Capítulo 3

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[POV TAEHYUNG]

-¡Hey! ¡Eso no vale! -dije entre risas- Ho-Hoseok, ya detente... me haces sentir vulnerable.

Él me miró con complicidad para detener las cosquillas, y mirarme a los ojos con ternura, bueno...yo lo sentí como si su mirada fuese de amor.

-¿Qué tanto me miras? ¡¿Acaso tengo un granito y no me dijiste?! -hablé tanteando mi rostro para verificar que no había ningún rastro de exceso poroso en mi piel.

-Eres un idiota... -dijo mordiendo sus labios y haciendo un gesto de negación con su rostro- Taehyung, aún si fueses el hombre barba, con doscientos cincuenta y tres granitos, serías el hombre más lindo para mí en toda la tierra.

Yo sólo sonreí y me senté a su lado en la cama, quedando a centímetros del rostro del otro. Lo tomé de la mano e hice pararlo, quedando -ahora sí- uno frente al otro.

Sentí como sus brazos rodeaban considerablemente mi cintura, y su boca fue a parar directo a mi cuello. Empezando a dejar húmedos besos, y alguna que otra disimulada marca.

-No me cansaría... -habló en mi oído- No me cansaría nunca de besarte, de morderte, de probarte, de devorarte... eres como una maldita canción que no me cansaría de repetir y escuchar nunca.

Mis manos fueron a parar directo a su cuello, y antes de presionar nuestros labios delicadamente, lo miré, haciendo contacto visual, y agradeciendo todo lo que acababa de decirme.
Me acerqué lentamente a su rostro y coloqué mi boca sobre la suya, presionando nuestras bocas en una melodía, la cual ambos le seguíamos el ritmo a la perfección.

Hoseok me permitió adentrarme más allá, y me di el lujo de probar su cavidad bucal con mi lengua, aprovechando su amabilidad.

Nuestro beso se intensificaba cada vez más; sus manos vagaban por la sensible piel de mi espalda, mientras que yo me atreví a aferrarme a su pelo, y devorar sus labios en cada segundo que pasaba.

Hoseok hizo la situación más ardiente: tomó mi trasero con sus manos y me apego más a su cuerpo, haciéndome estremecer al sentir su erección contra mi muslo. El beso esta vez tenía más movimiento, y nuestras narices se rozaban cada vez que nos besábamos.

La falta de aire se hizo notar en mis pulmones, y traté de separarme de él -aunque no quería-

-Debe-deberi-iamos d-detenernos -dijo agitado.

Ignoré por completo lo que dijo- No tengo ganas de que nos detengamos, en absoluto. ¿Habría alguna razón para hacerlo?

Él sólo sonrió y me apegó bruscamente a una de las paredes de mi cuarto, bloqueando cualquier tipo de salida para mí, y obligando a quedarme entre su cuerpo y la pared.

-¿Intentaras escapar? -habló levantando el entrecejo y sonriendo victorioso

-¿Escapar? ¿Sabiendo que en cualquier momento arrancarás cada prenda de mi ropa con tus dientes y me follarás hasta que la última gota de sudor salga de tu frente? ¿Qué persona en sus cinco sentidos y en sus cabales haría eso?

Hoseok rió por el tonto comentario y me atrajo, una vez más, a su cuerpo, besando mis labios con precisión y haciendo un estruendoso ruido, que hizo que mi pantalón comenzara a apretar, y que mi miembro comenzara a doler. Él se separó de mí, y lamió sus labios con lascivia, provocando que mi bulto estallara de la excitación.

Me abrazó por la cintura, y por unos segundos descanso su cabeza sobre mi hombro.

Una de sus manos me sostenía de la cintura, dándome seguridad; su otra mano se encargo de acariciar mi espalda, haciendo que cada parte de mi sensible piel temblara a su tacto.

¿jugamos?┆hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora