Amante sublime
[idololatricum]
Tu cuerpo maligno y a la vez divino
Tú Diosa del mal, con tus ojos me llamas y tus caderas me gritan
El verbo se hizo carne
Y mi humanidad cedió ante tus encantos
Soy pecador, y sucumbo al deseó
Soy devoto de tu vientre y del roce de tu piel
Porque te mueves y me arrastras al infierno
Porque jadeas y me elevas al cielo.
Oh Musa del mal, con tus curvas me tientas, con tu voz me enloqueces
Soy un pecador y sucumbo al deseó
Muerdo el fruto de tu cuerpo, y creo en los milagros
Jugosa y madura, tu esencia y sabor dulzón se escurren de mi boca
Oh ángel del mal, con tus palabras me excitas, con tu lengua me aletargas
Soy un pecador y sucumbo al deseó
Tus muslos son mi perdición y justo al medio mi redención
Sálvame oh amante mía, dame eternidad
Para adorarte y venerarte
Para rezar en tu piel y escribir plegarias con mis manos
Eres eternidad y bendición
Muerte y perdición.
Movimientos de caderas, besos indiscretas, suspiros descarados
Tu cuerpo es blasfemo y la única verdad.
La castidad muere a tus pies
El placer renace en ti.
Oh Diosa, musa, ángel maligna porque me miras y me arrastras al infierno porque me gimes y me elevas al cielo.
Soy un pecador y sucumbo al deseó
Tus senos son secta y religión la sagrada escritura se aloja en sus pezones
Devoro la palabra, hasta que queme el alma.
La fé cuelga de tus labios
Y la gracia de tus ojos.
Sálvame oh amante mía, dame eternidad
Para adorarte y venerarte
Para rezar en tu piel y escribir plegarias con mis manos.
