Mr. Pervert |BTS| •Vhope• [EN EDICIÓN]

-A N S W E R #4-

✖Algún tiempo atrás.✖

La manada Jung hace más de diez años tenía cierto acuerdo con la manada del sur, los Choi.

Era un día soleado y la familia principal de la manada de lobos de pelaje rojo debían viajar hasta el territorio de la manada del sur. El acuerdo una vez más se tenía que llevar acabó.

Apesar de que el mundo ya no fuera tan involucionado y retrógrado, aún existían las manadas, matrimonios arreglados y demás tradiciones algo -muy- antiguas.
Sin embargo, nadie hacía nada por cambiarlo, así se vivía "bien".

-Bienvenido Jung- el alfa de los lobos del sur saludo al alfa de cabellera rojiza. Este sonrió amable y estrecho su mano con el mayor.

Las dos familias de cabecilla se saludaban cordialmente para después pasar al tema principal y al que llevo ahí a los dos pueblos a juntarse.

La hija menor de los Jung estaba algo aburrida, ella prefería estar con su lindo gatito y jugar con el o simplemente estar en su forma lobuna embarrandose de lodo y persiguiendo ardillas, en cambió, en ese momento tenía que estar bien sentada, con un largo e incómodo vestido luciendo como una señorita, cuando ni siquiera su hermosa madre era así.

Suspiró y volteó hacia un lado encontrándose con la curiosa y sería mirada de una linda chica rubia. Su ceño se frunció nerviosa y sintió como su lobo rápidamente comenzaba a removerse inquieto, feliz y ansioso en su lugar. La omega frente a ella arrugó su nariz en una tierna mueca y después la ignoró volteando la mirada.

La peli-roja se sonrojo y sacudió la cabeza queriendo despejar su abrumada mente.

-Entonces, ¿esta hermosa señorita será mi nuera?- pregunto la omega de los Jung, sonriéndole a la rubia quien sonrió forzadamente.

-Encantada de conocerlos. Me llamo Choi Hyera, omega y futura esposa de su hijo- se presentó la única hija de la manada Choi haciendo una reverencia.

-También debes presentarte hijo- dijo el alfa mayor de los Jung hacia su hijo, quien con una sonrisa asintió.

-El gustó es nuestro. Me llamo Jung Yongki, futuro alfa de la manada Jung y futuro esposo de su hija- dijo tranquilo y feliz, aunque por dentro era diferente.

Él lo único que quería era dominar a unas de las dos mejores manada de Corea. Su corazón no era sano y estaba lleno de malicia.

Y de eso se daban cuenta su hermana menor y su prometida.

✖Tiempo después.✖

Los días pasaban y Hyera junto a Yongki se iban conocíamos cada vez más. El lobo de la omega rasguña en su pecho colérico cuando el olor de aquel alfa llegaba a su sentido del olfato. No le gustaba y en sí, el humano le parecía aburrido.

Sin embargo, antes de la boda tenían que seguir un cortejo, por desgracia.

Hubo un día especial, uno el cual la omega rubia se dio cuenta de dos cosas.

Ese día, por casualidad le dieron ganas de ir al lago cerca de los límites de sus tierras. Hye siempre iba ahí cuando se sentía frustrada y ahogada con los asuntos y deberes que debía cumplir por ser la primogénita única de los Choi. Su vista se maravillo y sorprendió al llegar al lugar.

Un lobo hermoso de brillante pelaje rojo y negro se alzaba delante de ella, su corazón latió fuerte y por primera vez en todo lo que llevaba de vida quiso acercarse a un alfa. Porque ella detestaba a los "primeros" de la jerarquía, odiaba todo los estereotipos y tradiciones estúpidas que ellos habían implantado en toda la sociedad.
Sin embargo, con ese lobo frente ella fue diferente, se sintió total y malditamente distinto.