Shy Love ♡《In a Heartbeat》♡

● Shy Hugs ●

Ah, los abrazos.

El abrazo es uno de los gestos más puros que pueden existir en el mundo.

Pero, sólo es puro, si es que las personas que lo realizan también lo son.

Un abrazo puro y delicado es aquel que se realiza sin segundas intenciones, sólo busca demostrar lo mucho que se quieren los que lo conforman.

Un abrazo puro y tierno, es lo que podría describir perfectamente a lo que hacen Sherwin y Jonathan.

Esos dos chicos podían abrazarse todo un día y no cansarse de ello.

A Sherwin le fascinaba abrazar y ser abrazado, sobre todo si lo hace su hermoso novio.

Por su parte, a Jonathan le encantaba abrazar a su pequeña cosita pelirroja.

Al pelinegro se le ocurrió ese apodo cuando estaba apreciando lo hermoso que se veía el cabello de su chico cuando los rayos del sol caían sobre él.

Parecía brillar más de lo que ha lo hacía y tomaba un tono anaranjado amanecer.

Y Jonathan amaba el amanecer, tanto como amaba a su novio.

Y ahora estaban abrazados, mientras veían una película en la casa del pelinegro.

Sherwin se encontraba acurrucado en los brazos de su novio.

Podía pasar la vida entera allí dentro.

Veían "El Rey León" a petición del pelirrojo.

Y bueno,  Jonathan no podía negar que también le gustaba aquella infantil pero linda película.

Amaba pasar momentos así con su adorable novio.

En algún momento,  se concentró en sólo verlo a él.

Apreció aquella preciosa y pequeña nariz que Sherwin poseía.

Admiró todas y cada una de las tiernas pecas que se hallaban derramadas por todo su rostro.

Y por último, se fijó en la pequeña sonrisa que se hallaba plasmada en su rostro.

Todo de él era tan perfecto.

—Eres demasiado hermoso.— Soltó sin pensar.

El pelirrojo dejó de ver la televisión cuando escuchó eso y se enderezó, mirando a su novio.

—¿Q–Qué?.— Preguntó con los ojos muy abiertos.

Jonathan río por su tierna reacción.

—Dije que eres hermoso.— Repitió, con una sonrisa.

El pelirrojo no hizo más que sonrojarse con fuerza.

—A-ah, yo, este... — Tartamudeó,  tratando de evitar su mirada.— G-Gracias, tú también lo eres.

El pelinegro sonrió aún más, no podía haber algo más tierno que el chico que se sonrojaba en frente de él.

Sin decir ni una sola palabra, lo atrajo con delicadeza hacia él.

Pasó sus brazos por su espalda y recargó su barbilla en el hombro del pelirrojo.

Inhaló profundamente el aroma de su chico, quién tenía un exquisito olor a coco.

—Te quiero tanto.— Susurró en su oído.

Sherwin, quién estaba oculto en su cuello sonrió con ternura.

—Yo también.— Afirmó, acariciando con delicadeza la espalda de Jonathan.

Los corazones de los chicos latía con fuerza y rapidez.

Sabían que ese momento iba a ser recordado como uno de los más especiales que tendrían en toda su vida.

Y lo disfrutarían al máximo.

《Esos eran aquellos tímidos abrazos que siempre compartían; tan puros y dulces como lo eran ellos.》