Capitulo XLVIII. • Palabras bonitas •

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Dos semanas después...

Narra Vic.

Hoy comenzaría mis terapias , la semana pasada no fui , tenía gripe y no quería salir de casa.

Mike y Alysha me acompañarían , pues la rubia se había convertido en una gran amiga para mi. Como me gustaría que fuese Wú quien me acompañara. Pero claro por idiota , yo fui quien la alejó. Merezco una cachetada por masoquista.

Mike me subió al auto y la rubia subió también , mientras Mike ponía la silla de ruedas en el baúl del auto. Como odio depender de otras personas , ahora dependía de Mike para todo , y no me gustaba. Era vergonzoso que mi propio hermano tuviera que meterme a la ducha. Aún no me acostumbraba a estar así. Esto es horrible.

- ¿Estas emocionado? - pregunto la rubia.

- Pues... no. No quiero hacerme ilusiones Aly , pero tengo que confesar que estoy algo nervioso. - le respondí.

- Todo saldrá bien , verás que si. - dijo Mike intentando animarme.

Aveces era increíble el positivismo de Mike , se que lo hace para animarme pero jamás lo lograba.

Llegamos al hospital donde me harían las terapias. Mike fue a hablar con un doctor y la rubia fue al baño , se quería quedar para no déjame sólo , pero la pobrecita estaba a punto de que le explotara la vejiga.

- ¿Vic? - pregunto una voz de adolescente. Oh no niños. - ¡Oh por dios , eres tu! - se acercó a mi - lo siento... no te asustes , ni te molestes.

- No te preocupes.

- ¿Puedo decirte algo? - pregunto algo tímida la chica.

- Claro pequeña - respondí intentando ser amable.

- No se sí me recuerdes , soy la chica que estaba con unos niños el día de la feria con tu chica bonita. - inmediatamente sonreí. Como olvidar ese día , fue nuestro primer beso.

- Claro que te recuerdo.

- ¡Oh por dios , me recuerdas! - chillo y reí - ¡Ríes igual de bonito que siempre! - volvió a chillar. - Ok ya. Bien , lo que te quiero decir es que sigas adelante , eres un gran ejemplo para todos nosotros , en mi escuela , todos te adoran. De hecho el día del accidente recuerdo que la escuela parecía un funeral , todos estábamos tristes. No quiero que te rindas Vic , eres grande. Y si te pasa algo , te juro que todos seremos diferentes , ni siquiera sonreiríamos. Lloraríamos todos los días. Por favor , prométeme que no te vas a rendir. - tomo mis manos y me miro con dulzura.

Una lágrima se me escapo. Jamás pensé que el amor de las personas hacia mi fuera tan grande. Jamás pensé que me vieran como un ídolo. No soy tan grande como dicen , ahora soy nadie. Ahora no tengo nada , ni mi título como número uno , ni movimiento en las piernas , ni a mi chica.

- Lamento decirte esto pequeña , pero... no puedo prometerte nada. Cuando estoy feliz puedo prometer cualquier cosa , pero cuando estoy triste o enojado rompo promesas , y yo no quiero defraudarlos.

- Nos defraudarías si te rindes. Tal vez ahora no seas el número uno , como lo fuiste por ocho años corridos , pero para nosotros siempre lo serás , ¿Sabes que eres para nosotros? , eres nuestro campeón Vic.

Solamente la abracé. Es increíble que una niña me saqué lágrimas y me haga sonreír con sus palabras. Nadie me había dicho algo así.

- Gracias pequeña.

- No hay de que. - beso mi mejilla - muchas veces quisimos verte , pero... por ser pequeños no nos dejaban pasar para ese entonces apenas tenía doce. - rió - no sabes lo feliz que me hace verte , se que te levantarás de esa silla , y vas a volver a correr una tabla de snowboard aunque sea una vez , aunque sea para despedirte , pero lo harás.

Mi Campeón » Vic Fuentes « (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora