Rentar un apartamento es un peso extra que vale la pena si queda cerca de la universidad y tienda de autoservicio donde trabajaba como empleador regular; en donde, las veinticuatro horas que tiene el día, labora de diez a ocho con facilidad de rolar turno y se dedico a estudiar todo la mañana.
Agradecía a ende por estar en su último año.
La vida social desapareció desde que Furihata decidió vivir solo e independizarse de su madre y padre. Ahora comienza a arrepentirse de no aceptar la ayuda de sus progenitores o hermano; lo peor. Los vecinos solían acosarlo, chiflar o soltar improperios a Kōki. La única persona que convivía de buena manera y lo trata bien es una mujer muy anciana que cada día de cada semana repite la misma historia sobre cómo le dio a todo a sus hijos y estos le abandonaron sin más, para proseguir a invitarlo a pasar a su departamento.
Empero a cada mal momento existía una dosis de fantasía cuando él cruzaba el pasillo.
Todo valía la pena si lograba verlo en el ascensor o que saludara cada vez salía a caminar con una simpática sonrisa. Le correspondía de manera inmediata y se adentraba al departamento, no quería ser demasiado obvio con los sonrojos que cubrían a proporciones sus orejas. Tal vez sea poco decir que hace el corazón saltar y llenar su estomago de inquietas mariposas. El castaño no conoce su nombre, ha tratado de averiguar sus manías pero la pena puede más que nada y tan solo se vuelve una masa de tartamudeos y nervios sudorosos.
Tan solo su hermano Kentaro sabe cuántas cartas a su destinatario he escrito sin enviar; hablando de como seria conocerlo y entablar una conversación sin que sude o se ponga tan histérico de lo maravilloso que hizo su mañana al momento de saludarle en el elevador. Cada correspondencia acumulada sobre la caja bajo la mesa principal llevaba como contenido las acciones que sobresaltaban sus sentidos y enloquecía a su razón.
Todo y nada de lo que soñaba pasar con él.
O por lo menos así lo creía hasta ese fatídico día.
El final de la semana de firmas para promedios paso entre idas y vueltas a la facultad que se encontraba totalmente inmerso con discusiones poco importantes con los profesores que su cabeza llego a ser un caos; inclusive llegando a la mañana siguiente por su horario nocturno. Hubo quejas con el gerente por la in-puntualidad en el toque de queda. No le dio mucha importancia, después de todo esas personas no tenían el mínimo conocimiento de lo que era trabajar y estudiar además de llevar sobre los hombros un peso de renta y estabilidad. Si creen que es todo esperen a llegar a la mejor parte.
Ellos no lidiaban un enamoramiento.
Pero volviendo al caso. Kōki descubrió que su vecino tenía una pareja; no fue con intención descubrirlo, de ser posible lo borraría de su memoria. Suficiente ya tenía de ese día. No fue hasta que llego a su compartimiento y escribió un mensaje.
"Mi enamoramiento se esfumo como espuma al viento"
—Que tonto soy...
No noto como el singular brillo de notificación aparecía en la pantalla al largar el móvil en el buro al costado de su cama, mucho menos quien lo enviaba. Vaya que sería un problema. El sueño, el estrés y demás me adormilaron cual droga en el sistema y cayó inconsciente sobre las blandas almohadas.
........♥
El olor de los panqueques que Ken preparaba cada viernes llegó a sus fosas nasales e hicieron rugir su estomago; por un instante pensó en gritar y pedir que trajera el desayuno a la cama, pero luego todo le cayó como balde de agua fría. Con apuro busco su celular y vi un sin fin de mensajes del mismo remitente. Sin embargo no fue eso lo que consiguió levantarlo.
9:45 am
Un grito resonó en la habitación, salto de la cama arrancándose los pantalones y calzoncillos; no alcanzaría para desayunar o ingerir alimentos. Se disculparía con Ken después. La ducha fue con mucha velocidad y saltos de por medio, ya que el agua caliente no tuvo tiempo de salir.
¿Por qué demonios la alarma no sonó?
Tropezó un par de veces en el tapete. Eso no lo detuvo. A velocidad de un rayo se coloco ropa interior limpia y unos pantalones; quizás mientras desayunaba algo podría secar su cabello con una toalla. Su hermano buscaría una camisa en lo que devoraba esos esponjosos círculos con mermelada; como los viejos tiempos de secundaria.
— ¡Ken! — Con colisión abandono su cuarto y cruzo la sala a la cocina. — No alcanzare a los chicos a esta hora, me voy a...
Su respiración quedo atascada de un segundo para otro, el abrupto parar logro tirar como lluvia las gotas que descansaban sobre los bordes de cabello mojado.
— ¿Kōki?
Frente suyo, con café en mano y una mirada pasmada estaba él y a su costado Kentaro.
Un nudo se formo en la boca de su estomago y un frio recorrió su espalda lumbar. Se le enchino la piel y por consecuencia sus pezones se tornaron erectos. No pudo salir del trance hasta que los dedos de Ken dieron u leve golpecito en una de sus tetillas. La ensoñación se termino junto un chillido escandaloso.
Cubrió su pecho con las manos y giro levemente el torso. Lo enfoco y allí descubrió una ceja alzada con interrogación. Y como no hacerlo.
Todo su rostro se pinto de escarlata, llegando al borde de su cuello y orejas.
El mayor castaño vio incomodidad en sus ojos y suspiro pesado
— Aun tienes jabón el cabello Kouchan, lávate bien y por favor ponte una camisa. —Tomo uno de sus mechones con burbujeo. Furihata no quiso responder. Si lo hacia su voz saldría como la de una colegiada y luego tendría que soportar sus burlas. Así que su mejor opción fue mirarlo frunciendo el ceño. —Y no reproches, yo te llevare la ropa. Además...es Sábado
Finalmente terminando la escena lo corrió a empujones de la puerta.
No sabia la batalla que se llevaría a cabo en su ausencia.
...........♣
Para el hermano de Furihata-kun estuve investigando, quise ver si encontraba algo, pero nada. Pero me lo imagino o veo, mejor dicho, como un Genderben de Aida Riko. xD
Ahhhh~ mientras revisaba en forma general me acabo de dar cuenta.
Escribí dos veces lo mismo XC
Lo siento.
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Sencillamente
FanfictionLos escenarios entre ellos podian ser de los mas caotico, insufribles o un batallon de ser posible; Por que asi sucedia, por que sus personalidades se completaban cual rompecabezas. Sencilla y paulatinamente. Por que ellos eran Furihata Kōki y Akash...