-Ya basta –Dije entre risas. Luke me miraba directamente a los ojos mientras sentía su mano recorrer mi cuello delicadamente –Me haces cosquillas –Luke sonrió al verme tan desprotegida debajo de él.
-Si no quieres que ocupe mis manos voy a tener que ocupar mis labios –Luke alzo una ceja mientras yo me reía nerviosamente. Si, esta claro que soy una primeriza en todas estas cosas ¿Okay?
En menos de cinco segundos sentí el respirar de Luke en mi cuello. Eso, aparte de hacerme cosquillas (Si, puedo ser bastante cosquillosa a veces) me producía un nervio gigante. Es decir, estar en estas condiciones, en una cama, con un chico arriba tuyo, era distinto a todo lo que había hecho antes en mi aburrida vida. Con solo decir que nunca había tenido un novio bastaba para explicar cuan extraña me sentía.
Sentía como la nariz de Luke subía y bajaba por mi cuello, produciéndome pequeñas risas que salían desesperadamente de mi boca. Podía notar la amplia sonrisa en el rostro de Luke al escucharme reír. Estaba pensando en lo perfecto que era este momento cuando, de la nada, siento los labios de Luke sobre los míos.
Ambos sonreíamos de vez en cuando durante el beso, lento, tierno, deseando que nunca terminara. El estaba sobre mí, cargando todo su peso en sus manos, mientras yo yacía tumbada en la cama, con los brazos cruzados en la nuca de Luke.
Hoy se supone que iba a ser un día terriblemente aburrido. Papá y mamá se sentían completamente mal, Rachel estaba aburrida, cantando un karaoke de Hannah Montana, o algo por el estilo, y yo, literalmente estaba tirada en la colcha de mi desecha cama observando mi celular. Mi mente pensó en llamar a Travis pero, antes de que pudiera hacer algo, como si tuviéramos telepatía, mi celular comenzo a sonar.
Era él. Me conto que había conocido a una chica en la playa, su nombre era victoria y, según Travis, era completamente genial. Nunca comprendí si su ‘genial’ hacía referencia a su personalidad o al tamaño de sus pechos. En fin, alcé las cejas sorprendida al ver que había cambiado de lado. Ahora era Travis el que me pedía que lo cubriera.
Después de suplicarle y rogarle a mi mamá que me dejara salir, obtuve un si por respuesta. Pero no todo es tan bonito en esta historia. Había una condición: Llevar a Rachel conmigo. A estas alturas mamá y papá piensan que estamos con Travis en el parque de diversiones. Y bueno, parte de eso es cierto.
Convencí a Ashton de llevar a mi hermana al parque de diversiones, lo que no fue muy complicado, con una sonrisa gigante y una risotada de parte de Calum corrió a cambiarse de ropa. Calum y Michael se colaron al paseo, por lo que mi hermana fue al parque de diversiones con, ni nada más ni nada menos que la banda australiana del momento. Claro, sin su cantante principal, pues este se encontraba a mi lado, abrazándome. Travis y Victoria, como me había dicho que se llamaba la chica, deberían estar por alguna parte de Australia viviendo la vida loca, no lo sé. No me imagino a Travis como un chico casto.
A estas alturas Luke estaba depositando pequeñas caricias en mi rostro mientras yo, con los ojos entrecerrados, podía escuchar de fondo música. En definitiva, este momento era perfecto.
-Tu pelo huele bien –Luke ahora estaba al lado mío, abrazándome por la espalda mientras ambos mirábamos al televisor de enfrente concentradamente. Me gire para verle la cara a Luke y me encontré con una de sus sonrisas. -¿Qué sucede?
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Out Of My Limit. (Luke Hemmings y tu)
RastgeleCabello rubio de ensueño, cabello castaño. Ojos tan azulados como el mismisimo cielo, ojos cafes. La voz más hermosa que se haya escuchado jamás, una voz más entre la multitud. Nadie habia dicho lo obvio, pero el estaba un poco fuera de su alcanze.