『Amantes prohibidos』 » GTOP

005

La segunda vez que tuvieron relaciones, le dio tanto placer a SeungHyun que sintió como si estuviera volando.

—Son casi las diez de la noche, —dijo la voz ronca de Ji Yong, pero increíblemente seductora—. Choi, se está haciendo tarde, ¿por qué no pasas aquí la noche?

—¿Eh? Pero no soy una chica y... —dijo SeungHyun titubeando.

—El crimen no distingue sexo, —argumentó Ji Yong—. No puedo permitir que te vayas tan tarde. Y al contrario de Seungri, no tengo un auto para llevarte a casa.

SeungHyun dijo: —Traje mi bicicleta. Me tomará como 15 minutos llegar a casa.

—Aquí está el teléfono —dijo Ji Yong ignorando la protesta de SeungHyun.

SeungHyun concluyó que no tenía sentido discutir al respecto y tomó el teléfono. Marcó el número de su casa.

—¿Dónde estás? —preguntó su madre inmediatamente—. ¿Por qué no me llamaste antes?

SeungHyun no podía ocultar su vergüenza al escuchar la voz de su madre. Después de todo, estaba completamente desnudo y la persona que amaba se encontraba a su lado mirándolo fijamente... también estaba completamente desnudo.

—Lo lamento, —tartamudeó SeungHyun—. Eh, estoy en la casa de un amigo, nos estamos divirtiendo mucho y todos se quedaran a dormir...

—Entonces, ¿por qué no me llamaste antes? —demandó saber su madre—. Volviste a olvidar tu móvil en casa.

—Lo lamento, mamá.

—No vengas muy tarde mañana, ¿de acuerdo?

—Aja.

—Y te comportas, ¿de acuerdo?

—Sí.

—Nos vemos.

—Claro.

Cuando SeungHyun colgó la llamada, Ji Yong comenzó a carcajearse.

—No es gracioso, Profesor, —protestó SeungHyun.

—Cielos, te trata como si estuvieras en el parvulario—dijo Ji Yong riendo.

—El tono de voz de mamá es muy fuerte... —gruñó SeungHyun.

Supongo que escuchó todo... la única persona que no hubiera querido que escuchara.

Le devolvió el auricular a Ji Yong con un gesto de desagrado.

Ji Yong dejó de reír y preguntó: —¿Me amas tanto?

Cuando sus cuerpos se habían conectado, justo como lo habían hecho la primera vez. SeungHyun le había dicho a Ji Yong que lo amaba una y otra vez. SeungHyun rápidamente asintió.

—A pesar de que tus notas no son tan buenas, no eres tan estúpido. ¿Entonces, por qué haces cosas estúpidas? —Ji Yong sacudió su cabeza exasperadamente—. Si es de mentira, saldré contigo.

—¿De mentira? —repitió SeungHyun.

—Como jugar al doctor o a la tienda cuando eras pequeño, —aclaró Ji Yong—. Podríamos jugar a que somos amantes.

—¿Jugar a que somos amantes? —volvió a repetir SeungHyun.

—Pero habrá un tiempo límite, —advirtió Ji Yong—. Saldré contigo hasta que te gradúes.

—¡Profesor! —los ojos de SeungHyun se llenaron de brillo.

—Y una cosa más, —agregó Ji Yong—. Si alguno de nosotros se cansa de esto antes de que te gradúes, se acabó, sin importar la fecha límite. Si estás de acuerdo con eso, saldré contigo... ¡auch!