignado y dejo que su amigo terminara de comer.

Después de que Yuri terminó de comer y beber Otanyan quiso seguir tocando ese tema.

—Ya te dije que no, no insistas —dijo limpiando sus bigotes.

—Vamos Yuri, un amo no es malo, por el contrario, son personas que te llenan de amor y comida con tan solo un maullido.

—¿Mila es así? Parece que está loca por ti, tienes demasiados juguetes... —golpeó un ratón de juguete que estaba a su lado.

—No le digas así —dio un pequeño golpe a Yuri. —Mila es mi ángel salvador, si no fuera por ella seguiría viviendo en la calle o ya estaría muerto...

—Auch, auch, no te enojes... es solo que me parece raro que te trate con tanto amor... —lamió el lugar donde Ota le golpeó.

—Eso es lo que significa tener un humano, alguien que siempre te va a quere...

Antes de que Ota reaccionará Yuri ya estaba al borde de la ventana —Me aburre este tema del amo amoroso y blah blah blah... Cuídate Ota, nos vemos después —de un solo salto llegó a un árbol cercano y descendió hasta el jardín, era hora de ir a robar algo para la cena y la carne de las tiendas del centro eran la mejor opción.

Escabulléndose de azotea en azotea llegó a una carnicería cercana a la preparatoria #8, justo era la hora de la salida por lo que entre tanta gente sería fácil perderse y robar sin dejar rastro.

Se acercó con cuidado y jaló un gran trozo de carne de cerdo, vaya manjar.

Pero no salió de acuerdo a lo planeado.

El dueño de la tienda se dio cuenta y el felino comenzó a correr negándose a soltar aquella pieza, el humano tampoco se quedaría tan tranquilo, fue tras el gato gritando que se detuviera como si éste le fuera a hacer caso.

Un grupo de estudiantes estaban cerca de ahí y solo por "diversión" participaron en la persecución del pequeño Yuri.

Yuri soltó el trozo de carne y corrió lo más rápido que pudo pero aquellos estudiantes seguían pisándole los talones, trepó un árbol y uno de ellos le lanzó una roca para hacerlo bajar, los demás, entre risas, fueron uniéndose, una lluvia de piedras rozó a Yuri hasta que una le dio directamente en una de sus patas delanteras haciéndole una herida que pronto comenzó a sangrar.

Love of seven lives ♡   ʃ   PliroyWhere stories live. Discover now