Los Bastardos del Señor de Petra

Cosas nuevas

-¡Mamá!--gritó una Domenica enfadada entrando a la casa-¡Mamá!

Marga dejó su bordado a un lado y observó el rostro cubierto de lágrimas de su hija. Tan solo unas horas antes su hija había ido al castillo a jugar con otras niñas al cuidado de Emilio.

--¿Qué pasó Domenica?-preguntó la mujer-¿Porqué estás llorando?¿Donde está Emilio?

-Porque-- dijo sorbiendose los mocos-¡Soy fea!

--Maria santísima--suspiró --Siempre supe que esto iba a ocurrir en algún momento , pero no esperaba que fuera tan pronto.

En ese momento llegó Emilio corriendo, estaba colorado y tenía la respiración agitada.

-Le juro señora que- dijo con la respiración entrecortada-que no tengo idea de que le pasó a su hija.

-Tranquilo muchacho-dijo mirando a su hija que se deshacía en llanto abrazada a sus faldas-No me ha contado a mi tampoco.

-Nica- dijo él y tragó en seco--¿Serías tan amable de contarnos porque estas tan triste?-ella pareció ignorarlo así que intentó de nuevo-¿Por favor Nica?

La niña se secó las lágrimas con la falda de su madre y tratando de contener el llanto se sentó en el regazo de Marga para contarles.

--Estábamos jugando con mis amigas del castillo y entonces llegaron unas mujeres y me dijeron que soy fea-- dijo y soltó el llanto con mas fuerza.

-Oye cielo- dijo la mujer y tomó a su hija por el rostro para que la mirase fijo-¿Quién te ha dicho eso? ¿Qué fue exactamente lo que te dijeron?

-Unas mujeres del castillo- dijo entre mocos-- Dijeron que era muy extraño que tu y papá tuvieran una hija tan fea, que seguramente tu habías dormido con otro ¿Qué significa eso madre?

Emilio intentó retirarse para evitar ver el rostro desencajado de Marga, pero por un instante se preocupó por Domenica, nunca había visto tan enojada a Marga y no sabía como iba a reaccionar.

Pero ella sólo le sonrió a su hija y a su criado.

-Nada Nica, no significa nada y es mentira--dijo calmada- Emilio llévala a jugar, debo ir a hacer una visita al castillo.

-Si señora-dijo el muchacho y le extendió una mano a la niña para que lo siguiera.

Fueron al establo donde estaba Sobras porque a Domenica le gustaba mucho el perro y Emilio pensó que de ese modo se iba a olvidar del incidente en el castillo.

-Emilio-llamó la niña acariciando el lomo del animal-¿Tu crees que soy fea?

El muchacho se congeló, sabía que la pequeña no era especialmente atractiva, no tenía los rasgos finos de su madre o el cabello y los ojos claros de su padre. Pero no sabía cómo decirle que esa no era una preocupación para una niña de seis años, él a su edad había tenido cosas mas graves de las que preocuparse. Pero aún así trató de comprender la delicadeza de una niña y sin mentirle le dijo lo que ella quería escuchar.

-Eres la niña de seis años mas bonita que he visto en mi vida.

Domenica sonrío y siguió jugando con el perro, si Emilio creía que ella era bonita, podía quedarse tranquila.

***
--Disculpen, permiso-- dijo Francesa tratando de hacerse paso entre la multitud para llegar hasta donde estaba Lazzaro--Por favor dejenme pasar.

Después de hacerse paso entre la muchedumbre que aclamaba a los ganadores del torneo llegó hasta donde estaba Lazzaro recostado en el césped, descansando.

-Disculpa- dijo tratando de llamar la atención del muchacho-¿Lazzaro?

El muchacho se enderezó par ver mejor a la joven.

-¿Puedo hablar contigo?- preguntó ella un tanto apenada-Quiero explicar, ya sabes lo del...

-Tome asiento- dijo casi a regañadientes.

-Gracias- dijo la joven sentándose al lado del muchacho en el suelo- Quiero disculparme por haberte besado, debes pensar que soy un fulana.

-Disculpe el atrevimiento- dijo Lazzaro mirando los bonitos ojos de la muchacha-Pero quiero saber por que lo ha hecho, si no es molestia.

El rubor subió a la cara de la dama, ella bajó el rostro intentando ocultarlo, preferiría evitar contestar a esa pregunta pero sabía que aquel atractivo campesino merecía una respuesta.

-Pues- lo pensó un poco y decidió decirle la verdad- Desde mi nacimiento estoy comprometida con un hombre quince mayor que yo, no me mal interpretes, es apuesto y agradable, pero no lo quiero. Siempre quise elegir yo misma con quien casarme pero no es un privilegio que se me haya concedido- ella hizo silencio, no quería romper en llanto frente a un extraño pero al mirarlo encontró una mirada de comprensión que la alentó a continuar- Voy a casarme en unos pocos meses y no quiero hacerlo, estoy asustada. Y cando te ví por primera vez, pensé que eres muy apuesto y además eres increíblemente amable. Te besé porque de poder elegir con quien casarme, aunque no te conozco te elegiría a ti.

Lazzaro la miró con ternura, no debía de ser fácil, pero sin duda creía que las preocupaciones de aquella doncella no eran tan graves. Quería ser respetuoso con ella, pero su cara angelical y esos suaves labios que ya había probado lo tentaron más allá de su límite.

-Quiero que sepa que la respeto mucho- dijo acomodando el cabello de la mujer detrás de su oreja y acercándose a su rostro- Y que respeto a su prometido, le ruego que no se tome esto como una ofensa.

Y la besó.

Tomó su cintura delicada y la atrajo hasta que sus pechos se juntaron, casi podía sentir los latidos de la muchacha mientras la besaba. Acarició su espalda mientras ella se aferraba a sus brazos, ninguno deseaba detenerse. Ella profundizó aún mas el beso y en el momento en que Lazzaro comenzó a sentir una molestia en los pantalones se detuvo y se separó de Francesca.

-Lo siento- dijo poniéndose de pie y sacudiendo el polvo de su ropa- Debo retirarme.

-¿Te volveré a ver?- preguntó la joven.

-Por su propio bien- dijo comenzando a caminar-Espero que no, si por mi fuera, no me apartaría de su lado.

¡Feliz año!
Un capítulo mas que interesante para empezar el año...
Diganme ¿Que opinan de lo que pasó con Lazzaro y Francesca?