-Emma. Emma, baja de las nubes.-Protestó mi madre después de llamarme por séptima vez consecutiva sin que yo me dignara a mirarla.
-Lo siento.-Dije sonrojada, intentando dejar de recordar la noche anterior.
Rupert y yo habíamos amanecido en la caja de la camioneta, desnudos y juntos, abrazados. Habíamos visto el amanecer antes de resignarnos a regresar a Londres a continuar con nuestras vidas.
Sus palabras danzaban en mi mente.
"No cambiaría estar aquí contigo por nada."
Realmente se veía guapo cuando me sonreía y me hablaba en aquel tono bajo y seductor.
Pero jamás lo había visto como bajo la luz de la luna, con los ojos achispados por el deseo y el cabello alborotado por la velocidad de nuestros movimientos.
Me había besado y acariciado en cada rincón del cuerpo, sin timidez, logrando despertar sensaciones que no había imaginado jamás.
Particularmente recordaba un momento. Yo había acariciado su nuez de Adán. Sabía que a él le desagradaba esa parte de sí mismo, pero en cuanto la rocé con mis yemas, me sonrió ampliamente antes de besarme.
-¡Emma!-Insistió mamá.
-Perdón.-Dije, saliendo de mi ensoñación y mirando su rostro consternado.-¿Decías?
-¿Qué te sucede?-Preguntó, visiblemente preocupada.-Estás actuando de forma extraña desde que llegaste a casa.
Me conocía mejor que nadie. Sabía cuando algo no estaba bien conmigo. Debí saber que no podría ocultarle cómo me sentía.
-Yo... Estaba pensando en la boda.-Mentí con lo primero que pasó por mi mente.-No es nada, mamá, ya se me pasará.
Ella meneó la cabeza.
-No te creo para nada.-Dijo acercándose a la puerta de mi habitación y cerrándola.
Me enfrentó con los brazos cruzados. Maldición. Estaba acorralada. Mierda.
-Tu padre no puede oírnos aquí. Así que reclamo saber qué te sucede.
Suspiré con frustración, intentando no sonrojarme.
-Estoy bien, mamá.
-No.-Ella meneó con la cabeza.-Y eso es evidente.
Suspiré y la miré mientras intentaba idear una excusa para salir de allí corriendo. Pero ni siquiera sabía si tendría las energías para hacerlo. Estaba exhausta luego de... Luego de mi noche con Rupert.
-Mamá...
Ella alzó una mano para interrumpirme.
-Puede que engañes a Darren y a tu padre, o a Daniel y a tus amigos. Pero yo soy tu madre y te conozco, mi niña.
-Lo digo en serio, no es nada.
-Llevas meses actuando extraña.-Hizo una mueca.-Darren dice que ya no sales con él, a nosotros prácticamente no nos hablas, te marchas días enteros y regresas con la cabeza en las nubes... Incluso envié a tu chofer por ti varias veces y nunca estabas en casa.
Mis mejillas se volvieron totalmente rojas. Más que vergüenza sentía indignación. ¿Acaso no podía tener un poco de vida privada sin que mis padres lo supieran?
-Mamá, sé conducir, no necesito que me lleven y me traigan a todas partes.-Crucé los brazos y alcé la barbilla con orgullo.
Normalmente la gente me dejaba tranquila cuando usaba esa mirada fulminante, pero Emily Watson no se dejó acobardar. Simplemente alzó las cejas.
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El pintor [Grintson]
Fanfic-¿Darren te trajo al trabajo hoy?-Preguntó Dan. -¿Por primera vez en toda la vida?-Respondí sarcásticamente.-No. Vine a pie. -Aún no entiendo qué haces con ese idiota. -Sabes que no es por mí. La señora Wallace... -La señora Wallace murió, Em. Y, si...