I.VII. Stars.

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Madison.

Aún seguía sin explicarme cómo Namjoon poseía tal poder sobre mi como para hacerme comer e incluso salir de casa acompañada.

—Sabes, yo salía de casa... Pero lo hacía sola, y ahora me doy cuenta de que me hacía daño hacerlo.

—¿Por qué?

—Porque... Todos en Seúl tienen la mente llena. Es una ciudad muy ocupada, la gente siempre tiene algo que hacer y no tienen tiempo de vaciar sus mentes. En cambio, yo paseaba por las calles con la mente vacía, lo cual me dejaba mucho espacio para pensar, normalmente de manera negativa. Sentía que solo pasaba junto a mucha gente y me sentía insignificante, nadie notaba mi presencia. Tal vez de ahí viene el sentirse irrelevante.

—Creo que las sesiones con el psicólogo Kim si te están sirviendo bastante. —Dijo tapándose la boca ya que estaba un poco llena de comida.

—Sí, lo estoy notando. —Dije con una risilla y volví a comer.

Simplemente estábamos ahí, uno frente al otro en un restaurante chino, comiendo pollo agridulce y arroz frito.

El trato que había hecho conmigo misma de ver a Namjoon solo como un amigo se volvía cada vez más difícil con el paso del tiempo, así que en este punto, ya me he rendido.
Es imposible no verlo como algo más, cuando la manera en que me trata es simplemente tan genuina, gentil y maravillosa. Lo peor es que no me da un trato muy especial, no es muy diferente a cómo trata a los demás.
Lo que quiero decir con esto, es que lo peor es que me enamora sin siquiera intentarlo. Es simplemente su esencia natural, su manera de ser genuina la que me atrapa y no me deja salir de este 'enredo amoroso'. No puedo dejar de querer a Namjoon, y si no lo he logrado en dos años en los que casi no lo he visto, no es nada probable que lo deje de querer ahora que compartimos una habitación y dormimos en la misma cama.

Miré a Namjoon de repente y lo encontré con una sonrisa cerrada en su rostro, que me hizo sonreír a mi también.

—¿Por qué sonríes? —Me preguntó.

—No sé. Tú estabas sonriendo, ¿Por qué sonreías?

—No sé. —Hizo una pausa. Mi madre me dice... —Se ahogó ligeramente, y mejor esperó a terminar de masticar y tragó su bocado. Que las personas que te hacen sonreír sin siquiera intentarlo son las mejores.

—Eso es muy lindo. Y creo que tiene razón. —Dije sonriendo ampliamente de nuevo.

—¡¿De qué te ríes?! —Dijo un poco desesperado.

—¡No lo sé! —Casi le grité.

—¿Soy tan feo que doy risa?

—¡No, no es eso! —Reí sonoramente. Al contrario, eres tan lindo que das ternura.

Namjoon hizo aegyo y pude comprobar mi comentario una vez más, y una vez más este chico hacía que la sonrisa no se borrara de mi rostro.
Y tenía razón con lo que le dijo su madre, pues él es de las mejores personas que he conocido y me hace feliz con muy poco, y sin intentarlo demasiado. Seguro ni él se explica como lo hace.

[...]

Al salir del local, Namjoon sugirió algo que yo no planeaba.

𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟; ᴋɴᴊ [𝘦𝘥𝘪𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora