Una mujer de cabello negro y ojos azul zafiro estaba llorando desconsolada en el sillón de su linda estancia, mientras su esposo, el cual tiene cabello blanco y ojos rojos, la observa parado frente a ella.
La razón, un divorcio, el hombre había descubierto que todo lo que su esposa le había dicho era una mentira, ya ni siquiera sabía si su nombre era el mismo que le dijo. Ella era una villana muy conocida, muy cruel y sin miedo de matar, había intentado arrastrar a su hija, Natsuki, al mismo camino.
-eres un desalmado Kai, no puedes alejarme de mi hija!!- grito la mujer llorando.
-no puedo permitir que la corrompas para que termine como tú Yuna, no quiero saber nada más de ti- su voz estaba llena de dolor, pues a pesar de todo, era la mujer de la que está enamorado.
Se dio la media vuelta y tomó la mano de su hija de 9 años, la cual tiene el cabello negro y los ojos rojos, salieron de la casa con sus maletas y se fueron, dejando a la mujer sola y llorando mientras abrazaba su vientre.
-ahora solo estamos tú y yo mi amor- sonrío abrazando aún más fuerte su vientre.
Esta embarazada, pero no se lo pudo decir a su esposo por los sucesos ocurridos, ella aún lo ama, pero no le perdonará el que la haya abandonado así, ese bebé sería su último regalo.
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9 meses después, una adorable bebé nació el 31 de diciembre, su cabello era blanco y sus ojos azul zafiro , a Yuna le gustó nombrar a su primera hija por la época en la que nació, lo hará en esta ocasión también.
-Shirayuki, tú tendrás un brillante futuro con todo lo que tú quieras tener- abrazo y acercó a su pequeña, justo cuando sonaron las 12 campanadas indicando el Año Nuevo.
-Señora Yuna, su hija es muy bonita, se parece tanto a usted- la ojiazul sonrío.
-lo sé- abrazo y apego a la pequeña a su rostro.
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El sonido de pasos en pequeños charcos de agua inundan la solitaria calle de Osaka, una chica de cabello blanco las atraviesa sin miedo ni preocupación.
Al ser la media noche pareciera no haber nadie, nadie más que la escoria de la civilización.
Con una sudadera con capucha empapada por la lluvia, la chica solo camina unas cuadras más antes de llegar a su casa.
Al entrar se quitó la capucha, dejando al descubierto sus ojos azul zafiro, un regaño llegó a sus oídos de inmediato.
-Shirayuki... que hacías tan tarde en la calle?- la muchacha cerró los ojos y se giró para encontrar un par de ojos rojos mirándola seriamente.
-fui a dar un paseo nocturno padre- sonrío la menor.
-a la media noche?-
-qué puedo decir, amo el misterio y peligro de las calles nocturnas- sonrío y se quitó la sudadera empapada. Su padre suspiró.
-véte a dormir Shirayuki, mañana tengo que decirte algo importante- le sacudió el cabello mojado -y toma un baño para que no te enfermes- le dio la espalda y subió las escaleras dirigiéndose a su cuarto.
La albina suspiró y subió las escaleras, entró a su habitación y sacó su pantalón y blusa de tirantes para dormir, se dio una ducha con agua fría y se cepilló el cabello. Se recostó viendo el grabado del cepillo que le dio su madre unos años atrás.
-Cada noche antes de dormir, te abrazare a distancia- susurro la joven antes de quedarse dormida.
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Bakugou y tú Doble cara
De Todo-oye fenómeno de circo -.... -deja de desprender ese extraño color morado -morado? ------ -Bakugou... -y ahora qué quieres? -tengamos una cita... ------ -oi Katsuki -qué sucede? -creo que te amo ------- -lo lamento mucho Katsuki -jamás habría pensa...