No quiero que me dejes otra vez.

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—¿Como te ha ido con Kendall?—Pregunto Louis con ironía.

Estaba sentado en el sofá, paralelo a la puerta de la casaCon los brazos cruzados y su ceño fruncido. 

—Me ha ido bien—Respondió el chico de rulos haciendo caso omiso a la molestia y furia en la voz –al igual que los rasgos del mayor.— ¿Cómo fue la salida con Eleanor?

—Fue un asco. Hemos ido al Starbucks otra vez.— Dijo cortante, mientras estudiaba el rostro de Harry.—Me ha tirado el café en los pantalones —Harry soltó una carcajada mientras se sentaba frente al castaño, Louis le miró con furia.— No es gracioso para mí. 

—Oh, por favor Boo.— Susurró juguetón.—¿Qué te ha molestado tanto? 

—¿Estás bromeando?

Harry sacó todo el aire de sus pulmones, Louis se había molestado realmente. No era una de aquellas escenas de celos en las cuales podía bromear acerca de ello, molestarlo y terminar besándolo en forma de disculpa. 

Harry deseó que hubiera sido una de esas ocasiones, porque alguien terminaría fuera de casa esa noche y la idea de dormir sin su Boo Bear, no le agradaba en absoluto.

«Hora de la artillería pesada» Pensó Harry antes de comenzar a hablar.

—Sabes que yo te amo a ti.—Susurró con los ojos brillantes por las lágrimas.—Siempre te voy a amar a ti.

—Oh claro, cuánto me amas.—Se burló Louis, su tono frío e irónico llegó directamente al corazón de Harry, estaba siendo muy cruel— Me gustaría que me beses y abraces en público como a ella. Que alardees acerca de mí con toda la prensa. 

—Boo.— Espetó el ojiverde intentando estar tranquilo e ignorar el nudo que tenía en la garganta.—Sabes que aunque me gustaría hacer eso, no puedo. 

—Claro que puedes.— Contraatacó Tomlinson.— Y lo sabes Harry. Podrías haber hecho eso desde que decidimos estar juntos pero preferiste no hacerlo. Y esa sigue siendo tu elección hasta el día de hoy. 

—Lo hago por los chicos. Por nosotros.— Siseó ya molesto.— No puedo joder nuestras carreras de la noche a la mañana. No podemos hacer eso, mucho menos a ellos. Son nuestros mejores amigos. 

—¡Siempre es eso! "No podemos hacerlo Lou, ponemos en riesgo la banda."—Grita Louis negando con la cabeza— ¡Por una puta vez deja de pensar en la felicidad de los demás y piensa en la nuestra! 

Y antes de que Harry pudiese responder, Louis se marchó hecho una furia. Dejándolo con la palabra en la boca. Ni siquiera le importó que al salir de la casa los paparazzis le tomarán fotos llorando. Tampoco prestó mucha atención al camino que seguía, hasta que se encontró afuera de su café favorito -el cual obviamente no era justamente Starbucks-

El dolor había comenzado a expandirse inevitablemente por toda su cabeza justo después de que Eleanor le tirara café hirviente sobre las piernas. Y después de una pelea con Harry, el dolor le era casi insoportable. La campanilla sonó mientras Louis se adentraba en el lugar, algunas personas voltearon a verlo. 

«De seguro se preguntan qué diablos hace alguien famoso como yo en un cafecillo casi abandonado y en mal estado como este.»

No quiero que me dejes otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora