Hoddie

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Un día normal en la academia, bueno, todo lo que podía ser un día normal allí. Ajetreado, estresante, sin un momento para parar o descansar, pero un día normal al fin y al cabo. El estrés y en cansancio eran su día a día, al fin y al cabo entrenaban para ser héroes, tenia que aprender a lidiar con ello.

Kirishima llegó a su cuarto cuando el sol ya se había escondido en el horizonte hacia horas. Tiró la ropa que se acababa de quitar a una esquina y colgó la toalla del pomo de la puerta. Abrió su armario para sacar de él una sudadera vieja y descolorida. En su momento había sido negra, ahora era mas tirando a gris oscuro, ya prácticamente no se veían los símbolos que él y Kaminari hicieron bordar en una de las esquinas, un rayo, una piedra y el estallido de una explosión, cuando se la regalaron al que había sido su pareja en aquel momento.

Sé la colocó por encima de los hombros antes de tirarse sobre la cama con un suspiró ahogado. Era como un ritual que había adoptado desde hacia un tiempo, iba a clase, entrenaba, actuaba como si todo estuviera bien, y cuando llegaba a su cuarto se cambiaba y se envolvía con ella como si solucionara algo. Al fin y al cabo era lo único que conservaba de ellos, lo único que había podido rescatar. Le traía demasiados recuerdos como para sencillamente dejarlo estar.

Recordaba lo complicados que habían sido los comienzos, recordaba aquella tarde en su cuarto en la que Kaminari y el se dieron cuenta de que les gustaba el mismo rubio idiota y explosivo, la horrible sensación de tener que pelearse con su amigo si quería tener algo con Bakugō y como ambos se habían negado en rotundo. En ese momento había sido un drama terrible, ahora la respuesta le parecía tan sencilla, ahora cada discusión parecía nada. Todo era poco comparado con la situación actual. Recordó cada una de sus primeras veces, todos aquellos momentos, buenos y malos, los echaba de menos, demasiado.

Llevo mano a uno de los bolsillos donde aun guardaba la cremallera rota de la chaqueta, rió entre dientes ante el recuerdo, había sido la primera vez que se había atascado, tiró con tanta fuerza que parte de la cremallera había partido entre sus dedos. La habían llevado a la tienda para cambiarla pero el rubio había conservado el cierre antiguo.

En ese mismo bolsillo había una pequeña quemadura, de una de las primeras discusiones que habían tenido, Kaminari se había alterado tanto que le había soltado una descarga sin querer, dejando una marca negruzca sobre la tela. Se había sentido tan mal, aterrado por el miedo a haberle hecho daño, que los tres habían olvidado de inmediato por qué estaban discutiendo.

No sabría decir exactamente en qué momento todo empezó a joderse, eran solo niños, niños entrenado, niños expresando sus ideas, niños compartiendo su forma de ver el mundo con las personas en las que confiaban. Kaminari nunca había querido hacerles mal, nunca había querido hacerles daño, ni arrastrarles con él en todo esto, solo era eso, un niño contando sus ideas, sus ideales. Ideales con los que Bakugō coincidía muchas más veces que él. Lo hablaban, lo discutían, pero a la hora de la verdad él siempre lo había visto de una forma muy distinta a la que lo hayan ellos, quizá fue eso lo que hizo que todo se fuera a la mierda, quizá por eso ahora estaba ahogándose en los resto de sus olores que guardaba la chaqueta y no abrazado a ellos. Porque Kaminari había resultado ser el traidor, si, hubiera podido vivir con eso, mejor o peor pero podría haber vivido con ello. Sin embargo había llegado un punto en el que la situación había terminado por ser insostenible. Todo había estallado en mil pedazos en el momento en que salió a la luz la verdad sobre el rubio, porque lo único que podía hacer él era huir, les ofreció ir con ellos, podrían haberse marchado los tres, haber seguido juntos. Pero Kirishima sencillamente no podía, no había sido capaz de tomar aquella mano, no, porque implicaba ayudar él mismo a los villanos y no soportaba la idea. Nunca hizo ningún amago tampoco de ayudar a los héroes a encontrarles, pero seguía soñando con ese momento una y otra vez y nunca era capaz de tomar su mano, por mucho que quisiera quedarse con ellos.

Dolía, dolía como el infierno, solo de pensarlo la garganta se le hacia un nudo y las lagrimas se amontonaban al rededor de sus ojos. Villanos, héroes, ¿qué más daba? Al final seguían siendo los mismos niños que se habían enamorado, niños a los que las circunstancias habían separado irremediablemente y, por mucho que se dijera que había hecho lo que debía, eso no llenaba lo mas mínimo aquel vacío que se alojaba en su pecho, eso no hacia mas fácil lidiar las pesadillas ni aliviaba las ganas de volver a tener a los dos chicos entre sus brazos. Les echaba de menos, más de lo que podría explicar con palabras.

Apartó las lagrimas de sus ojos como buenamente pudo y se incorporó a pesar de las pocas ganas que tenia de hacerlo. Cogió su móvil para sacarle una foto al espejó que tenia delante. No era ni de lejos la mejor foto que se había hecho, tampoco le importaba. Se veía la sudadera, se veía cómo el pelo rojizo le tapaba buena parte de la cara. Si la cámara hubiera tenido algo mas de calidad probablemente hasta se podrían ver las marcas de las lagrimas recientes a través de sus mejillas. Tampoco importaba. No lo pensó demasiado. Abrió la primera red social que se le pasó por delante, a sabiendas de que ninguno de los dos habían borrado sus cuentas. Subió la foto acompañada de una frase "Si la queréis de vuelta, venid a por ella, aun os estoy esperando"

El móvil cayó al suelo, resbalando entre sus dedos, él se tiró de nuevo contra las sabanas. Todo le daba igual, ya nada importaba, porque hoy hacia un año de todo aquello y lo único en que podía pensar era en que les echaba demasiado de menos. 

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⏰ Last updated: Dec 30, 2018 ⏰

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Hoddie [KiriBakuDenki]Where stories live. Discover now