Las semanas pasan y con ellas diciembre, ese mes que se ha vuelto tan horrible para mi pero he sabido sobrellevar todo esto. Cuando salí después de semana lo primero que hice fue ir al cementerio, ese lugar el cual nunca me gustó y ahora menos.
He venido todos los días contándoles a mis padres y a mi hermanita cómo ha ido mi día y cosas insignificante pero al final siempre se me sale una lágrima. También encontré un trabajo de medio tiempo en una biblioteca, no me puedo quejar ya que así puedo leer de vez en cuando para despejar mi mente y me gusta.
— ¡Cassandra! —me sobresalté al escuchar como gritaron mi nombre y me sorprendí al ver que se trata de Verónica, mi amiga.
Sin pensarlo dos veces me puse de pie para envolvernos en un abrazo. Estoy tan feliz que mis lagrimas no tardaron en salir, me sentí tan aliviada.
Ella ha sido mi mejor amiga y ahora me siento mal por no contactarme con ella después de lo qué pasó, pero ni siquiera he pensado en mis estudios, no he pensado en nada.
— ¿Y para mi no hay abrazo? —esa voz nunca se me olvidará porque es de mi mejor amigo; Ken.
— ¡Oh chicos! No saben lo feliz que me hace volver a verlos después de tanto tiempo —lloré abrazando a Ken y luego sentí como Verónica se unió.
— Ah cariño, sentimos mucho lo qué pasó, también sentimos no estar contigo en ese horrible momento pero no sabíamos donde buscarte —dijo Verónica.
Los miré y sus ojos estaban lloroso.
— Fue... una pesadilla, chicos —mi voz salió temblorosa y acto seguido Ken me abrazó otra vez.
Después de eso les convencí para que siguieran en sus cosas y que después cuando terminaran hablábamos porque no quiero que no hagan sus deberes.
Ahora sé que no estoy tan sola como creí, ahora tengo a mis amigos y a... Henry.
Ken y Veronica se sentaron en una mesa y comenzaron a estudiar, cada cierto tiempo unos de los dos me miraba y me mostraba una sonrisa triste y sincera e igual yo.
Ellos son importantes para mi, son parte de mi vida y de mi, los quiero tanto que tengo miedo de que algún día la vida me los quite también. Pero ahora que ellos estarán a mi lado sé que no me sentiré tan sola y que con ellos a mi lado tendré un motivo más para superar todo esto.
— Cass —levante la vista para encontrarme con Ken. Detrás de él Verónica entraba las cosas en su mochila.
— Ken —le quise mostrar una sonrisa pero está salió como una mueca.
— ¿Donde te estás quedando? ¿Necesitas algo? ¿Cuando...? —no lo dejé terminar.
— ¿Qué tal si quedamos los tres el sábado? Así podemos hablar... y así nos ponemos al tanto —subí mis hombro mientras los miraba.
El sonrió y se ve hermoso, pero es gay.
— Genial. ¿Quieres que te llevemos? —pregunto a lo que yo le sonreí.
—No, de hecho pasarán por mí, pero no te preocupes... —en ese momento Verónica se unió a nosotros poniéndose a mi lado y rodeando mis hombro con su mano, es algo típico de ella y ahora se cuanto la he extrañado.
— ¿Quién? —preguntó Ken con mucho intrusismo.
— ¿Si quién? —preguntó Verónica recargando su cabeza en la mía.
— Estoy viviendo con... —ni siquiera se que decirles.—Bueno, no tuve otra opción ya que él fue el único que estuvo cerca y me ha ayudado a sobrellevar un poco todo...esto —bajé la mirada para que no vean que mis ojos se llenaron de lagrimas y que en cualquier momento romperé en llanto.
Pero en cierto modo tengo razón, yo no tuve otra alternativa que irme a vivir con él porque nadie más vino, ni siquiera mi familia y eso solo me hace enojar, éramos unidos y se suponía que nos reuniríamos todos en estas celebraciones que ya pasaron.
Pero ahora nada me cuadra, por más que quiero pensar que todo está bien no lo está.
La mamá de Verónica la llamo y se tuvo que ir y por lo tanto Ken también ya que ella es quien tiene el transporte. A los minutos llegó Henry y tenía tantas preguntas que no las quiero hacer aquí, primero tengo que pensarlas.
Una vez que llegamos al departamento me senté en el mueble, junté mis manos dando la impresión de que estoy rezando.
— Cassandra, ¿qué te pasa? —la voz de Henry me sobresaltó un poco pero lo disimulé.
Su cabello está mojado y me pregunto ¿cuánto tiempo pasó que no me di cuenta cuando se fue a bañar?
Este es el momento —Henry, tengo muchas preguntas que... solo tú puedes responder —dije mirándolo a los ojos y por unos segundos me perdí.
❤️💕Que tengan un Feliz Año Nuevo 💕❤️
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En El Olvido ©
Kort verhaalCassandra Jenkins sintió que su vida se derrumbaría luego de haber perdido a sus padres y a su hermana pequeña en un incendio. Sentía que ya nada tendría sentido sin ellos y no tenía ganas de vivir. Pero luego llegó él para evitar que se derrumbase...