Era una tarde de octubre, el otoño ya se hacía presente en las calles de Seúl con esos hermosos diferentes tonos de naranja en las hojas, enmarcando contraste con el cielo azul y es que otoño siempre trae consigo algunos de los paisajes más impresionantes de la naturaleza. El hermoso follaje de otoño, junto al clima templado hacen de la estación algo exquisito y refrescante o bien, pudo haber sido así de ser por la repentina lluvia que comenzaba a caer sobre la ciudad, empapando a todo aventurero que caminaba a sus alrededores sin paraguas.
El tiempo parecía inesperado en estos días; apenas ayer el sol brillaba con intensidad y hoy no apareció en absoluto, oculto detrás de esas nubes grises de mal aspecto. Maldijo en voz baja, por haber hecho caso al reporte climatológico y no llevar un jodido paraguas en un día así antes de salir corriendo en busca de un refugio.
Se situó en la parada de autobuses pensando en lo estúpido que había sido al creer que en verdad su irresponsable hermano menor lo recogería del trabajo (si de nuevo una mala decisión) y mierda estaba lloviendo tan fuerte que incluso la tarea de buscar un taxi era difícil, su jodido hermano seguía sin atender a sus llamadas probablemente consiente de lo molesto que estaba en ese momento y el cada vez se sentía más cabreado por toda la jodida situación.
—Cariño por que tardaste tanto —Junmyeon giro la cabeza al escuchar la voz chillona de la mujer a su lado.
—Lo siento, me tomo más tiempo terminar el trabajo. —Respondió el hombre tomando la mujer de la mano.
La pareja paso justo delante de él, luciendo tan enamorados, sonriéndose mutuamente bajo un paraguas rojo algo que inconscientemente lo hizo sonreír, trayendo a su mente el recuerdo de si mismo hace unos años atrás. Cuando solía caminar del brazo de....
De pronto alguien se paró justo a su lado poniendo sobre su cabeza un paraguas, levanto la mirada lentamente y contuvo el aliento cuando los orbes oscuros del chico le devolvieron la mirada y una sonrisa se dibujó en su rostro.
—¿C–Chanyeol? —Junmyeon sintió como el aire escapa de sus pulmones al pronunciar ese nombre que, por tantos años, no había salido de su boca. Tal vez por eso se sintió tan extraño hacerlo ahora.
Por qué dolía solo al recordarlo.
—Creí que te habías olvidado de mi después de todo han pasado ¿cinco años?
Como lo olvidaría si su jodida imagen seguía tan viva en sus recuerdos que podía recordar desde cada gesto y manía hasta cada lunar que adornaba su espalda. Bien dicen "el primer amor nunca se olvida", una frase muy cierta por que independientemente de cómo haya sido la experiencia, indudablemente se queda en nuestros recuerdos. Nos deja una marca indeleble que ni el tiempo podría borrar.
—Seis....
—¿Mmhn?
—Fueron seis años, desde que te fuiste a Estados Unidos han pasado seis años.
—Así que lo recuerdas —rió.
Mierda y más mierda. Su risa.
Junmyeon solía quejarse siempre de que su risa era muy escandalosa, aunque al final siempre terminaba riendo junto con él. Sintió que la melancolía lo envolvía repentinamente y asintió levemente.
—Es un día lluvioso, ¿Por qué no llevas paraguas?
—Dijeron que definitivamente hoy no llovería. —Chanyeol volvió a reír y el no pudo evitar sonreír.
—Solo tu escucha el pronóstico de clima, además era muy obvio que llovería.
—No te burles... me confié es todo....