¡No puede ser! ¡Hiyori resulto ser una loca asesina! ¡Ella acaba de atacarme con una especie de espada de plasma! ¡Sinceramente, no tengo ni la menor idea de lo que está pasando!... Estaba a punto de embocar la armadura dorada del ser puro, y de esta manera, utilizar mis poderes para defenderme de tan brutal ataque; pero en ese momento, la pared se rompió, dejando entrar a alguien, que, según veo, me ha salvado.
— Michel, ¿Qué hacer aquí? — exclamó Hiyori, mientras veía como Michel sostenía su espada con un solo dedo.
— ¡¿Qué carajo crees que estás haciendo?!
A pesar de que Michel parecía no mostrar ninguna expresión en su cara, era obvio que estaba molesta. Ella, dejó de lado la espada de y se puso en frente de mí; sin embargo, de un momento a otro, fue atravesada por la espada de Hiyori. ¡¿Entienden lo que les digo?! ¡Fue atravesada por una espada de energía! No obstante, pese a esto, ella no parresia manifestar dolor.
— Sabes bien que este humano no puede morir — expresó Michel mientras miraba fijamente a Hiyori — yo soy la líder de esta misión, tú eres mi unidad de respaldo, al igual que el resto; debes de acatar mis órdenes. Lo necesitamos para lograr saber qué es lo que en realidad se esconde detrás de Sahionje.
— Sabes que estoy harta de esto. Sahionje parece tener un sumo interés en él, si lo mato, Sahionje en serio reaccionará, y así los tales Silver Element la podrán matar y así regresaremos a nuestras casas felices y contentas.
¡¿Pero qué carajo?! ¡Si me mata a mí, también mata al Silver Puro!
— Saca tu espada de mi vientre, y ríndete ante mí.
— ¿Qué pasa si me niego?
— Voy a resetear tus datos y de esa manera regresarás a nuestro planeta, donde los grandes regentes de alto rango definirán tu castigo, y créeme que eso no será nada placentero.
— Ya me harté de los grandes regentes de alto rango, te eligieron a ti para capitanear esta misión; una novata sin experiencia en el campo. ¿Quieres intentar vencerme?, sabes que tengo la suficiente destreza como para matarte.
Un destello de luz, inundo toda la habitación, Michel voló por los aires y choco con la pared de atrás. Hiyori volteo hacia mí con una sonrisa sádica en el rostro.
— Ahora, ¿En qué estaba? — ¡Vete al carajo!
Antes de lo pensado, hubo otro destello; esta vez, Hiyori fue la que voló por los aires, y Michel regreso a la escena, aun con la herida chorreánte en el vientre. Michel nuevamente se posó delante de mí, y en su mano derecha, creo una especie de esfera de plasma. En ese momento, al estar contemplando toda esta escena, me sentí como un verdadero tonto al no haber creído lo que ella me había dicho el viernes pasado.
Estaba paralizado ante la escena, no sabía qué hacer. Michel, con una fuerza increíble, lanzo la esfera hacia Hiyori, ella cayó al suelo; posteriormente, se levantó con una sonrisa sádica en el rostro, y con la mirada lanzo cristales largos hacia Michel, estos cristales se incrustaron en una barrera invisible impuesta por Michel.
Michel corrió hacia Hiyori juntando sus manos, para después extenderlas, generando la misma espada que Hiyori tenía. Ambas, comenzaron a luchar con sus espadas, tratando de herirse daño la una a la otra, ninguna de las dos se vio en desventaja ante la otra en ningún momento. La batalla estaba llena de luces y colores, mis ojos estaban totalmente concentrados en los movimientos de ambas chicas... Sé que debería de salir de aquí, pero en realidad estaba hipnotizado por tan brutal espectáculo. Después de que una punta de plasma pasara justo rozando mi ojera derecha, reaccioné, por lo que intente moverme; Tal parece que por mi movimiento Hiyori se empezó a distraer, y todo mundo sabe, que cuando te distraes en una pelea, estás muerto. Michel dio un giro rápido, quitando le la espada a Hiyori, y tirándola al suelo.
— Se acabó... — con una patada, Michel derribó a Hiyori, para después colocarse en sima de ella y colocar su mano en su pecho — iniciando reseteo.
En ese momento, Hiyori solo empezó a desaparecer, como si todas sus células se estuvieran desvaneciendo en el ambiente. Lo último que vi de Hiyori, fue una sonrisa sádica, o tal vez de resignación, y se fue sin más. ¡¿Pero qué carajo acabo de ver?! ¡¿Pero qué onda?! ¡¿Qué alguien me explique lo que acaba de pasar aquí?!
— Descuida, romperé su programa de distorsión del tiempo. — La tenue voz de Michel me tranquilizó un poco.
Todo a mi alrededor se distorsionó de nuevo, mejor dicho que se empezó a caer en pedazos; pero esta vez, todo volvió a la normalidad, claramente yo seguía con cara de bobo, tirado en el suelo con la vejiga a punto de explotar.
— ¡¿Qué carajo acaba de ocurrir?! — le pregunté con evidente sorpresa. Yo quería respuestas, quería saber por qué una chica tan linda como Hiyori había intentado matarme.
Ella no respondió a mi pregunta; tenía intenciones de inquirir más, pero en ese momento, logré ver su semblante: tenía una cara inexpresiva, pero en sus ojos se podía percibir algo de tristeza. Ella, solo me extendió la mano y me ayudo a levantarme; sorprendentemente su herida había desaparecido. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero conociendo a Michel, era obvio que me terminaría explicando tarde o temprano, aunque a decir verdad, no la conozco para nada. Ella seguía sin hablar, por lo que intenté animarla de algún modo; coloque mis manos en sus hombros e intente hablarla. Sin embargo, en ese momento, la puerta del salón se abrió... no puede ser, al parecer el conserje nos acaba de encontrar, solos en el salón, y aunque no estuviéramos haciendo nada, ya sé por dónde va esto. El semestre pasado, entre los directivos de la escuela se planteó el plan de colocar cámaras de seguridad en todos lados, ¡Hasta en los baños de la escuela! Todo esto debido a que un profesor se estaba tirando a una alumna. Y no solo era eso, sino que una ardua investigación de los directivos, varios jóvenes esperaban después de clases para tener sexo en los salones de la institución... creo que ya entenderán por donde va esto. Siendo franco, si yo fuera el conserje pesaría lo mismo. ¿Qué hacen dos jóvenes solos en un salón después de clases?, solo espero que no me expulsen. El conserje nos miró por breves segundos, insinuando algo con la mirada; yo lo miré con nervios, mientras que Michel lo vio con indiferencia. Considero que esta última mirada fue la que despistó o asusto al conserje, ya que después de eso, él comenzó a silbar, serró la puerta y se fue... pero que incómodo.
Luego de esa experiencia cercana a la muerte, no sé si estar al lado de Michel sea buena idea. Aun así, irónicamente, decidí acompañarla a su apartamento, ya era algo tarde, no vaya a ser que le hagan algo... si claro, ¿Le van a hacer algo a la chica que técnicamente destrozó todo un salón de clases?, pero qué lógico eres Esteban, como sea. Todo el camino estuvo en completo silencio, sin que una sola palabra saliera de nuestras bocas.
Ella permanecía inexpresiva, yo, por otro lado, permanecía incómodo. Casi llegando a su apartamento, una chica muy hermosa, se acercó a Michel, la chica, llego diciendo vaciladas, o al menos eso creo porque hablaba en japonés; esta, llevaba el uniforme de mi escuela. Michel comenzó a hablar con ella, de igual manera en japonés... supongo que yo salgo sobrando aquí, mejor me voy a mi casa.
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Los Silver Element
Ficção AdolescenteMi nombre es Estaban Radle, aparentemente soy un chico normal; sin embargo, hay algo diferente en mí, hay algo especial en mi genérica. Yo, junto con un grupo de chicos más, somos parte de una raza extinta conocida como, Los Silver Element. Es algo...