Siempre hay una primera vez para todo

3. ¿Apostamos?

Después de unos 10 minutos, mi vecino aparece, sexy como siempre. Maldito.

Sus vaqueros negros ajustados, una camiseta ancha y rasgada de color plomo, sus zapatillas negras y el aún cabello húmedo. Me decepciona un poco verlo con ropa. Me había gustado verlo solo en una toalla y recién salido de la ducha. Me pregunto ¿Qué tal será apretar su trasero? Me río internamente al pensar en eso

Él entra a la cocina y saca unas pringles, las coloca en un bowl y abre el refrigerador para sacar una botella de gaseosa. Bien, al menos no sacó cerveza, eso es bueno. Es decir, con Dallas siempre fue cerveza o ron. Sacudo mi cabeza al pensar de nuevo en él, no puedo estar comparándolo con mi vecino. Son muy diferentes.

–Es lo único que tengo, aún debo ir al supermercado – sonríe de lado mientras trae las cosas y las coloca sobre la mesa de estar

–No hay problema – digo mientras cruzo mis piernas – De todas formas, gracias – le digo

Él me mira y asiente – Espera, pondré palomitas, me gusta las palomitas – dijo mientras caminó de nuevo a la cocina

Oh si, definitivamente me gusta su trasero. Oh vamos Jade

A todo esto, ni siquiera sé su nombre

Cogió el empaque y lo metió al microondas. Rayos, este chico tiene cosas que no me imaginé que él tendría y que yo quisiera tener. Saca un bowl y después de esperar que esté listo, mete las palomitas ahí.

Cuando se sienta a mi lado logro oler un poco de perfume. Sonrío al notarlo. No es un cita pero le importa oler bien, me gusta eso.

–Faltan cinco minutos para las diez – dice mientras se acomoda a mi lado y prende el televisor

–Es un smart TV  hermoso – digo al observar la calidad de la imagen, es realmente nítida y los colores se ven geniales

–Si – apenas dice y mete un bocado de palomitas a su boca

Ese piercing.

Vamos Jade, piensa algo.

–Eh... ¿vives solo? – pregunto

¿En serio, Jade? ¿En serio preguntas eso?

Una sonrisa se forma en su rostro pero sigue mirando a la pantalla. Coge palomitas y se las meta su boca – ¿Somos vecinos desde hace ya dos meses y no has notado que vivo solo? – preguntó ahora volteando hacia mi

Mierda, es verdad. Esperen... ¿él si me ha notado antes? Okey, es decir, nunca me habló ni nada. Recién hace dos días me dirigió la palabra y pues.... Rayos, este chico me confunde.

Demonios, me acaba dejar sin palabras. Eso no suele pasarme y esta ya es la segunda vez que me pasa, y justo con él

–Sí, pero tal vez tienes a un compañero que se fue de viaje por dos meses y tal vez ya viene de regreso – agregué tratando de disipar el silencio

Eso le causó gracia, creo, porque una sonora pero bonita carcajada salió de su boca

–Eres graciosa Jade, quien lo diría – dijo negando antes de volver a comer palomitas y girar su cabeza de nuevo hacia la pantalla

–¿Cómo sabes mi nombre? – pregunté ladeando mi cabeza

Encogió sus hombros – Tu amiga te llamó Jade en el ascensor el domingo – contestó sin inmutarse