Capítulo 39:

382 23 0
                                    

Lily:

Son las 20:15, sorbo de mi refresco y espero a que mi abogada llegue. La veo entrar, pide al camarero y se sienta a mi lado.

Yo:¿Qué ha pasado?

Abogada: Lo que nos temíamos, que la justicia cada vez va a peor y le queda poco para salir.

Yo:¡Joder! No solo me maltrató a mí, deberían ser suficientes pruebas.

Aboga: Y ha recurrido. La ley habla de la reinserción social sin pensar en las víctimas.

Yo:¿Cree que vendrá a por mí?-se hace un nudo en mi garganta. Después de pasar por tanto, de ser feliz, ha durado poco.

Abogada:No lo sé, he ido a los Tribunales para que te declaren una víctima de violencia machista y no puedan sacarte en la prensa.

Yo:Muchísimas gracias...cualquier cosa, aviseme.

Deambulo por la calle, estoy hecha pedazos. ¿Cómo le contaré esto a Jhon? ¿Cómo voy al trabajo a ayudar a mujeres con mi misma situación con la que me espera?

Denver:Ey,¿qué haces por aquí?

Yo:Estaba...dando un paseo.

Me abraza al ver que estoy llorando e intenta tranquilizarme. Subimos en su coche y ahora sí, hablamos.

Denver:¿Qué pasa? Vas a casarte, deberías ser feliz.

Yo:Martin saldrá de prisión pronto.

Denver:¿Qué?

Yo:Sí, es cuestión de un año o meses.

Denver:¿Qué cojones hace falta para que se pudra allí? Te acompañaré a casa y lo contarás a Alex. Él ha estado siempre y no va a ser ahora menos.

Conduce de camino a casa, yo no paro de temblar, pero no puedo dejarme caer la moral.

Entramos y preparo te. Mi amiga no se separa en ningún momento de mí.

Denver:Oye, entonces con la boda,¿me harás tita?

Yo:Bueno, quién sabe- ambas reímos.

Denver:Ahora la boda,  luego lo que venga.

Yo:¿Y tú?

Denver:¿Yo? Niños no. Si acaso verlos, tenerlos no.

Yo:Eso dices ahora. Ya con 25 se acerca la edad de querer una cierta estabilidad.

Denver:Soy una loca, prefiero divertirme.

Mi amiga me tranquiliza, hasta que viene Alex. Se saludan, pero ella prefiere darnos intimidad.

Dr.Alex:

Saludo a Denver, me alegro de verla. Seguro que también es buena consejera cuando Lily vaya buscando los preparativos.

Lily:Cielo, tengo que hablar contigo.

Yo:Una semana prometida y ya quieres echarte atrás- gasto una broma y me siento a su lado.

Lily:Martin va a salir en un año, dos o incluso meses.

Me quedo en blanco. No sé qué decir. Me vienen a la mente imágenes de cuando conocí a Lily, tan vulnerable, tan dañada...joder.

Yo:La justicia ea una mierda. Pero estaré a tu lado. No quiero qur tengas miedo, eres fuerte, estás conmigo y todos te apoyamos. Si tengo que poner seguridad lo haré, eres lo principal de mi vida.

Lily:Lo sé, sé que estarías conmigo siempre.

Yo:Y ahora, quiero que te des una ducha relajante. Ahora voy yo y pedimos cena.

Lily:¿Es tu forma de mimarme?

Yo:Sí, prometida.

Lily va a la ducha, tal y como l dije. Yo mantengo la calma pero esta noticia me ha pillado por sorpresa. Conozco una buena agencia de guardaespaldas y contrataré alguno si hace falta.

Me desvisto y entro con ella. Lavo su cabello y noto como poco a poco se destensa mi casi mujer. Se hunde en mi pecho y beso su cabeza.

Salgo de la ducha y lío la toalla en mis caderas mientras seco mi cabeza.

Lily:Te elegiría mil y una vez más.

Doy la vuelta y la beso. Sus gotas de agua que caen del cabello gotean en sus senos, haciendo notar que quiere algo más que besos. La siento en el lavabo y beso su clavícula. Ella respira por la boca gimiendo. Mi erección comienza a notarse y decido retirar su toalla dejándola desnuda.

Nos besas frenéticamente y tira de mis cabellos al notar mis dedos en su zona. Pide más y quito mi toalla. La cojo y tumbo en la cama incluso estando su cabello muy mojado. La penetro y pronto comienzo a ir más rápido.

Lily:Esto era lo que quería.

Muerdo sus senos mientras sigo moviendome. Me encanta todo ella. Acabamos en un orgasmo, tumbándonos en la cama recuperando el aire.

Las marcas de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora