Like water and fire...
Justo en la puerta del aula estaban ellos, con su pose insolente y provocativa, tan adictivos y tentadores como peligrosos. El primero en entrar fue Valentino Albori, con una pose altiva, sus ojos tan verdes como la más brillante esmeralda resaltaban su pelo rubio, casi blanco, con un cuerpo destinado al absoluto pecado, fuerte, y con músculos bien definidos, todo en él era una invitación a perder algo más que la cordura. Valentino era todo fuego, pero su corazón era más frío que el Ártico. Aunque sin dudas era el más atractivo del grupo, su belleza era engañosa, no pude detectar en él ni un solo ademán que no fuese premeditado, completamente intencional y bien estudiado. Pero que se podía esperar, era el hijo menor de los Albori, su padre era el dueño del San Alejandro y de todos los aeropuertos del país, con una de las mayores fortunas del continente, el estaba junto a su muy selecto grupo de amigos entre los más ricos y respetados del SA*. Le seguía Sebastian Santiago, toda bondad y buenas intenciones, con una sonrisa tan perfecta que te hacía mojar las bragas al instante. Sus ojos avellana le daban un tono noble y gentil a su mirada, a juego con su pelo negro ensortijado y su cuerpo atlético y bien definido era sencillamente increíble. Sebastian es ese chico del que planeas enamorarte, tu príncipe azúl, el que te despertará todas las mañanas con el desayuno en la cama y te regalará rosas rojas, con el que tendrías 3 hijos y quien amaría a tu gato. Todo en en el único hijo de los Santiago te decía a gritos "confía en mí", pero no nos equivoquemos, su padre era el jefe de uno de los clanes de la mafia más importantes del país y Sebastian era tan respetado y admirado por la mafia como su padre, y se ganó su lugar con méritos propios, no creo que los príncipes azules sepan hacer tanto con una arma como nuestro querido Sebas. El último de los chicos en entrar fue Ethan Black, si Valentino era fuego y pasión, Ethan era frío y misterio, Black era como un puzzle sin resolver, con los ojos más azules que puedan existir y el cabello tan negro como el carbón, nadie se atrevía a sostenerle la mirada. El cuerpo de Ethan era perfecto, pero de una manera fría y desconcertante, sus músculos, fuertes y bien definidos, musculoso, pero no en exceso, todo en él perfecto, bien proporcionado, equilibrado. Black era un secreto para todo San Alejandro, nadie sabía de donde venía, aunque tenía un ligero acento Inglés, nadie estaba completamente seguro, no tenían idea de quien era su familia, pero se rumoreaba en el colegio que era el más rico y poderoso de SA*, pero el nunca dirigía la palabra a nadie que no fuera de su grupo y no salía con chicas, aunque todos sabíamos a ciencia cierta que no era gay. Detrás de los chicos venía la última integrante del selecto grupo, Angélica Black, el Ángel. Angélica es la hermana menor de Ethan y la envidia de casi todas las chicas del San Alejandro. El Ángel es una de esas chicas que esperas ver posando en la portada de una revista de moda súper exclusiva, es delgada, pero con las curvas suficientes para que una vez que la has visto no puedas apartar la mirada. Su pelo es tan negro como el de su hermano, pero sus ojos son de un azul menos intenso, aún así, sus facciones delicadas le confieren un aspecto sereno y armonioso. La pequeña de los Black es la única chica del grupo de amigos, no me mal interpreten, siempre habían chicas alrededor del trio, pero ninguna pertenecía a su grupo y ninguna se sentaba en su mesa o compartía con ellos.
El profesor llegó unos minutos antes de tocar la campana y dejó los libros sobre su escritorio, con voz ronca expresó ante las miradas asombradas y de reproche de mis compañeros de clase
- Estudiantes pónganse de pie, quiero que se ubiquen por orden de la lista - Mierda, susurré, no podía creerlo, si nos sentamos por el orden de la lista, entonces, entonces...yo... - Señorita Blackwell, que está esperando para sentarse, una invitación, tome asiento ya -
- Si, disculpe profesor - murmuré por lo bajo, apenas toque la silla clavé la vista en la pizarra, podía sentir las risas de mis compañeros de salón y en especial una risa baja y ronca, que envió un escalofrío a todo mi cuerpo, me giré bruscamente y me encontré con un par de ojos de un azul imposible mirándome fijamente.Hola a todos, este capítulo es más cortito porque sigo desde el celular, por lo que pido perdón si hay algún tipo de errores, pero espero que les haya gustado. ¿Qué les parecen los chicos? Yo los amo, si supieran las cosas que hacen, uff... Y el Ángel no se queda atrás. Pequeño adelanto, ¿qué secretos guarda la hija pequeña de los Black, y de donde conoce a Abby? La trama se complica, pero recuerden que por algo está la señorita Blackwell en un colegio como el SA*, así que no la subestimen. Las pistas comienzan a aparecer y la exclusiva elite del San Alejandro está vinculada a Abby de una forma sorprendente ¿Alguien tiene alguna teoría?
Hay pequeña Blackwell, no sabes lo que te espera...
Lean, voten y comenten, es muy importante para mí. Besos infinitos y un abrazo sin precedentes, Argelia.
😘😘😘
ESTÁS LEYENDO
Just Secrets
Teen FictionJust Secrets Mafia, amistad, muerte, venganza, amor, traición, mentiras, ese es mi mundo, esos son mis secretos... Estoy más que segura que todos están esperando la típica historia romántica, en la que la chica buena es salvada por el chico bueno pe...