¡Hola!
Estoy particiando en el Santa Secreto que se está llevando en High School Star Musical Español vía facebook y, finalmente, traigo mi regalito...
La persona que me tocó fue Maria Guadalupe, quien pidió algo de Kaito y Haruto. Espero, de corazón, te guste esta pequeña historia que hice con mucho cariño para ti.
El arte de la portada, que me inspiró, pertenece a kk_hsmy_kk (una de mis artistas favoritas) vía twitter.
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El glamoroso salón (piso alfombrado sin rastro de polvo, cortinas rojizas y delicadas, muebles de madera brillante) estaba repleto de personas de diversas edades y vestimentas finas. La decoración navideña era sutil pero agradable y la gran mesa de aperitivos era tentadora para más de uno... Incluyendo a un Haruto de unos nueve años y su hermanito menor.
Estaban allí, de trajecito oscuro y su correspondiente moño en el cuello, acompañados por su padre por la celebración de cierto musical de su madre que había sido todo un éxito durante las diversas semanas que estuvo en escena. Ambos hermanos llevaban un pequeño ramo de rosas azules, destinadas a ser entregadas a su progenitora cuando apareciera junto al resto del elenco, y aguardaban cerca de su padre quien conversaba con conocidos suyos del mundo del espectáculo.
Fue unos pocos minutos después de su llegaba, mientras estaban de pie en espera de su madre, que Haruto logró visualizar el mesón largo (¡Parecía no tener fin!) decorado con flores y otros adornos navideños y, lo más importante, con un montón de bocadillos... Principalmente las galletas de navidad que Haruto, aún a su corta edad, podía distinguir desde donde estaba.
Los minutos pasaban y el Tsukigami mayor se desesperaba cada vez más. En serio quería de esas galletas, ¡Al menos una probadita! Y no podía entender porque su madre tardaba tanto, pues sin la llegada de los protagonistas la fiesta no podía iniciar (eso sí, repartían alcohol a los adultos como si nada ¡Que injusto!) y entonces, Haruto tuvo una idea... Sabía que estaría actuando mal, después de todo era un niño muy educado, pero su padre (y otros) estaba tan distraído que no se daría cuenta de su breve ausencia... Nada podía salir mal, ¿Verdad?
Y luego de un rápido vistazo a su padre y luego a la mesa, Haruto se puso en acción. Se alejó con pasos largos y cautelosos, pasando entre las personas que se hallaban en su camino, y rápidamente llegó a su destino. Lo primero que percibió fue el dulce aroma de las galletas y en seguida una sonrisa se dibujó en su rostro. Así que, dejó el ramo que tenía sobre la mesa y se propuso a tomar una galleta... Sin embargo, no hubo si quiera alcanzado el plato de porcelana cuando sintió un jalón en su ropa. Por un instante se puso rígido, pensando que podía ser atrapado en su escapada momentánea, pero al girar el rostro sólo vio a su hermano pequeño. Kaito, con sus cinco añitos, le dedicaba una mirada incrédula y expectante. Claro, se había olvidado de él.
Sintiéndose aliviado, la compañía de Kaito no estaba en sus planes pero todo marchaba bien todavía, alcanzó una galleta en forma de pino de navidad y se la entregó a su hermano, cuyos obres azules brillaron con emoción al verla. Y teniendo al más pequeño feliz, Haruto por fin pudo disfrutar de su aperitivo. Era crujiente, dulce, y tenía también chocolate y masmelos... Sí, valió la pena haberse escapado hasta allá.
Y estando complacido, además de haber tenido éxito, Haruto estuvo a punto de regresar a un lado de su padre quien parecía no darse cuenta aún de la ausencia de ambos, pero Kaito extendía sus manitos hacia él pidiéndole más. No lo pensó mucho y le alcanzó otra galleta, haciendo volver el brillo en sus ojos, y aprovechó de tomar una para él.
-Más.-
Kaito, con algunas migajas en su boquita, pedía nuevamente. Haruto suspiró, ¿Cómo negársele cuando era tan adorable?, y lo complació como el hermano consentidor que era. Y así, de pedido en pedido, las galletas sobre el plato fueron acabándose...
Cuando no hubo ni una más, Haruto pensó que había sido suficiente ya. Pero, cuando vio los porquecitos decorados como gorritos de navidad más allá, un nuevo deseó nació en su interior. No esperó y alcanzó uno dándole un pequeño mordisco, estaba incluso más delicioso que las galletas y Haruto quería gritar de satisfacción. Por supuesto, no podía hacerlo porque sería descubierto, así que sólo podía compartirlo con su hermano y cómplice... Quien, por cierto, ya no estaba a su lado.
-¿Kaito? ¿Adónde fuiste?- lo llamó bajito, poniéndose nervioso.
El número de personas a su alrededor pareció haber aumentado y ahora la angustia aparecía en su pecho al no poder hallar a su hermanito. Sólo se descuidó unos pocos segundos y lo había perdido, ¿Qué clase de hermano mayor era? Y con determinación y esperanza, no podía rendirse, se puso a buscarlo...
No había pasado mucho tiempo desde que lo descuidó, así que Kaito no pudo haber ido lejos. Rodeó la mesa, esperando encontrarlo, pero no había rastro de su hermanito. Kaito era muy pequeño todavía, incluso un niño algo temeroso, y Haruto se angustió por haberse separado de su lado... Ya no le importaba ser regañado por su padre, o ser castigado, sólo quería hallar a su hermano y darle un gran abrazo.
Y cuando estaba a punto de derramar lágrimas por la preocupación, lo vio... Kaito caminaba hacia él tallando sus ojitos llorosos y de la mano de otro niño más grande, casi de la misma altura que Haruto. Sus miradas se cruzaron y Kaito corrió hasta abrazarlo con fuerzas, dejando salir algunos sollozos. Haruto estaba tan aliviado, tan contento, que no se fijó mucho en quien le había devuelto a su hermanito... No sabía quién era, pero le estaba infinitamente agradecido.
-Lo siento, Kaito... De ahora en adelante, trabajaré duro por ser un mejor hermano mayor.- le prometió cuando su abrazo se deshizo.
-Tú eres el mejor hermano mayor.-
Y la sonrisa que Kaito le dedicó, tan sincera e inocente, llegó de gozo al pequeño Haruto... Definitivamente, era él quien tenía el mejor hermanito.
Regresaron con su padre, que no reparó en su ausencia, y en seguida su madre hizo acto de presencia. Habían dejado las flores olvidadas (Haruto en el mesón y Kaito un algún lugar) pero para ella era muchísimo más que suficiente el tener a sus dos hijos, sus soles, en un día tan especial como lo era ese.
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Notas Finales: ¡Gracias por leer! y disculpen los posibles errores y/o incoherencias.
Adoré un montón escribir esto y espero que, a ti María, te haya gustado~
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Galletas y Hermandad
Fanfiction[Haruto & Kaito] #SantaSecretoStarmyu Asistiendo a uno de los banquetes en celebración a la obra de su madre, Haruto será persuadido por las galletitas que en el mesón se encontraban.