Fuck my daddy. ~Min Yoongi~

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-Ya te dije que no eres la única -decía sin una gota de piedad, a quien le fue tan sumisa durante el poco tiempo q estuvieron, quien se le entregó en cuerpo y alma-Hay muchas más y mejores que tú.

-Pe..pero...Sabes que? Yo igual me cansé, me harté de rogarte, de aguantar infidelidades, borracheras y..principalmente...golpes. No te mereces ni siquiera mi pena. -dijo la joven secando sus lágrimas-Y esta es la última lágrima que derramo por ti. Kim Namjoon, desde hoy, para mí, estás muerto.

Diciendo esto último, desconsolada, tomó su celular y algo de dinero para darse media vuelta y decir sus últimas palabras..

-Quiero que desalojes MI casa antes de las 12pm de mañana, sino....lanzaré por la ventana tus pertenencias. -sabía que eso sonó muy cliché, pero se sentía muy mal y no quería q la viera llorar, no por él-

                             (.....)

Vagando sola por las calles, sin un rumbo que tomar, solitaria y con sus pensamientos tormentosos. Solo un mes, y dio lo mejor de sí, pensando que sería el indicado. Se llevó la sorpresa de su adorado novio teniendo sexo en la cama en la que dormirían hoy.

Todas sus esperanzas, sus ilusiones y sus sueños, se fueron literalmente a la mierda. Se sentía destrozada, pero un rayo de luz la iluminó. Recordó, justo a tiempo, a su mejor amigo, el que siempre estuvo con ella, en las malas y en las buenas, hasta el día en que consiguió al bastardo de Namjoon y no le permitió volver a verlo.

                             (.....)

Solo dos cuadras, dos cuadras más y llegaba a su destino, mojada, con las lágrimas por todo su rostro, pero iba  a llegar y eso era lo importante. Un toque, dos y la gruesa voz que lo caracterizaba se escuchó decir..

-Un momento!  -y la puerta se abrió, dando a ver a la cara que más anhelaba ver, ese color pálido que resaltaba con su cabello negro.

-Ste...stephanie? ¿Estás loca? Mira la hora que es, está lloviendo, y...Estás llorando?

-Y qué? Me vas a invitar a entrar o me vas a dejar durmiendo afuera

-Claro -la tomó de la muñeca y la entró-Espera un momento.

El joven se adentró a su casa, dirigiéndose a tomar unas toallas, mientras la joven solo se sentó en el frío suelo, mirando fijamente unas flores y haciendo así brotar nuevamente sus lágrimas. Finalmente el paliducho asomó su cuerpo con dos toallas, dejándolas sobre el mueble para sin importarle lo mojada que estuviese su amiga, darle el más cálido, sincero y bondadoso abrazo. Ella se deshizo en sus brazos, lloró en ese hombro amigo que le sirvió de consuelo por mucho tiempo y en todas las situaciones.

                              (.....)

  Se encontraba subiendo las escaleras, junto a su amigo. Dando finalmente al cuarto del mismo, tomando el pómulo de la puerta y abriéndola como acto seguido. Ambos se adentraron, ella con una pequeña sonrisa tomó las toallas y comenzó a secar su pelo, luego sus brazos y así las partes descubiertas de su blanco cuerpo, mientras el pelinegro se limitaba a mirarla con sumo cuidado. Sin importarle nada, puso las toallas sobre la cama, desabrochó el botón de su Jean y lo bajó, quedando con sus grises bragas al descubierto, el chico miraba cada movimiento atónito sin hacer el más mínimo movimiento.

Fue a desabrochar el primer botón de su camisa cuando una pequeña pero pícara sonrisa se formó en sus labios, los cuales mordió para después girarse mirando de frente al joven. Con cortos y lentos pasos se fue acercando a este, sin dejar de morder su labio inferior. Finalmente a un solo paso suyo se detuvo, el chico no se podía mover, por más que lo quisiera hacer no podía, no lo conseguía. Tomó el valor de mirarlo a los ojos y decir a duras penas unas palabras..

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