Ella no pertenece a nuestro mundo

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El plan de Rupert consistía en ir a un cine al aire libre, en un parque a las afueras de la ciudad.

Luego de pasar por mi casa y ducharme un poco (si me duchaba en la suya él podría colarse conmigo en la bañera y en ese caso nunca saldríamos de allí), nos subimos a la camioneta desvencijada para dirigirnos a nuestro destino final.

Temí por mi vida cada vez que el vehículo pasaba por encima de un camino mal asfaltado o de una irregularidad del terreno.

Rupert reía al verme entrar en pánico.

-Exageras. Mi familia lleva conduciendo esto desde hace años y nunca sucedió nada.

-Supongo que cuando la compraron era nueva...-Protestaba yo.

Rupert volvía a reír.

Llegamos a un parque enorme con una pantalla en medio donde estaban armando lo necesario para proyectar.

En el cielo brillaban las estrellas como diamantes. Aquello me sorprendió. Nunca las había visto brillar tanto. Probablemente por las luces de la ciudad.

Rupert aparcó con la camioneta mirando hacia la ruta, para que la caja mirase hacia la pantalla gigante, y acomodó una manta para que nos acostáramos a ver la película.

Me acurruqué contra él y abrí la canasta con comida que había llevado. Tomé un sándwich y comí un poco con hambre. No comía nada desde el almuerzo.

Rupert me acariciaba el cabello mientras disfrutábamos de la función.

El aire de la noche era cálido y logré relajarme bastante. El cansancio fue reemplazado por una calma inusual en mí.

Nunca había ido a un sitio similar con Darren. Ni sola. Ni siquiera con Dan.

Disfruté de la función en silencio.

Rupert me miraba cada tanto, de reojo, y sonreía si yo también lo miraba.

Hacia el final de la película, aprovechando que estaba oscuro y nadie nos prestaba atención, nos besamos con intensidad, aunque sin intentar nada.

Llevaba años sin tener una cita así.

Cuando acabó, aplaudimos, y nos acabamos las sobras de la cena.

Mientras guardábamos la manta, una pareja de dos chicas se nos acercó.

-¡Rupert!-Saludaron.

Él rió.

-Hola, chicas.

Las dos me miraron con curiosidad.

-Hola.-Saludé.-Soy Emma, una amiga de Rupert.

La más alta de las chicas me tendió una mano con gentileza.

-Lily. Ella es mi hermana Zoe.

Zoe me miró frunciendo el ceño.

-¿Tú eres Emma?

-Zoe.-Murmuró Lily con suavidad, pero con un tono que sonó a advertencia.

-No he dicho nada. No a ella. Rupert, no debiste traerla aquí.

Él frunció el ceño.

-¿Qué?

-Rupert, es la heredera de West&Watson. Vogue le hizo una entrevista hace unas semanas. ¿Por qué la arrastraste a este agujero miserable?

-Yo...-Comencé a decir.

-Emma, disculpa a mi hermana.-Dijo Lily.

-No es necesario, no tengo nada contra ella. Es contra Rupert. Él tiene que entender que ella no pertenece aquí. No puede forzarla a encajar.

El pintor [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora