Alas Rotas ( Levi Y Tú) SNK

Ciudad subterránea

Desde que aparecieron los Titanes, la raza humana se ha protegido con 3 inmensos muros, el muro Maria, el Muro Rose y el Muro Shina.

La capital real se halla en la zona as interna y protegida por los muros, además donde los ricos se ríen de los pobres, pero incluso con su relucientes joyas, su alta economía hay un lugar oscuro y tenebroso que oscurece todas sus joyas.....

La ciudad subterránea, o como aquí algunos le llamamos el Infierno.

Se había construido, como una posibilidad de escapar de los titanes, pero únicamente sirvió para meter a todas las víboras y la gente pobre que no podía vivir entre los muros en un mismo lugar.

Cada vez que paso por estas calles, veo maldad en los ojos de la gente, hambre, hambruna, dolor, cansancio y lo que mas me duele ver en los mas pequeños, muerte.
Los mas pequeños casi no tienen futuro en su primer respiro, otros son abandonados en las calles por sus padres, dandoles una muerte segura.
Otros solo sobreviven matando y robando a la gente,destruyendo familias enteras y a gente inocente y también, Muchas mujeres sobreviven protituyendose, solamente para ganar un poco de dinero y cuidar a toda su familia, eso me había pasado a mi madre, tenía ese asqueroso trabajo, únicamente para alimentarnos a mi y a mis dos hermanos pequeños. Pero un día, cuando yo volvía de robar un poco de comida, la puerta estaba destrozada, aun recuerdo el olor de sangre, que salía de los pequeños cuerpos de mis hermanos y mi madre, me había quedado quieta, sin llorar, solamente respirando y oliendo ese horrible olor. Cogí el dinero que quedaba y alguna de mis pertenencias, y salí de ahí sin mirar atrás, solamente preguntándome, que habría pasado si mi padre, aún estuviera vivo, el cual, había muerto apuñalado en la antigua panadería familiar que teníamos. Éramos u familia humilde, no hacíamos daño a nadie, pero igualmente nos dañaron a nosotros.

Después de ese tiempo, me busqué la vida, pero gracias a eso, tengo una nueva familia, la cual me cuida y yo les cuido a ellos.

Siempre que salgo a por comida, me han advertido de ir con una navaja en mis ropas, además, de estar atenta a todo lo que me rodea, sin importar quien es, mujer, hombre o niño. Pero ahora que me doy cuenta.

-Se me ha hecho tarde- dije en susurro, empezando a correr, no quería ganarme otra charla por llegar tarde. Cuando estaba por llegar, veo a dos hombres parados en la puerta de mi casa.

-Vaya vaya vaya- se acerca el hombre gordo, mientras que de los tres recibía miradas lascivas.- Que preciosidad tenemos aqui, vas hacer algun trabajo ahi dentro? Nos gustaria entrar tambien, verdad chicos?- dijo mirando a sus acompañantes que se reían por su propuesta.

Di un paso hacia atrás y lentamente, acerqué mi mano hacia la Daga que tenia escondida en mi bolsillo.

Me iba a tocar la mejilla con su asquerosa mano pero una voz lo paró.

-Quienes son ustedes?- mire hacia la puerta - vaya, te has tardado- dijo sonriendo aliviado.

-Solo me he retrasado unos minutos- dije sacándole importancia al asunto y caminando hacia el, me revolvió el cabello cuando estuve a su lado.-Dime que no se ha enfadado- dije en bajo

-Creo que no mucho- dijo divertido, yo suspiré- No ha parado de dar vueltas por toda la casa,desde que paso la hora-Dijo sonriendo.

-HEY!Venimos a hacer un trato con vosotros- dijo su compañero aun mirándome, con el ceño fruncido, ya que habíamos pasado de ellos con nuestra conversación.

-No nos interesa, sera mejor que se marchen- dije frunciendo el ceño, mirándole.

-Tenemos mucho dinero, solamente es...- en eso un cuchillo salió volando hacia su dirección, yo sonreí. El hombre se quedó asustado, mientras que el pelinegro se ponía a nuestro lado, notando un aura oscura a su alrededor.