Dylan y yo corremos lo más deprisa que podemos todavía cogidos de las manos pero entonces paro en seco.
-Dylan, ¿por qué corremos?
-Pues si te digo la verdad, no lo sé. Supongo que nos hemos emocionado.
Los dos nos reímos y caminamos sin prisa.
Retira su mano de la mía y se pone la capucha de su sudadera. Encima lleva puesto una tejana. Se le escapan unos cuantos pelos del flequillo por la frente y los peina para atrás tapándose más la cabeza con la capucha. Se mete las manos en cada bolsillo de la tejana.
-Ahora mismo tienes pinta de ser un gamberro -le digo para mosquearle, pero en realidad, me gusta como le queda, hace que todas las miradas se centren en él y ese estilo de chico malo, sí, realmente le queda bien.
-Un gamberro sexy -me dice con una sonrisa traviesa.
-No. Un gamberro sin ser sexy.
-¿Pues sabes lo que pareces tú? -Se me queda mirando de arriba abajo- Una pija.
-¿UNA PIJA? -le grito sobresaltada.
-Sí -asiente lentamente-. Es más, lo eres.
-¿Eres tonto o que? No sabes lo que es ser pija -le digo molesta. No soy pija ni mucho menos, solo me gusta ir bien vestida.
-Ya lo creo que sí. Tengo una justamente en frente -dice riéndose.
-Yo que tú no diría eso -le advierto.
-¿O que? -me pregunta Dylan con ojos juguetones.
-O morirás -me lo quedo mirando seria y luego asomo una pequeña sonrisa maléfica.
-Seguro que a besos -dice riéndose a carcajadas al quedarme de piedra.
Me lo quedo mirando y suspiro con una pequeña sonrisa que rápidamente la escondo debajo de mi bufanda. Están todos sentados en un banco, esperándonos y haciendo escándalo.
-Mira quién viene por ahí -grita Ben.
Todos se nos quedan mirando y enseguida se calientan mis mejillas.
-No te avergüences. No te van a comer -me susurra Dylan con una sonrisa torcida enseñando los dientes mientras nos acercamos a ellos.
Le empujo y me dirijo a la chicas.
-¿Que tal con Dylan? -me susurra Lucia mientras me abraza.
-Bien -le contesto.
-¿Solo bien? -Kate pregunta y yo asiento riéndome por dentro.
Me dirijo a los chicos y les doy un beso a cada uno.
-Bueno, ¿a dónde vamos? -pregunta Nil, curioso.
-Sé de una discoteca chulisima. Esta a veinte minutos de aquí -informa Ben.
-¿Vamos a ir a una discoteca? ¿En serio? -pregunto con cara de asco.
-Sí, nena. Hay cada chica... -Ben comienza a decir, pero Dylan le interrumpe.
-Chico, tú solo piensas en tías. Estás enfermo -Dylan se ríe.
-Claro, tú como ya tienes una chica -Ben insinúa y todos dirigen sus miradas hacía mí. Incluido mis amigas.
-¿Qué? -pregunto avergonzada mirándome las uñas por tal de que no vean lo roja que estoy.
-Nada -responden todos a la vez.
-Bueno, vamos a esa discoteca, ¿no? -pregunta Luk frotandose las manos del frío-. Yo quiero ver el ambiente que hay.