Capítulo 17

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Dylan y yo corremos lo más deprisa que podemos todavía cogidos de las manos pero entonces paro en seco.

-Dylan, ¿por qué corremos?

-Pues si te digo la verdad, no lo sé. Supongo que nos hemos emocionado.

Los dos nos reímos y caminamos sin prisa.

Retira su mano de la mía y se pone la capucha de su sudadera. Encima lleva puesto una tejana. Se le escapan unos cuantos pelos del flequillo por la frente y los peina para atrás tapándose más la cabeza con la capucha. Se mete las manos en cada bolsillo de la tejana.

-Ahora mismo tienes pinta de ser un gamberro -le digo para mosquearle, pero en realidad, me gusta como le queda, hace que todas las miradas se centren en él y ese estilo de chico malo, sí, realmente le queda bien.

-Un gamberro sexy -me dice con una sonrisa traviesa.

-No. Un gamberro sin ser sexy.

-¿Pues sabes lo que pareces tú? -Se me queda mirando de arriba abajo- Una pija.

-¿UNA PIJA? -le grito sobresaltada.

-Sí -asiente lentamente-. Es más, lo eres.

-¿Eres tonto o que? No sabes lo que es ser pija -le digo molesta. No soy pija ni mucho menos, solo me gusta ir bien vestida.

-Ya lo creo que sí. Tengo una justamente en frente -dice riéndose.

-Yo que tú no diría eso -le advierto.

-¿O que? -me pregunta Dylan con ojos juguetones.

-O morirás -me lo quedo mirando seria y luego asomo una pequeña sonrisa maléfica.

-Seguro que a besos -dice riéndose a carcajadas al quedarme de piedra.

Me lo quedo mirando y suspiro con una pequeña sonrisa que rápidamente la escondo debajo de mi bufanda. Están todos sentados en un banco, esperándonos y haciendo escándalo.

-Mira quién viene por ahí -grita Ben.

Todos se nos quedan mirando y enseguida se calientan mis mejillas.

-No te avergüences. No te van a comer -me susurra Dylan con una sonrisa torcida enseñando los dientes mientras nos acercamos a ellos.

Le empujo y me dirijo a la chicas.

-¿Que tal con Dylan? -me susurra Lucia mientras me abraza.

-Bien -le contesto.

-¿Solo bien? -Kate pregunta y yo asiento riéndome por dentro.

Me dirijo a los chicos y les doy un beso a cada uno.

-Bueno, ¿a dónde vamos? -pregunta Nil, curioso.

-Sé de una discoteca chulisima. Esta a veinte minutos de aquí -informa Ben.

-¿Vamos a ir a una discoteca? ¿En serio? -pregunto con cara de asco.

-Sí, nena. Hay cada chica... -Ben comienza a decir, pero Dylan le interrumpe.

-Chico, tú solo piensas en tías. Estás enfermo -Dylan se ríe.

-Claro, tú como ya tienes una chica -Ben insinúa y todos dirigen sus miradas hacía mí. Incluido mis amigas.

-¿Qué? -pregunto avergonzada mirándome las uñas por tal de que no vean lo roja que estoy.

-Nada -responden todos a la vez.

-Bueno, vamos a esa discoteca, ¿no? -pregunta Luk frotandose las manos del frío-. Yo quiero ver el ambiente que hay.

Me gusta simular que no te miroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora