Memorias en el espacio

Capítulo 1,1

15 de Julio
Reino de Maxerian

A 2 dias de mi cumpleaños y aun siento ese dolor dentro de mi.

Preparativos por doquier, pasteles, vinos, copas, manteles, mesas, etc.
Algunos diran que seguro soy la típica princesita que nunca se queda satisfecha con lo que tiene pero no es asi, en verdad tengo el cariño suficiente de mis padres, no me quejo de la vida que tengo ni de la atención que recibo de mis hermanos o del resto de la gente pero aun asi ¿Por qué me siento asi? Tan vacia.

Parece que otra vez estas en las nubes- dice en tono sarcástico cierto joven con una armadura brillante- parece que la guerra te tiene ocupada o es que solo piensas en mi, princesa.

Levante la vista y vi unos ojos verdes preciosos, unos rizos tan dorados como el sol, acompañada de una sonrisa deslumbrante; asi era él, Zelan el comandante de la primera linea de soldados y también mi guardián, el cual estara conmigo hasta el dia que muera.

Parece que sigues entrenando, que envidia me das- respondi mientras caminaba por los pasillos- supongo que yo aun no puedo ni poner el dedo sobre una espada, menos ponerme una armadura o tocar un arma, es aburrido no poder hacer lo que te gusta, pero supongo que tú no lo entiendes.

Su majestad espero que comprenda que cuando acabe su cumpleaños podra seguir con todo lo que desee y poder continuar entrenando a los soldados y poder irnos, recuerde que no puedo irme sin usted, estamos unidos- dijo finalmente mientras me  hizo una reverencia para después retirarse- que disfrute su desayuno, su majestad Janna.

Escuche el sonido de sus zapatos y vi su espalda alejarse, supongo que él también se siente presionado al igual que yo, la guerra es difícil en epocas como esta, aun mas cuando es mi obligación pelear y proteger a mi reino, mis padres lo hicieron y ahora me toca a mi.
Me sente en la primera silla que daba hacia la larga mesa en el cuarto principal del castillo, mientras vi como llegaban mis 3 hermanos y algunos soldados que eran mis amigos.

Me criaron a base de golpes y de insultos, tal vez no es culpa de mi madre, también la criaron a sí, pero, aún me duele recordar tantas cosas donde sentí que todo era mi culpa y que era mejor callar a hablar para no tener que llorar después.
A lo largo de mi vida supere y entendí muchas cosas a corta edad, como la de mentir, aveces mi madre no me creía cuando le decía la verdad entonces mentia y era ahí cuando recién me creía. No confío en ella pero aveces le cuento cosas, supongo que es porque es mi madre ¿no? Bueno, aveces la vida te clava espadas en los pies para que no puedas caminar y otras veces te pone suaves almohadas, así es mi vida.

-Porque no puedes hacer algo tan simple como ir a medir te el vestido, tienes de todo aquí, sirvientes, soldados, cocineros ¿que más deseas? Eres una inutil- dijo sin mirarme ni un poco- ya nose que hacer contigo.

-lo siento, madre.

-Eso es lo único que sabes decir, "lo siento"- alzó su mano para tomar un sorbo de té- espero hagas lo que te pedí.

-si madre-dije finalmente para poder retirarme- Me retiro Emperatriz gran sol del reino de Maxerian.

Medirme el vestido para la ceremonia de 18 años es agotador, primero haré las cosas que me ordenó mi madre y luego podré ir a visitar a mis hermanos.
Tengo tres hermanos, uno mayor y dos menores, el mayor es el heredero al trono, Maxon, tiene 21 años, es rubio y de ojos azules, es algo narcisista a veces pero es buen chico; mis otros dos hermanos son muy parecidos a mi, somos trillizos, uno de ellos es Kade es pelirrojo y Lait es peli negro, ambos de ojos verdes, son amables y casi no tienen ninguna tarea, cosa que envidio.
En fin, al ser princesa no me puedo dar ciertos lujos como ir al pueblo a comer esos deliciosos bollos de manzana que solo cuestan 3 monedas de plata o tal vez ir a una playa a broncearme, cosas corrientes y comunes que hace todo el mundo menos yo, porque tengo que mantener la apariencia.

¿Otra vez en tus pensamientos?- dijo mi hermano menor Lait en tono amable- te veo más cansada hoy.

-Lo estoy, pero espero que duermas bien, haré las cosas por ustedes así que pueden descansar más si deseas.

-Kade esta actuando extraño, es coml si no fuera él, incluso me dijo que se casaría con la Princesa Raseta del país de Tirubiu- dijo mirando al piso para luego mirarme a mi- y está empacando sus cosas.

Me quedé unos segundos impactada, no sabía que decir o hacer, simplemente estaba en las nubes ¿mi hermano se casaría con una princesa que nadie conoce? No podía procesar bien lo que mi hermano me acababa de decir, así que solo camine hacia la habitación de Kade.

¡A dónde vas!-grito mi hermano mientras veía como me alejaba.

No podía creerlo ¿mis padres no estaban enterados? Que estaba pasando, toda la mañana fue tranquila y de un momento a otro sale que quiere casarse sin mas que decir, es imposible nisiquiera tenemos 18 años.

Estaba tan aturdida pensando en lo que acaba de pasar que llegue a su habitación.

-¡Como te atreves hacerme algo así!- dije mientras cerraba la puerta de su habitación.

-Que seas mi hermana no te da derecho a invadir mi privacidad, deberías tocar- me dijo, mientras le daba sus maletas al sirviente del carruaje- y por favor retirarte para poder terminar.

-¿Crees que puedes decir que quieres casarte e irte sin más? No eres un emperador y mucho menos Dios, así que exijo una explicación.

-¿Acaso eres mi madre? Las decisiones que tomé son sólo mias y si me caso es porque amo a esta persona y estoy cansado de vivir así entre ustedes donde nadie dice, donde no tenemos un tiempo en familia, estoy harto y si me voy renunció a mi magia, pues que así sea-me dijo mientras caminaba por el pasillo.

-Como puedes ser tan cruel, ¿no sabes como me siento?

-No sientas y ya, ¿Eres experta en eso no? Ahora vete, tengo una obligación que cumplir.

Solo me tire al piso y llore, jamás había llorado así, llore y llore hasta desmayar me y acabar en cama.