Rachel
Scott se había ido a penas hace unos minutos, me quedé en la habitación, recostada mirando al techo. Parecía mentira todo lo que había pasado, nunca conocí a alguien que su ambición la llevará a arruinar a su propia familia.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por alguien que tocaba la puerta, segundos después entró Jim.
-Creí que te gustaria saber que Jade despertó de nuevo- dijo e inmediatamente me puse de pie, pero él parecia preocupado por algo, solo deseaba que mi amiga estuviera bien -solo podrás verla unos minutos, es todo lo que conseguí, solo unos minutos-
-Esta bien-
Jim me acompaño al piso de terapia intensiva, aunque ya me sabía el camino de memoria, pues algunas veces me escabullia para ver a Jade, aunque decían que estaba mejorando no había vuelto a despertar desde la última vez que hable con ella. Mi corazón comenzó a acelerarse, tenia miedo de lo que encontraría, me preparé mil veces para escuchar sus reclamos cuando ella se sintiera mejor, pero nada me prepararia para lo que escucharía.
A unos pasos de la puerta de la habitación de Jade se encontraba su madre, y al verme rápidamente se acercó a mí, su cara estaba llena de angustia.
-Por favor ayudame- suplico -tal vez tú la hagas entrar en razón-
-¿De que habla?- pregunté, estaba confundida y temia que algo malo le hubiera pasado.
-Ella... ella quiere tener al hijo de ese monstruo- me quedé sin palabras al escucharla.
-¿Hijo?- a penas logré articular palabra -Jade está... ¿Esta embarazada?- no lo creía, mire a Jim y él solo asintio.
-Usted es medico- dijo la madre de Jade a Jim -usted puede hacer algo, se lo suplico- Jim negó con la cabeza.
-Ella es mayor de edad, debemos respetar su decisión- sentenció, y la madre de Jade comenzó a sollozar.
-Por favor- me suplico -habla con ella, hazla entrar en razón te lo suplico- no pude contestar, las palabras no salían de mi boca.
-Entremos- dijo Jim tomándome del brazo y guiandome dentro de la habitación, me sentí aliviada de no tener que seguir hablando con la madre de Jade.
Al entrar, Jim dijo que esperaría afuera y cerró la puerta tras él. Mire a Jade, estaba recostada en la cama, su piel había recuperado un poco más de color desde la última vez que la vi. Pero sus heridas aún no cicatrizaban, y su rostro aún se veía demacrado.
-Hola- dije sentándome en una silla al lado de su cama -¿Como te sientes?- ella se giró a verme y noté como le era difícil y doloroso hacer ese simple movimiento.
-No tienes que preocuparte- su voz se escuchaba ronca -escuche a mi madre hablarte-
-Yo... yo no sé que decir-
-No importa- sonaba molesta -es mi decisión-
-Lo lamento tanto- las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas sin que pudiera contenerlos -si no hubiera sido por mi tú no estarías en esta situacion, todo es mi culpa- entonces sentí su mano sobre la mía y la mire, estaba sonriendo.
-Nadie me obligó a ir con él, yo me ofreci- la mire con asombro -él fue a buscarme para que le dijera donde encontrarte, me ofrecí a ir con él si te dejaba en paz-
-¿Por que? Yo no lo merecía, tú no tenías que y ahora tú estás...- el llanto no me dejó continuar.
-Yo escogí ir con él, así que lo que me pasó fue mi decisión-
-¿Por qué? ¿Por qué eres así conmigo? ¡Deberías gritarme! ¡Deberías molestarte conmigo! ¿Realmente quieres esto?- dije exaltada. Ella deberia odiarme y en vez de eso me sonríe.
-Quiero esto- puso su mano sobre su vientre y comenzó a hacer movimientos circulares con los dedos mientras sonreía -lo quiero- me miró -despues de todo alguna vez ame a su padre- una lágrima rodo por su mejilla -y quiero pensar que al menos dejo algo bueno en este mundo, algo que me hará feliz, algo más grande que todo el daño que causo- su voz se quebró y las lágrimas empaparon su rostro.
Me acerqué y la abracé, lloramos juntas unos instantes. Cuando me separé de su lado, ella me sonrió.
-Soy feliz con mi decisión- tomo mi mano -tu se feliz con la tuya-
-Siempre te apoyare- sonreí y las lágrimas amenazaban con salir de nuevo -siempre aunque nadie más lo haga-
-Lo se- nos quedamos en silencio unos instantes, un silencio muy reconfortante, no importa lo que cada una decidiera tenia el completo apoyo de la otra.
Jim entró en la habitación y me llamó. El tiempo había terminado y tenia que irme. Me despedí de Jade prometiendo volver en cuanto me fuera posible. Al salir evite ver a la madre de Jade, pero ella comenzó a llorar de nuevo al ver mi reacción, debió darse cuenta de que la decisión de su hija no cambiaría.
Jim me acompaño a mi habitación y sin decir palabra se marchó.
Mire por la ventana, las luces iluminaban la ciudad. Mire mi reflejo en el cristal, yo debería tener las marcas en mi rostro no Jade.
Mire mis manos, la palabra "estorbo" aún era visible. Mi pecho dolió. Había pasado por tantas cosas, muchos habían sufrido por mi. Scott había sido herido varias veces por mi causa ¿Realmente merecía estar a su lado? Desde que lo conozco no he he hecho nada más que causarle problemas.
Pero aún así una parte de mí de rehúsa a dejarlo ir, sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a salir ¿Soy egoísta por desear estar a su lado?
Entonces las palabras de Jade vinieron a mi mente:
"Soy feliz con mi decisión, tu se feliz con la tuya"¿Realmente merezco ser feliz? Esta bien si lo intento ¿Cierto?
De pronto escuché la puerta abrirse, me gire y me encontré con Scott. Rápidamente intenté limpiar mis lágrimas, pero al ver su rostro noté que el ya se había dado cuenta de ellas. Se acercó a mí y me abrazó.
-Tranquila, todo estará bien- dijo y sentí que estaba bien desmoronarme.
Estaba bien decidir estar a su lado y comenzar de nuevo, juntos. Estaba bien tratar de ser feliz.
Dos capítulos, como lo prometí. Estamos a nada del final. Tal vez solo dos capítulos más y luego el final. Aún no estoy segura.
Espero que les gustará.
Gracias por leer.
XD
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Ni la muerte podra tocarte (Editando)
Romance¿Nunca has sentído que alguien te observa? No solo casualmente, sino cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes. ¿Has sentído que no volveras a caminar sola? ¿Ha estar sola? Esa presencia siempre esta ahi. Pero no es algo que te de miedo, tal vez...