Capitulo 7

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Esa noche, dormí demasiado tarde, me desvelé pensando en lo de ayer. ¿Cómo es que una chica tan linda como Sahionje, podría ser la hija directa del punto B de universo?, siendo sincero, esa dimensión aún me causa pesadillas. Para poder derrotar al líder del punto B del universo, tuve que entrar hasta el centro de la dimensión, y hacer estallar la técnica eliaptica; como sea, lo más seguro es que las palabras de Michel no sean ciertas, a fin de cuentas, yo maté al líder el punto B del universo. Como ya supondrán, me levante tarde; me apresure demasiado, y salí corriendo de mi habitación, de no haber sido gracias a mi hermanita, me hubiera ido con los pantalones arrastrando. Como ya no es novedad, llegue tarde a la clase de deportes, una vez más fui regañado.

Después de calentar un poco, me fui a sentar a un rincón de la cancha, mirando hacia la escuela. La cancha estaba detrás del patio de la escuela, es una cancha de futbol americano; sin embargo, la usan para soccer y otras cosas. Para llegar a la cacha primero tengo que pasar por un gran patrio, el cual está detrás del edificio principal; en ese patio, hay más salones para lo de primer año. Mientras me encontraba tranquilo, sentado en una banca, mirando la escuela como idiota, se me acercaron dos muchachos, uno paresia ser de origen japonés, el otro era más de estos lados; siendo sincero, creo que tienen mi edad.

— Hola, soy Wasabi, ¿Cómo estás? — preguntó el chico que parecía japonés; sinceramente de ver muy amabla.

— Bien, soy Esteban. — respondí con algo de incomodidad, es decir, son dos extraños... ¿Por qué le respondo? — ¿Wasabi?

— Es mi apodo, — ambos se sentaron a mi lado, Wasabi a mi derecha y el que parecía ser americano a mi izquierda — él es William. — Wasabi señaló al que estaba a mi izquierda.

— Escucha con atención, hemos venido a hacerte una pregunta seria, — William, ¿No crees que te estás pegando demasiado a mí? — ¿Quién de todas las chicas te párese más hermosa?

— No lo sé, tú dime.

— Ya déjalo William — interrumpió Wasabi — eres Esteban ¿no?, el del 2104 ¿Cierto?

— Si, espera, ¿Me conocen?, vaya no sabía que fuera tan popular.

— Tu no, pero Sahionje lo es — Wasabi me regaló una sonrisa pícara — casualmente muchos de los japoneses que van aquí iban con ella en su escuela en Sapporo, y además es muy linda, por lo que atrae la atención de muchos chicos.

Bueno, no puedo negar eso.

— Y además, tú eres algo popular entre las chicas. — añade William mientras me sacude el hombro suavemente.

— ¿Qué? No es cierto. — claramente no lo creo, desde que tengo memoria ninguna chica se ha interesado en mí; o al menos eso es lo que yo creo.

— Claro que sí, oh y hablando de la reina de roma, ¿Ves esa chica de pechos grandes que viene corriendo hacia aquí? — claramente yo voltee a dónde el insinuaba, y sí, era una chica japonesa de grandes proporciones, eso no puedo negarlo. — tú le gustas, mejor péinate... — Espera, ¿Yo le guato a ella?, imposible — por cierto búscanos después.

¿Para qué querría hacer eso?, claramente estaba sorprendido por lo que William me dijo, esa chica era muy bonita, el hecho de que yo pudiera gustarle no me molestaba del todo.

— ¡Hola Wasabi! ¡¿Cómo estás?! — la chica se dirigió a Wasabi... si les soy sincero, el uniforme deportivo se le ve muy bien.

— Yo bien.

— Ya no te acuerdas de mí.

Vaya William, sí que eres un chillón.

— No te preocupes ton tito, es obvio que también me acuerdo de ti — ambos se dieron un gran abrazo.

— Hiyori, quiero presentarte a Esteban, del 2104. — genial, Wasabi ya me está presentando.

— Hola, ¿Cómo estás? — ella inclinó su cuerpo levemente para saludarme... creo que se ve un poco sonrojada.

— Yo algo bien, este par de desconocidos se sentaron a hablar conmigo; como sea siéntate, al parecer soy el blanco perfecto para la gente extraña. — Hiyori dio una exquisita sonrisa.

— Que gracioso eres.

Ella se sentó conmigo, y mientras el profe estaba distraído regañando a un par de enamorados que se estaban comiendo justo en el patio de la escuela, platicamos un poco. Tengo que admitir que tuve un rato agradable. Nada discretos, William y Wasabi, se fueron retirando del lugar, ¡Ese par de sonrisas pícaras se pueden notar a kilómetros de distancia!... por favor no me dejen solo, ella habla demasiado y yo casi nada... creo que me siento intimidado.

Obviamente, Hiyori no dejo las cosas aquí, después de la clase, ella me invito a tomar un café, a un café obviamente; al parecer va a invitar a otra amiga, que no sé porque, pero presiento que también le gusto... No me juzguen, si le puedo gustar a esta chica, a su amiga también; y la verdad lo digo por lo nerviosa que se veía al interactuar conmigo. Las espere en la entrada de la escuela, mientras ellas se fueron a quitar el uniforme deportivo, aún era temprano.

Estando en el café, las empecé a conocer, siendo sincero, me veo raro yo solo con dos chicas en un sitio como este. Hiyori era demasiado atrevida, con decirles que casi se brinca la mesa para limpiarme el resto de la crema de un pequeño postre que me había comido, solo le dije: " ¡Estate quieta mujer!". En cambio, su amiga, Angélica, era más tímida, lo cual, la hacía más linda; fue un rato agradable, me tarde tanto que mi madre me llamo al teléfono, lo cual me sorprendió, ya que creí que seguiría fecundando su idea loca de querer trabajar de enfermera, lo cual no está mal, pero... ella no logra ni mantener viva a una rata por más de dos días, imaginen un paciente, como sea. Es un milagro que mi hermana y yo sigamos con vida, pero bueno que se le va hacer. La verdad solo estoy bromeando un poco, mi mamá se graduó de enfermera de una de las mejores universidades de Canadá; sin embargo, después de casarse con mi papá, ella dejó su trabajo, y ahora que él ya no está, pues bueno, quiere volver a trabajar. Terminamos como a la una, ambas se despidieron de mí y se fueron juntas a hacer quien sabe qué cosa.

Aaaaah, quiero descansar... ¿Pero qué?, en ese momento, mi teléfono vibro... ¿Ahora qué?, "Ya voy para tu casa, Sahionje" ¿Pero qué? ¡No! ¡¿Pero que estoy pensando?! ¡Debo correr! Solo espero estar ahí cuando ella llegue, pero que olvidadizo soy.

 ¿Ahora qué?, "Ya voy para tu casa, Sahionje" ¿Pero qué? ¡No! ¡¿Pero que estoy pensando?! ¡Debo correr! Solo espero estar ahí cuando ella llegue, pero que olvidadizo soy

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