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Desde el momento en que lo conoció, supo que sentía algo extraño por esa persona. Desde que comenzaron a convivir, supo que no sentía el mismo cariño por él que por los demás del grupo. Desde el momento en que sus labios se juntaron por primera vez por aquel reto, supo que aquello que sentía no era amistad.


Al inicio se sintió asqueado consigo mismo, su cultura y costumbres les decían a gritos que sentir algo por otro chico estaba mal, que ver de manera romántica a su hyung era simplemente aberrante. Él era una persona horrible entonces. Lo que más le dolía era estar tan cerca, pero a la vez tan lejos de aquella persona que le hacía sentir confundido, ansioso y culpable consigo mismo.


Estar en el mismo grupo no era fácil. Que su hyung fuera tan bueno y atento con él no era fácil. Ocultar lo que sentía, no era nada fácil.



Intentó olvidar aquellos sentimientos, regresar a ser un chico normal. Una persona decente, sana y correcta. Tenía que hacer todo lo que pudiera para que las chicas le gustaran. Intentó desviar su atención a la hermana de la persona que tanto le gustaba y no fue demasiado difícil sentirse atraído a ella, pues eran como dos gotas de agua. Ver a su hermana era como ver a Hoseok con cabello largo y unos rasgos solo un poco más finos. Se convencía cada día que quien le gustaba era ella, pero solo con una sonrisa de su hyung, un paso de baile bien ejecutado, un poco de su atención, todo se iba a la mierda, regresaba a ser aquel chico perverso. Aquel chico enfermo que deseaba repetir el reto con su hyung y probar sus labios una vez más. Taehyung se daba asco a si mismo.


Decidió concentrarse en el grupo, en ensayar tan duro que su mente y cuerpo no tenían tiempo ni energía como para pensar en el culpable de sus suspiros. Intentó aparentar estar bien. Aparentar que solo era un amigo muy cercano del rapero.



La primera vez que tuvo un sueño húmedo con su hyung se sintió pésimo consigo mismo; había despertado con la respiración agitada y el sudor bajando por su frente. Miró alrededor desconcertado para darse cuenta de que el dueño de aquel sueño se encontraba dormido cerca suyo, así que con cuidado se levantó para encerrarse en el baño y llorar en silencio mientras veía como sus bóxeres estaban húmedos.


Hoseok se había despertado para ir al baño y pudo escuchar los leves sollozos del menor mientras el agua de la ducha corría. Taehyung se sintió aún peor cuando fue consolado por a quien no podía mirar a la cara por vergüenza.


Tras esa noche su hyung fue más atento con él, estaba al pendiente del menor, procurando que nada malo le pasara. Hoseok se preguntaba que era lo que preocupaba a Taehyung, pero por más que pensaba o intentaba que le dijera lo que pasaba, este no lo hacía. Había hecho lo posible para explicarle que tener sueños húmedos no eran algo malo, si bien no sabía que era lo que había soñado, no le presionaría para que hablara sobre ello, pero no podía dejar de pensar en la manera que el menor se tallaba al ducharse, el como murmuraba cosas que no lograba entender. El cómo ni siquiera quería mirarlo y fue entonces que el bailarín temió. Temió que su secreto hubiese sido descubierto, que ahora fuera odiado.


El rapero tenía un secreto, uno grande para la sociedad en la que creció. Desde temprana edad pudo apreciar la belleza de tanto chicas como chicos y no le parecía tan extraño hasta que tuvo su primera pareja; era una chica que le había gustado desde hace tiempo y aunque parecía que las cosas iban bien, el hablar con ella sobre algún chico que le pareciera atractivo le hizo ver que eso estaba mal. Ella lo había dejado muy claro cuando le miró con asco mientras le preguntaba:

SecretsWhere stories live. Discover now